Éxtasis y desenfreno. Lo mismo que se sentía en la grada contagió el Valencia en los primeros tres minutos. Un tiempo acongojante para los madridistas que eran recibidos en Mestalla sin ningún tipo de agasajo. Isco y Kroos sacaron la batuta para tratar de poner música clásica en un campo donde agrada más la locura. Amansaron a las fieras chés y pese a que el balón estaba más tiempo en los blanquinegros, los de negro daban muestras de dominio creciente. En una falta lateral cometida sobre Bale llegó el penalti realizado por Negredo al tocarle la mano tras el centro. Cristiano era el encargado. Ensordecedores pitos que dieron paso a un jarro de agua fría para templar unos ánimos que no harían más que caldearse.

Cristiano quería seguir siendo protagonista en el área rival y así lo fue demostrando en los minutos siguientes. Un disparo de falta lejano fue fácil para Diego Alves, pero con posterioridad un centro de Bale en el que se anticipó al meta acabó en el lateral de la red. Entre tanto, Piatti dejó su lugar a Gayá por lesión y el canterano fue amonestado al entrar al terreno de juego sin permitirlo el árbitro principal. Así, mientras los visitantes se reencontraban consigo mismos en el juego, los de Nuno comenzaban a perderse en un mar de disputas con el colegiado.

Juan Carlos Cardenas (EFE)

Los madridistas trataron de aumentar sus posesiones longevas por mediación de un Kroos que no terminaba de sentirse a gusto. Algo que sí hizo el conjunto blanquinegro en el tramo final de la primera mitad con pases frontales buscando segundas jugadas. Alcácer con varios disparos lejanos llevó peligro a la portería rival. Pero fue André Gomes con un tiro centrado el que obligó a Casillas a intervenir. Benzema, con el tiempo cumplido tuvo una ocasión después de un resbalón de Otamendi. Como André Gomes segundos antes también disparó centrado. La penúltima de un carrusel de ocasiones final. Pues nuevamente el centrocampista luso, esta vez con la izquierda, disparó rebotando en Pepe y enviando el balón al palo. Un final de infarto para el primer tiempo con una despedida, para el colegiado, con una atronadora pitada.

El descanso cambió al Valencia, y el partido

Como si no hubiese pasado el descanso, André Gomes al minuto de salir del túnel se encontró con un balón botando en la frontal. Sin piedad lo disparó y cerca estuvo de meterlo en la portería. Dos pérdidas comprometidas de Parejo e Isco denotaron la intensidad de un choque que emitía más eso que realmente la calidad que a gotas aparecía en los jugadores. Así, el pundonor ché consiguió que el balón llegase hasta Barragán, quien en un disparo que golpeó en Pepe se desviase a la portería. La falta de dominio madridista y la entrega valencianista llevaban al empate.

Los merengues se desquitaron y reaccionaron nada más recibir el gol, dieron un punto de presión sobre el rival y un paso adelante. Orban y el Valencia pecó de lo que andó sobrado Benzema, pillería, en una falta en medio campo. Tras ella, Bale se encontró frente a Diego Alves y erró cuando tenía todas consigo. Cristiano minutos después lo intentó con un disparo lejano sin suerte. Pese a ello, los de Nuno mantenían viva la esperanza y el peligro sobre la meta de Casillas. Tanto es así que en un centro desde la esquina buscando el corazón del área, Otamendi se elevó al cielo para embestir con virulencia el esférico. Voló sobre Ramos, el héroe madridista en el juego aéreo, y perforó la portería rival desafiando al Madrid de los récords.

Crecido el equipo de Mestalla con una grada entregada y grogui el cuadro de Ancelotti. Barragán, de nuevo, solo ante Casillas después de una gran jugada ché en la simbiosis perfecta de entrega y calidad. Esta vez el ‘19’ marró el disparo y cruzó demasiado el esférico evitando ampliar la renta de los suyos. Trataba de reaccionar el equipo capitalino, pero con inocencia Isco se encontraba con Alves. Mientras, Gayá era una pesadilla para Carvajal según pasaban los minutos.

Ancelotti debía cambiar el devenir del partido y actuaba en consecuencia. Jesé y Khedira por Bale y James, respondiendo Nuno al sustituir a Barragán por Feghouli. Se consumía el tiempo y continuaba viéndose a un timorato Real Madrid en los metros finales. Careciendo precisamente de esa voracidad que le caracterizaba. En un triple saque de esquina, Ramos tuvo el tanto en la última y rozando el palo se marchó el cabezazo. Cristiano en un desesperado intento nuevamente disparó mansamente a las manos de Alves. Isco de nuevo se encontró con un colosal arquero brasileño tras centro de Marcelo, esta vez en un gran testarazo del exvalencianista.

Resistía el Valencia como podía mientras el Madrid se topaba con una defensa entregada a la causa despejando cualquier tentativa aérea. Mestalla era un hervidero y los blancos veían como el segundero les quitaba un récord que seguirá en el haber del Cruzeiro. En una jornada propicia para para los valencianistas, recuperan los puntos que se les marcharon frente al Barcelona y dan un golpe en la mesa demostrando que sí pueden, que van en serio.

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Sobre el autor
Adrián Navarro
ADE de la UV. Apasionado del deporte en general y, sobre todo, del fútbol, baloncesto y futsal. Entrenador de fútbol 7 y futsal en categorías prebenjamín, benjamín e infantil. Colaboré en Radio GED como tertuliano de fútbol internacional. Ahora en VAVEL persiguiendo un sueño: PE-RIO-DIS-MO!