No todo el mundo nace con la suerte de tener magia. Pocos son aquellos que pueden usarla y crear auténticas maravillas que hagan disfrutar al resto. Cani es uno de esos privilegiados que ha dado siempre espectáculo con su calidad allá donde ha ido. Pero no todo es talento, ya que ha tenido que pasar por adversidades y trabajar siempre a contracorriente para estar a día de hoy donde está.

Cani no es uno de los futbolistas que destaque por tener mil sellos en su pasaporte, pues solo ha militado como profesional en el Real Zaragoza, Villarreal y, actualmente, cedido en el Atlético de Madrid. Este aspecto denota la fidelidad que él mismo profesa al llegar a un club.

Inicio y... ¿final?

Sus primeros toques al balón los dio a los seis años en el Stadium Venecia, equipo zaragozano de su barrio y donde se mantuvo hasta el primer año de categoría infantil. Por su buen hacer, el Real Zaragoza se fijó pronto y jugó su segundo año de infantil y donde se mantendría hasta la categoría juvenil de último año.

El jugador no contaba con minutos y el equipo blanquillo decidió cederlo al Utebo FC, equipo que militaba en Tercera División, durante la temporada 2000-01. Una temporada después volvió al Real Zaragoza para jugar en Segunda B con el filial, pero Cani tenía el dilema si continuar con su carrera futbolística o dedicarse a otra cosa.

Se planteó dejar el fútbol, pero continuó y debutó esa misma temporada

Afortunadamente para los amantes del fútbol y para los zaragocistas, Cani continuó y debutó con el primer equipo esa misma temporada ante el FC Barcelona en La Romareda sustituyendo a Galleti. El Real Zaragoza no cosechó una buena temporada y terminó descendiendo a Segunda División con Paco Flores como entrenador. Hasta diciembre Cani jugó con el filial, pero consigue firmar su primer contrato profesional con el primer equipo. A partir de ese momento, Cani se hizo con el puesto en la mediapunta y realizó una gran campaña llevando al equipo a volver a la categoría reina del fútbol español.

Durante esa temporada el jugador disputó más de 1400 minutos, con cinco goles y dos asistencias. Su primer gol como zaragocista lo anotó ante el Alavés en Copa del Rey, pero en Liga tardó un poquito más y fue ante el Oviedo en la jornada 28. Cani tenía mucha calidad, pero era irregular y, aunque la afición al principio le brindaba su apoyo terminó no pasando ni una más al aragonés. La afición quería más de él.

Estos duros momentos le ayudaron a aprender y la siguiente campaña llevaría el dorsal número '8', antes portado por el gran Santiago Aragón. Durante esa campaña se gana el puesto en el once y suma un total de 32 partidos, cuatro goles y tres asistencias. Temporada tras temporada, el jugador se mantuvo en el once y fue en aumento la cantidad de minutos, goles y asistencias. De hecho, en la temporada 2005-06 llegó a ser el máximo asistente de la Liga.

Un jugador con vitrina

A pesar de no haber contado con una larga trayectoria en el equipo aragonés, Cani durante los años que militó en el Real Zaragoza levantó dos trofeos como zaragocista. Ambos fueron en el mismo año (2004), Copa del Rey y Supercopa de España.

Esta Copa la ganó el Real Zaragoza al Real Madrid de los galácticos por 2-3 en un partido donde Cani terminó expulsado por doble amarilla, una por falta y otra por protestar. Contra viento y marea, el Real Zaragoza consiguió imponerse y levantar el título que, meses después, se conseguiría también la Supercopa de España ante el Valencia.

A nivel individual, Cani fue nombrado como mejor deportista aragonés de 2005.

Nueva ciudad, nuevo equipo

Después de dos temporadas en las que el jugador no llegaba a un acuerdo para renovar su contrato, hizo que Cani saliera del club por la puerta de atrás. El jugador declaró en ese momento su malestar por cómo se había producido el traspaso al Villarreal por 8,4 millones de euros. Un fichaje muy polémico debido a toda la historia que tenía detras con Alfonso Solans. Cani no se sentía valorado por el Real Zaragoza y, cansado de las críticas, fichó por el Villarreal con ganas de triunfar y volver a sentirse importante como profesional.

Foto: www.elperiodic.com

Fue presentado en mayo de 2006 ante la multitudinaria presencia de diferentes medios de comunicación y acompañado por Fernando Roig, presidente del Villarreal.

Desde el primer momento, Cani se mostró agradecido y muy seguro del objetivo con el que llegaba: "Es un paso muy importante ir a un club que quiere crecer. Yo también quiero crecer como jugador y con la plantilla que tiene este equipo y todo lo que es el Villarreal me va a venir muy bien en mi carrera". Y así sería, pues el jugador ha militado nueve temporadas en el submarino amarillo donde ha experimentado muchas cosas: un descenso, ascenso, ha jugado en Champions y Europa League...

En sus inicios como jugador amarillo, el equipo estaba liderado por Manuel Pellegrini. El jugador tuvo que esforzarse al máximo para encontrar un sitio en el once, pero su irregularidad le hizo volver al banquillo. A pesar de no contar del todo para el entrenador, fue uno de los máximos goleadores del equipo (4 goles) y sumó un total de 2533 minutos donde dio cinco asistencias.

Tras la marcha de Pellegrini y la llegada de Ernesto Valverde, Cani empezaría a tener un papel importante en el equipo castellonense. Era uno de los principales pilares del equipo, pero en ese momento el equipo no estaba pasando una buena racha y cesó al entrenador. En apenas tres temporadas, el equipo amarillo cambió de entrenador tres veces. Ahora era el momento de Juan Carlos Garrido quien volvió a sentar a Cani en el banquillo. Al aragonés le ha tocado siempre remar contra viento y marea y terminaría haciéndole ver al entrenador su potencial firmando uno de los mejores años de su carrera. Terminó la temporada siendo fijo en el once y renovó con el Villarreal.

Cani comenzó la temporada 2011-12 de titular, pero no sería un buen año para el jugador. A pesar de ser uno de los jugadores con más relevancia del equipo, el submarino amarillo no pasaba por su mejor etapa futbolística con nefastos resultados. A ello se le sumó la lesión de Cani que estuvo 42 días apartado del equipo (ocho partidos). En esta temporada, Cani marcó un auténtico golazo que todavía sigue en las retinas de los aficionados amarillos:

El equipo a la espalda

Foto: EFE

Tras el varapalo en la temporada 2011/12 donde el equipo castellonense bajó a Segunda División, Cani ejerció de líder y se echó al equipo a la espalda para devolver al Villarreal a la máxima categoría. Aunque contó durante el verano con ofertas para marcharse del equipo, el jugador finalmente se quedó en el 'submarino'. Fue una de las temporadas en las que el jugador contó con mayor protagonismo en el equipo con un total de 2894 minutos, tres goles y dos asistencias.

Después de descender, Garrido fue despedido y Marcelino García Toral fue el encargado de coger las riendas del equipo. El objetivo era claro: volver a Primera. Una lucha que no fue fácil y que también se le complicó cuando cayó lesionado y estuvo tres partidos fuera de la convocatoria. Pero la lucha incansable y el esfuerzo del aragonés y de todo el equipo hizo que el objetivo se cumpliera haciendo estallar la alegría en el Madrigal.

Comienza el calvario

Con el objetivo conseguido y el Villarreal en Primera División, Cani siguió siendo un pilar fundamental después de haber ayudado a conseguir el objetivo la temporada pasada. A pesar del esfuerzo del jugador, comenzó uno de sus mayores quebraderos de cabeza: las lesiones. Cani estuvo apartado 68 días del equipo después de sufrir una importante lesión. Ya recuperado, contaría con minutos y sería el año en el que más asistencias de gol diera al equipo (seis).

Pero la mala suerte volvió a cebarse con el jugador zaragozano esta temporada. Tan apenas ha contado para Marcelino sumando solo 56 minutos sobre el terreno de juego en dos partidos. Además cayó lesionado y estuvo apartado varios varias semanas del equipo, pero seguía quedándose fuera de la convocatoria pese a estar bien físicamente. Se habló de una mala relación entre el jugador y Marcelino, el club castellonense tomó partido y se posicionó del lado del entrenador.

Esto hizo que en el mercado invernal, saliera cedido al Atlético de Madrid, una cesión de lujo. Pero, de momento, el jugador no está contando con los minutos que se esperaba. La gran competencia hace que el aragonés parta desde el banquillo y no cuenta tan apenas con minutos en el equipo de Simeone.

El jugador aragonés debutó en Copa del Rey ante el FC Barcelona en el Calderón. Un partido complicado en el que estuvo a punto de marcar e hizo una buena actuación pese al resultado final. Ahora, Cani continúa luchando por una oportunidad y demostrar que es un jugador totalmente válido para partir desde el inicio.

Un jugador querido

Si de algo puede presumir Cani es del cariño con el que la afición blanquilla le recuerda. Como buen aragonés, tuvo que salir de su tierra para triunfar fuera donde se le ha visto el gran potencial y la magia que posee en sus botas. Aunque ya hace mucho tiempo que el jugador no defiende los colores de la camiseta del león, lo cierto es que siempre ha sido zaragocista de corazón.

Foto: Belén Sancho, VAVEL.

Mucho se especuló de su posible regreso con la llegada de Fundación Zaragoza 2032, pero se quedó en simples especulaciones.

Su etapa en el Real Zaragoza fue de luces y sombras, pero la afición todavía recuerda con cariño a este jugador. De hecho, este verano en La Romareda se celebró el Memorial Carlos Lapetra, y enfrentó al Villarreal de Cani con su ex equipo. Fue su vuelta al feudo zaragocista después de muchos años donde recogió muchísimo cariño de la afición local y una sonora ovación al ser nombrado por megafonía.

A sus 34 años, Cani ya no es un niño y cuenta con una sobrada experiencia en el fútbol profesional. Una vida llena de piedras en el camino que ha sabido superar y hacerse más fuerte. No sabemos qué le deparará el destino y si volverá al Real Zaragoza, pero lo que está claro es que vaya donde vaya, la afición zaragocista siempre le tendrá un cariño especial.