El año 2014 termina con un sabor dulce para el Bilbao Athletic. Olvidado ya el sabor amargo de quedarse a las puertas de jugar el play offs en junio, con la nueva temporada, el objetivo no ha variado y los pupilos de Cuco Ziganda concluyen el año en cuarta posición, en puestos de play offs, con 29 puntos, a cuatro del líder, el Huesca.

Un inicio alentador

Al igual que terminó 2013, la regularidad y Lezama siguieron presentes durante la segunda vuelta, en la que los rojiblancos perdieron siete partidos de 19. Tal vez, el quid de la cuestión estuviese en los tres partidos que perdieron (Huesca, Real Sociedad B y Sestao River), sin sumar ninguno de esos nueve puntos, desaprovecharon una ocasión para seguir adelante y manteniendo la ventaja respecto a sus rivales.

Estuvieron en la pelea hasta el final

Afortunadamente, sólo fueron tres partidos y a partir de ahí el Bilbao Athletic recuperó la estabilidad. Con mejor juego en algunas ocasiones que en otras, sacó adelante los partidos, sumó y se mantuvo arriba hasta el final de temporada. Su juego iba en crecimiento de los jugadores, con el salto de calidad de algunos como Unai López, Aketxe, Guarrotxena o Bustinza, y se pudo vislumbrar que el equipo podía hacer buenos partidos para llegar con las opciones intactas hasta el final de la temporada.

Parecía que esa emoción, ese cosquilleo en el estómago querían mantenerlo hasta el final, porque, al igual que el primer equipo, en los últimos partidos, tuvieron oportunidades de dar un golpe en la mesa. Eso pudo suceder en los partidos que les enfrentó al Real Unión o el Fuenlabrada, pero tal vez tuvieron algo de vértigo y no supieron cerrar los partidos con una victoria que les allanara el camino a los playoffs. No obstante, tampoco se descolgaron del todo y llegaron con opciones hasta el final, después de ganar el último partido en casa al Puerta Bonita (4-0).