El Athletic cierra un 2014 que le ha permitido disputar, 16 años después, la Champions League, con una primera mitad de año bastante aceptable, con pocos errores y digno de cualquier sueño, y con una segunda, lejos del nivel que había demostrado y con cierta carencia de velocidad que se sumó a los errores individuales y colectivos que costaron alguna que otra derrota.

El camino hacia la Champions

Durante los primeros compases del año 2014, el Athletic Club consolidó su condición de cuarto clasificado. A pesar de empezar con una contundente derrota en San Sebastián ante la Real Sociedad (2-0), que parecía que iba a hacer al Athletic tener que sufrir para mantener su puesto en la clasificación, el equipo rojiblanco se supo sobreponer a dicho percance y encadenó una gran racha de seis partidos sin perder, con partidos muy meritorios.

Goleó al Almería (6-1), en la mayor victoria local del nuevo San Mamés, remontó ante el Valladolid (4-2), con el equipo pucelano por delante hasta el minuto 65, y, en uno de los partidos más recordados del equipo en este año. Asimismo, derrotó a Osasuna en su propio feudo, con una victoria por 1-5 que puso en aprietos clasificatorios a Javi Gracia.

Otro de los grandes partidos de los de Ernesto Valverde llegaría ya empezado febrero, con el Real Madrid delante. Los de Ancelotti marchaban terceros, solo a un punto de Barcelona y Atlético, por lo que requerían la victoria. El Athletic, en su lucha por el cuarto puesto, sacaba cinco puntos al quinto clasificado, que era el Villarreal. Sumar era clave. Un gol de Jesé en la segunda parte parecía desvanecer todas las opciones, pero un gran gol de Ibai Gómez puso la igualada en el marcador, empate que finalmente permanecería.

Febrero no fue tan eficaz como enero

Tras esto, transcurriría febrero, un mes algo irregular para los leones. Empataron en Vigo (0-0), y después llegaría la primera derrota liguera como local en el nuevo estadio. El Espanyol, sin lograr dominar en demasía y con algo de suerte, se impuso 1-2 con goles de Sergio García y Colotto. El gol del Athletic lo hizo Gurpegui. Sin embargo, llegaron dos victorias convincentes: una ante el Betis en Sevilla, con algo de polémica (0-2) y otra ante el Granada por 4-0 en el primer hat-trick de Aduriz con los rojiblancos.

El mes más complicado sería marzo, con desplazamientos durísimos a Valencia, Villarreal y Elche, este último jugándose el descenso, además de la visita del Atlético de Madrid. El equipo respondió de buena manera, empatando en los tres exigentes partidos que jugó en la Comunidad Valenciana: 1-1 en Valencia y Villarreal, y 0-0 en Elche. Entre estos encuentros, se produjo la victoria por 1-0 ante el Getafe.

La nueva visita del Atlético de Madrid volvió a ser amarga para los leones, puesto que los colchoneros volvieron a imponerse por 1-2, jugándose la Liga. En el lado local, el Athletic cerraba marzo viendo como el Sevilla se iba acercando poco a poco, y pasaba a ser el principal contrincante por el cuarto puesto.

Llegaría el mes más decisivo para conseguir la clasificación para la Liga de Campeones: abril. El club bilbaíno visitaría Valencia y Barcelona, para enfrentarse al Levante y al FC Barcelona. Como locales recibirían a Málaga y, el partido más crucial de la temporada, recibir al Sevilla. En el Ciutat de Valencia los de Valverde consiguieron una cómoda victoria por 1-2, y lo mismo en casa ante el Málaga (3-0).

Los dos siguientes partidos serían dos finales. A pesar de ir por delante con gol de Aduriz, el Barcelona sacó su casta para remontar e imponerse por 2-1. El Sevilla llegaría al trascendente choque en San Mamés solo tres puntos por detrás, por lo que si ganaba dependería de sí mismo para clasificarse para Champions. Una victoria de los leones haría que ganando en Vallecas la clasificación fuese matemática.

La euforia se desató en Vallecas

El cuento tuvo un final feliz para los rojiblancos. Los vizcaínos se impusieron a los sevillanos por 3-1, con goles de Susaeta, Muniain y Herrera, con un estallido de júbilo en las gradas del nuevo estadio. El desplazamiento a Vallecas sería impresionante, ya que confirmaría el regreso del Athletic a la máxima competición continental 16 años después.

En un mini San Mamés situado en Vallecas, el Athletic volvió a tocar el cielo tras vencer 0-3, los goleadores fueron San José, De Marcos y Herrera. Con un fortín en casa más un equipo plagado de colectividad y solidaridad, el Athletic había logrado una gesta impredecible a principio de curso. Finalizaba así una temporada histórica que hizo volver creer a la afición. Los partidos ante Real Sociedad (1-1) y Almería (0-0) serían puro trámite.

Buena planificación con algunos errores

Tras lograr ese suculento premio y de parar durante un mes, la nueva temporada llamaba a la puerta y había que prepararla. En líneas generales, la planificación de la campaña 2014/2015 ha sido buena por parte del cuerpo técnico y la directiva del Athletic. Sin embargo, los rojiblancos se han dejado un par de flecos importantes sin tratar, lo que hace que el equipo tenga problemas para sacar los partidos esta temporada.

El pasado mes de julio comenzaba una temporada apasionante para el Athletic. Inmerso en tres competiciones, tenía que hacer frente a una buena planificación para paliar las consecuencias que podría tener el no hacerlo. Uno de los principales problemas de la temporada pasada para los leones, fue que de los tres delanteros de los que disponía en plantilla Valverde, solo Aduriz garantizó goles. Los 18 goles del 20 sirvieron de sustento a los rojiblancos durante la campaña. Sin embargo, esta temporada, la directiva del Athletic se ha movido bien y ha sido capaz de traer un gran goleador a la plantilla rojiblanca. Ni más ni menos el máximo goleador de la Liga Adelante, el exdelantero del Alavés Borja Viguera, por un millón de euros.

El fichaje ha salido bien, y el "21" del Athletic ha metido tres goles en lo que va de temporada. Cifra que, pese a las pocas oportunidades de las que ha gozado el de Logroño, es una gran cifra. Se ha erigido como máximo goleador león en la Copa del Rey, y un complemento perfecto para Aduriz cuando juega justo por detrás del Zorro.

Otra de las opciones ha sido mirar para Lezama. Por esta parte, Ernesto Valverde ha decidido subir al primer equipo a tres jugadores, que han tenido minutos en lo que va de temporada. Son los casos de Aketxe, Unai López y Guillermo.

Además de en la delantera, otro punto de inflexión ha sido no encontrar sustituto para Andoni Iraola. El de Usurbil está pasando por una etapa en la que ya no está físicamente preparado para disputar todos los partidos de la temporada. De hecho de los 25 encuentros que llevan los leones esta temporada, el lateral ha disputado tan solo nueve.

No hay un sustituto de garantías para Iraola

La directiva rojiblanca estimó que los posibles refuerzos para esa posición no estaban al alcance de los rojiblancos. Esta decisión ha llevado a Ernesto Valverde a buscar un parche para ese lateral derecho, por lo que se está utilizando una de la variantes de la pasada temporada, Óscar De Marcos. El futbolista de Laguardia está cuajando una buena temporada, disputando 14 partidos en la actual temporada. Aun así, en ocasiones se nota en exceso que el centrocampista rojiblanco no es defensor, y alguno de los goles que han encajado los leones han venido por la banda derecha.

Asimismo, los errores en la planificación también han venido en la mediapunta. Un poco más tarde de la mitad del mercado, saltaba la noticia de la pretemporada. Ander Herrera cogía la maleta rumbo a Manchester para fichar por los Diablos Rojos, lo que provocaba un quebradero de cabeza en la idea de Valverde, que aún sigue por resolver.

Muchas han sido las opciones que ha barajado el entrenador de Viandar de Vera ante la ausencia de llegadas en esa posición. Beñat, Mikel Rico, Viguera, Unai López, Guillermo… han sido las opciones del míster, pero ninguna ha sido capaz de suplir al ex jugador del Real Zaragoza.

Una continuidad de año irregular

Tras esa planificación, la temporada 2014-2015 echó a andar con más pena que gloria. En la memoria quedaban los buenos momentos por los que había atravesado el Athletic en la primera parte del año. Los errores del equipo vizcaíno a nivel colectivo e individual, hicieron que en Liga BBVA costara entrar en una dinámica positiva y estuvo nueve jornadas sin conocer la victoria.

Después de ese bache, llegaron las buenas noticias a Bilbao y tras varios partidos que hicieron echar la vista atrás, el conjunto rojiblanco retomó el vuelo, aunque eso fue efímero, ya que volvió a otra etapa de dudas y de carencia de juego con la que despide este 2014.

Irregular inicio de temporada

Si en la competición liguera la situación no termina de arrancar, tampoco lo ha hecho ni en Champions ni en la Copa del Rey. Tras superar la previa de la mayor competición continental al vencer al Nápoles, los de Ernesto Valverde quedaron encuadrados en el grupo H con el Oporto, el Shakhtar Donetsk y el BATE Borisov, pero lo que a priori parecía que podía ser asequible, se tornó en un imposible y a falta de dos jornadas el Athletic ya estaba eliminado. No obstante, no bajó los brazos y se encontró con el menor premio de la Europa League. En Copa también siguió adelante tras vencer por la mínima al Alcoyano de Segunda División B, con más problemas de los que se preveían a priori.

No obstante, en octavos le espera el Celta, y seguirá vivo en tres competiciones. Dará la bienvenida a 2015 desde ese trío de torneos, pero deberá buscar ese equilibrio, esa continuidad en juego y en resultados que le lleve a la obtención de los objetivos propuestos.