Tras la debacle copera, el Real Madrid volvía a la competición liguera con el objetivo de certificar su gran primera vuelta con la consecución del ‘campeonato de invierno’.  Una victoria aseguraba a los hombres de Ancelotti el finalizar la primera parte de la Liga BBVA en primera posición. Un lugar simplemente honorífico pero que suele infundir moral de cara a la segunda parte del campeonato.

El encuentro de vuelta frente al Atlético de Madrid no provocó únicamente la eliminación de Copa del Rey, sino también una imagen de cierto cansancio físico y mental de algunos jugadores madridistas. Por esta razón, se especulaba con que en este encuentro frente al Getafe, Ancelotti decidiera dar descanso a algunos hombres. Sin embargo, el técnico italiano decidió alinear al once habitual, salvo la entrada de Varane por la lesión de Pepe.

Por parte del Getafe, Quique Sánchez Flores se decidía por un once con bastantes jugadores ‘de calidad’ como Pedro León, Sarabia, Diego Castro o Sammir, con el objetivo de plantarle cara al equipo blanco.

Inicio dubitativo blanco por la intensidad local

Estas intenciones del equipo local se dejarían ver desde el inicio del choque. Una presión bastante alta y el hecho de no precipitarse a la hora de sacar el balón jugado eran las cartas que presentaría el conjunto getafense durante los primeros veinte minutos.

El Real Madrid, con cierta inseguridad en el centro del campo personificada en la figura de Kroos, dificultaba la salida del balón y creaba ciertas dudas. Las galopadas madridistas se reducían a apariciones esporádicas como una acción de Marcelo cuyo disparo desde la frontal se marcharía por encima del larguero.

Los jugadores de Quique iban perdiendo la intensidad y la posesión según pasaban los minutos. Álvaro Vázquez cada vez estaba más solo en el ataque y la velocidad de la pareja Ramos-Varane dificultaba cualquier posibilidad de salida al contraataque.

A pesar del control de la posesión, al Real Madrid le costaba crear ocasiones por el buen trabajo defensivo de hombres como Juan Rodríguez o Diego Castro. Una gran jugada de Isco cuyo disparo detuvo perfectamente Codina y otro envío de Kroos que golpeó en el larguero fueron las únicas amenazas claras durante la primera mitad.

El paso por vestuarios terminó por confirmar el dominio madridista. La energía a la hora de la presión ya no era la misma en el conjunto getafense y la necesidad de la victoria obligaban al Real Madrid a lanzarse a por la victoria.

Bale y dos de Cristiano sellan la victoria blanca

Las ocasiones fueron poco a poco llegando hasta que en el minuto 63' Cristiano Ronaldo acabaría abriendo ‘la lata’. Una jugada espectacular de Benzema en línea de fondo, que recordó al famoso gol de Butragueño ante el Cádiz, terminaría con un pase de la muerte para el portugués que anotaría a placer.

Este tanto liberaría a los jugadores madridistas de la presión por la victoria y supondría la ampliación de la ventaja. En el 67’, Gareth Bale aprovecharía un preciso envío de James desde la izquierda para superar a Codina con un sutil toque.

Por último, de nuevo Cristiano Ronaldo anotaría en el 79', consiguiendo su vigésimo octavo tanto en Liga. Un balón colgado por James tras una contra sería cabeceado por el luso que confirmaba la victoria madridista.

El doblete de Ronaldo acabaría con las dudas de los jugadores de Ancelotti y permitiría al técnico italiano dar descanso a habituales como Isco, Marcelo o Kroos. Los minutos finales servirían al Getafe para acercarse con mayor peligro e incluso poner en aprietos a Casillas como en un disparo de Álvaro Vázquez al palo izquierdo.

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