Dos de dos. El conjunto dirigido por Javi López logró su segundo triunfo seguido frente al colista. El Celta B superó al Marino en un partido de dominio alterno en el que los locales triunfaron sobre su rival gracias a un buen arreón final. El equipo luanquín entregó los puntos tras disfrutar de varias ocasiones para adelantarse en el marcador. Sufrieron de falta de eficacia, una virtud que recuperó el equipo canterano de mano de Thaylor y Pucheta, autores de los dos goles celestes.

Ambos entrenadores tuvieron que hacer frente a un buen número de bajas. Marco Díaz no pudo contar con Alejandro y Tito por lesión; ni con Torres y Alan Ávila, que dejaron el club. Javi López suplió las bajas de Berto, Youssef Al-Watani, Fernán, Borja Iglesias y Borja Fernández -convocados estos dos últimos con el primer equipo- con juveniles como Borja González y Brais Méndez. El último llegó a entrar en juego en la fase decisiva del partido. A pesar de las ausencias, los esquemas de los dos equipos no sufrieron profundas modificaciones.

Dominio sin eficacia

El Celta B asumió la batuta del partido en un inicio. Se adueñó del cuero, aunque no supo qué hacer con él. Mareó la perdiz de un lado a otro frente a un Marino que preservó la entereza defensiva durante muchos minutos. El equipo azulón esperó su opción a la contra, consciente de que un gol en contra reduciría al máximo sus posibilidades de puntuar, posibilidades que son una imperiosa necesidad a estas alturas de la temporada.

El Marino conservó la entereza en la primera mitad del partido

Soto tuvo la oportunidad más clara de la primera mitad. El defensa se topó con el balón en el área pequeña tras una jugada ensayada pero fue incapaz de resolver. Su disparo fue demasiado flojo como para sorprender al experimentado Rafa Ponzo. El filial no se mostró capaz de convertir el dominio en goles. El primer tiempo se cerró con una clara ocasión para el Marino. Kevin despejó en la misma línea de gol un remate de Omar a puerta vacía.

Traca final

Los canteranos celestes subieron una marcha tras el descanso. Aumentaron sus incursiones en el área del Marino y estrecharon el cerco del gol. El Marino se desinfló y no consiguió soportar la presión del primer tiempo. El Celta supo aguantar el peso del cronómetro y tuvo paciencia para abrir el candado del Marino. Lo intentó Omar con un disparo que se fue demasiado cruzado.

Probó fortuna cerca del minuto 70 Thaylor con un cabezazo que acabó en las manos del portero. Un aviso que trajo consigo la réplica en la que llegó el primer gol del partido. El avanzado deshizo la igualada con una jugada de clase. Recogió un balón en la línea de tres cuartos para luego deshacerse de su marca. No falló en el mano a mano y ejecutó una definición de libro que puso en pié al público que desafió el frío invernal.

En el tiempo de descuento, Pucheta puso el definitivo 2 - 0 con otro tanto de impresión. El jugador cedido por Vélez Sarsfield puso el balón donde habitan las arañas con un chut directo y colocado a la escuadra. Fue la guinda a un partido en el que el Celta B se reencontró con viejas y buenas sensaciones. Nada que ver con el Marino, anclado en la desesperanza que provoca la falta de puntos.

El Celta B cierra la primera vuelta en la novena plaza, que detenta gracias a sus 27 puntos. Está siete por encima del playout, en manos del Atlético Astorga, y ve a diez puntos el descenso. La frontera de los playoffs, delimitada por el UD Logroñés, está en los 35 puntos. El Marino sólo puede mirar hacia arriba. Es colista destacado con nueve puntos. La permanencia queda a una larga distancia de 12 puntos, utópicos con la dinámica que presentan. La próxima semana, el Marino de Luanco recibe al Coruxo, que seguirá con su carrusel asturiano tras perder 2 - 0 en el Tartiere, mientras que el Celta B recibirá al Lealtad, otro equipo en zona de descenso.