Tres meses y medio han tenido que pasar para que el público de Los Cármenes celebre un gol de su equipo, en su estadio. Exactamente el mismo tiempo que para festejar una victoria que poco alivia los males que este Granada padece ahora mismo. Quizás el partido no iba a servir como redención porque lo que ansía el espectador es ganar en Liga y le da la importancia justa a la Copa. Quizás el rival, plagado de suplentes, sea el más flojo de los que han pasado, hasta ahora, por el coliseo del Zaidin. Sea como fuere, los no habituales rojiblancos dieron ayer una imagen aceptable y ofrecieron algunos rayos de esperanza al sufridor granadino.

Como resaltaba antes, el Córdoba puso muy poquito de su parte para convertir el encuentro en un espectáculo. Los de Djukic, si bien no se encerraron de inicio, tampoco consiguieron llegar a la meta de Oier. El ex azulgrana debutaba ayer bajo los palos nazaríes y su actuación pasó inadvertida, ya que no tuvo que realizar ninguna parada. En esto tuvo culpa, además de la inoperancia cordobesista, el buen hacer de la zaga granadina. Diego Mainz se puso el mono de trabajo, cortó todo balón que se aproximó a sus dominios e hizo una excelente cobertura a Luis Martins. A sus 31 años, el de Vallecas vuelve a pedir sitio en la titularidad. A su lado, un sobrio Babín que estuvo a la altura de su pareja defensiva.

Nyom volvía a la titularidad con el objetivo de recuperar su puesto en la competición liguera y su desempeño no fue en vano. Los Cármenes enloquece con sus bastas galopadas por la banda pero normalmente acaba lamentando su falta de precisión en los centros al área. Pues no fue ese el desenlace en esta ocasión. El camerunés sirvió balones bastante potables para rematar y, de hecho, uno de ellos acabó con la prolongación de Success y el gol de Jhon Córdoba. Es el camino a seguir. En el otro costado, el graderío rojiblanco asistió al debut como local de Luis Martins. El portugués, internacional sub-21 con su selección, se mostró algo más resolutivo en ataque que en defensa, aunque sin llegar a brillar. Habrá que darle tiempo para demostrar su valía.

Yuste y Silvestre formaron una pareja equilibradaLa pareja de mediocentros fue, quizás, lo más destacado del Granada en el día de ayer. Héctor Yuste y Eddy Silvestre formaron una balanza bien compensada, que presionaba, robaba y hacía circular el balón. De hecho, uno de los hurtos de Eddy a Ekeng acabó con el cordobesista en la calle por doble amarilla. Lo de administrar el juego contra equipos encerrados y con un jugador menos es otra historia que Caparrós tendrá que estudiar a fondo. El caso es que ayer funcionó el pivote y quién sabe si alguno no tiene una oportunidad en Liga, visto lo visto hasta ahora.

La aparición más esperada de la noche era, sin lugar a dudas, la de Daniel Larsson. La ola de misticismo que rodeaba su ausencia hasta ahora, sumado al hartazgo del respetable por ver a jugadores ocupar la posición de banda sin estar cualificados para ello, hacía que el estreno del sueco se esperara como agua de mayo por Granada. Igual que con Martins, no era el día para evaluarlo. Llevaba más de seis meses sin disputar un encuentro oficial y eso tiene que pesar. Larsson se mostró participativo aunque impreciso, alargando en exceso las conducción de balón y errando en los pases que más daño pretendían hacer. Hay que recuperarlo para la causa.

El resto de actores principales del choque copero son más habituales en Liga. Juan Carlos volvió a su posición natural de interior izquierdo. Cumplió, bregó e incluso tuvo alguna oportunidad para marcar. El de Boadilla del Monte crece poco a poco, a pesar de su mala actuación en Sevilla. La pareja atacante sí que ofreció buenas prestaciones en el envite ante el Córdoba. Success y Córdoba se compenetraron bien y fruto de ello fue el gol conseguido por el cafetero, su segundo en lo que va de temporada. Velocidad y presión a los defensas caracterizó a la pareja siamesa, en lo que a parecido en estatura, peinado y color de piel se refiere. Sigue abierta la lucha en la delantera rojiblanca, a falta de saber si Caparrós se va a decantar por jugar con uno o dos puntas. El que lo tiene más complicado es Ortuño. Entró al campo poco antes de los minutos basura, aquellos que llegaron con la superioridad numérica del Granada. El de Yecla volvió a ser víctima, un día más, del cortocircuito general.

Nico, primer granadino que juega en el Granada desde la marcha de LucenaLa gran ovación de la noche no fue para el gol nazarí sino para el debut del motrileño Nico Hidalgo. La afición nazarí está deseosa de que alguien continúe el legado dejado por Manuel Lucena y parece que Nico se ha erigido como el estandarte granadino en el club de su tierra. El extremo, habitual del filial rojiblanco, jugó el último cuarto de hora y dejó algunos destellos de la habilidad que atesora. Ya fue uno de los mimados por Joaquín Caparrós durante la pretemporada y el míster de Utrera ha afirmado que los jóvenes seguirán teniendo oportunidades. Buenas noticias para la cantera rojiblanca.

En resumen, no se pueden extraer conclusiones definitorias ni excesivamente relevantes del encuentro copero pero, en un equipo tan falto de alegrías en los últimos meses, cualquier rayo de esperanza es bienvenido. Ahora hay que trasladar las sensaciones positivas a la competición liguera, que es la que da de comer al Granada, y corregir los aspectos negativos, como esa impotencia ante conjuntos bien atrincherados.

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Sobre el autor
Jose Rafael Sánchez
Licenciado en ADE en Granada y aficionado al periodismo. Colaboro con Granada CF- Vavel