Llegaba el Betis a Gran Canaria en el probablemente partido más relevante que le tocaba vivir a este estadio tras el fiasco ante el Córdoba en junio. Dos equipos igualados a puntos y con un empate en la ida, por lo que una victoria daba algo más que tres puntos y dejar atrás a un rival directo: el goal average.

El cuadro de Pepe Mel quiso adueñarse del balón y lo hizo suyo durante el primer tramo del partido, hasta que Nauzet Alemán, Momo o Sergio Araujo comenzaron a trenzar rápidas combinaciones y pases entre líneas que empezó a meter el miedo en el cuerpo al cuadro verdiblanco. Consciente de lo que se jugaba y por el hecho de jugar en casa, Las Palmas comenzó a tirar de empuje e intensidad para superar el poblado centro del campo que planteaba Pepe Mel.

Y lo consiguió. Las Palmas logró hacerse con el control del partido y poner en jaque a un Real Betis que por momentos veía que le entraban jugadores amarillos por todas partes. Sin embargo, el equipo de Paco Herrera ha perdido la pegada que le llevó al liderato durante 17 jornadas consecutivas. En una misma jugada, Vicente se encuentra al mejor Adán, Aythami remata un pase de la muerte al larguero y en el rebote el propio Aythami no acierta a introducir el balón en la meta verdiblanca.

Araujo también se topó con el poste

Con otra dinámica y con la racha de la primera vuelta, lo más probable hubiese sido que el balón se alojara en el marco de Adán. No quedó ahí la falta de puntería. Justo antes del descanso, Sergio Araujo recibe pasada la línea divisoria, deja atrás por potencia a su perseguidor y saca un espectacular lanzamiento que vuelve a encontrarse con el poste de Adán, que ya estaba batido. Partidos atrás, el argentino recibía ese tipo de balones mucho más cerca del área, pero eso no le impide seguir generando jugadas de gol casi de la nada.

Tras la reanudación Jorge Molina dio una lección a Las Palmas de contundencia y pegada, eso que le faltó a los canarios en la primera mitad. Ni Hernán, ni Araujo ni Ortuño supieron deshacerse de Adán para abrir la lata bética. En cambio, Jorge Molina necesitó tan solo pisar por primera vez el área para sacar un potente y colocado disparo que superó a Casto. Sin tiempo casi a reaccionar, otro balón cerca de la frontal en los pies del propio Molina volvió a terminar dentro de la red. Dos ocasiones claras, dos goles. Con Las Palmas rendida, Ceballos puso la puntilla a un equipo que está pagando caro su falta de efectividad ante el marco rival en esta segunda vuelta.

Tras 17 jornadas consecutivas liderando la tabla, a Las Palmas le toca desenvolverse fuera del ascenso directo y sumergido en una dinámica de dudas y falta de confianza. Quedan muchos partidos todavía y el equipo de Herrera puede recuperar el liderato, aunque para ello deben recuperar algo que convirtió al cuadro canario en el ataque más letal de la categoría durante tantas jornadas: la pegada y contundencia en ataque.

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Sobre el autor
Gerardo Mayor
Periodista grancanario. Amante del deporte y el coaching. Antes, en el Herbalife Gran Canaria; ahora editor en VAVEL, escribiendo además sobre Liga Adelante, UD Las Palmas y Herbalife Gran Canaria.