El mundo del fútbol está especialmente preocupado por la violencia y el mal comportamiento dentro de los estadios, debido a los últimos acontecimientos sucedidos al respecto. En este clima de estrés y preocupación, el Derby vasco puede ser un claro ejemplo de cómo dos aficiones de equipos rivales, pueden convivir y demostrar lo que realmente es y debería ser el fútbol. Desmarcándose de las acciones violentas de cualquier tipo, y mostrando una rivalidad sana en la que son posibles  los 'piques amistosos' y las bromas quedando dentro de una atmósfera correcta y óptima para el disfrute del  pre partido, del propio encuentro y del post partido, en este caso disfrutando de la noche donostiarra.

Un hecho que siempre ha sido destacado positivamente del Derby es el colorido de la grada, donde se mezclan los colores rojos y azules, sin que esto provoque problemas en cuanto al comportamiento y entendimiento entre los aficionados, que prefieren disfrutar del partido con sus conocidos pese a que estos sean aficionados del equipo rival, que no hacerlo junto a desconocidos con los que solo comparten los colores del club al que animan.

El Derby de las necesidades

Juegan los dos equipos vascos más históricos, pero no el mejor clasificado que es la S.D Eibar

El domingo se enfrentarán los equipos vascos más históricos, pero no estará sobre el césped el mejor de Euskadi por clasificación, pues este puesto y aunque pueda parecer sorprendente, pertenece en estos momentos a la Sociedad Deportiva Eibar, quien se lo ha ganado por méritos propios. Es por esto que el partido se da entre dos equipos en cierta decadencia, que a principios de año tenían aspiraciones europeas de altura, pero que ahora no son tales y que deambulan por la liga necesitados de puntos para ascender en la clasificación y acercarse a la meta mutua de los puestos europeos.

Pese a no estar en la mejor situación clasificatoria posible, las ganas de la afición siguen intactas, al ser una buena oportunidad para que sus equipos tengan un punto de inflexión en cuanto a juego y resultados que les pueda aupar hacia los puestos europeos en un caso y alejar de los fantasmas del descenso en el otro.

El primero de la era Moyes

David Moyes disputará su primer Derby vasco con un equipo que sigue sin carburar, pero que pese al pobre juego demostrado a lo largo de la temporada, afronta un partido que debe ganar sí o sí. El británico volverá a experimentar sensaciones parecidas a las que pudo tener con encuentros que también tienen un ambiente especial, como pueden ser los Liverpool -  Everton o Manchester United - Manchester City.

El escocés debe tener constancia de la importancia del empuje de la afición en un partido que no es como los demás, en el que tienes la obligación de ganar. Y que de perder, las dudas e inseguridades de todo tipo se multiplicarán por cien, escribiendo el capítulo de críticas hacia el equipo más largo de toda la temporada.

Por último, y como diría el vecino de al lado… “Ya les vale ganar, que si no me voy a acordar de ellos cuando tenga que compartir ascensor con el de arriba, que precisamente de La Real… no es”. 

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Sobre el autor
Alberto Martínez García
Amante del fúbol, los coches y la naturaleza. Orgulloso txuri-urdin en una tierra adversa como es Madrid.