Como el enfermo sin cura que sabe cuál va a ser suerte, el conjunto pucelano se presentó en el hospital clínico de Montilivi con una herida doble abierta desde hace dos jornadas, cuando en El Toralín la cornada de la Ponferradina fue severa y la del pasado fin de semana ante el Albacete no hizo más que profundizar en la herida.

El cirujano llamado Girona lo único que hizo fue acrecentar aún más la penuria de un equipo que continúa en caída libre y que se desangra partido tras partido sin saber aún el porqué. La tercera derrota consecutiva del conjunto de Joan Francesc Ferrer Rubi enciende las alarmas y el objetivo real del ascenso directo, a la espera de lo que hagan Real Betis y Real Sporting de Gijón, se empieza a ver cada vez más lejos a falta de tan solo diez jornadas para la finalización de este curso futbolístico 2014-2015.

Un partido pobre

Muchos eran los alicientes que hacían pensar al aficionado vallisoletano, ese que se despierta cada mañana de partido con la ilusión de ver a su equipo, el Real Valladolid, compitiendo y ganando en la tarde noche de ese día, que la cosa fuera de casa podía cambiar. La vuelta de Roger, seis meses después, las palabras de unión del vestuario, la confianza en sala de prensa del entrenador del equipo.

Muchas ilusiones en el prepartido, y durante el mismo, los mismos tortazos en el rostro. De nuevo diez minutos tardó el conjunto local en pintar la cara a un Pucela desdibujado, superado tácticamente y abandonado a una suerte que no parece llevar, de nuevo, a la máxima categoría del fútbol español.

El tanto de Aday es un claro ejemplo. El carrilero izquierdo del conjunto catalán caracolea por la frontal del área ante la pasividad de la defensa blanca y violeta para acabar alojando el balón en el fondo de las mallas de la portería de un Javi Varas, que poco pudo hacer. El segundo, de Eloi Amagat, es un fallo de concentración de todo el equipo que no sabe defender una jugada de estrategia del conjunto rival. De mal en peor.

De nuevo, la actitud

Y de nuevo, la actitud ha de ser analizada en estas líneas. Ante la Ponferradina se pudo ver un equipo apático, sin ganas, que parecía desconocer que el choque de El Toralín, servía para ponerse líder en solitario de la categoría. De nuevo se volvió a caer en los mismos errores de ese, nefasto ya, 22 de marzo en la noche de ayer en Montilivi.

El Girona venció por ambición, por estar con el cuchillo entre los dientes todo el partido

Al equipo, se le vio falto de todo, desbordado por todos los frentes ante un rival que venció por ambición y porque estuvo con el cuchillo entre los dientes a lo largo y ancho de todo el partido. Fue por ello que los de Machín, se acabaron llevando la contienda y ahora mismo son, junto al Real Betis, el mejor equipo de esta Liga Adelante, con 59 puntos, cinco más de los que tiene en la actualidad el conjunto pucelano. Ni la revolución de Rubi, que dejó en el banquillo a Jesús Rueda, en su casa al mejor del choque ante el Albacete, Omar Ramos, ni el tirón de orejas a Óscar, motivó a un grupo de jugadores que o bien, no entiende las premisas y el sistema de su entrenador o bien, no quiere entenderlo.

Sin ganar desde el 7 de febrero lejos del José Zorrilla

Desde el siete de abril lleva el Pucela sin conseguir los tres puntos lejos de su santuario, el Estadio José Zorrilla. El último triunfo fue en Los Campos de Sport del Sardinero, donde se venció dando una lección de pegada, que no de juego, por 1-4 con el último tanto, hasta el día de ayer, con el gol de Túlio de Melo de penalti, de un delantero.

El Real Valladolid ha perdido en sus cuatro últimas salidas ante Tenerife, Betis, Ponferradina y Girona

Desde aquel entonces, los de Joan Francesc Ferrer Rubi han perdido en el Heliodoro Rodríguez López ante el Tenerife, en el Benito Villamarín ante el Real Betis, en El Toralín, ante la Ponferradina, y ayer, en Montilivi, ante el Girona, dejando una pésima imagen en cada una de las cuatro salidas. Los cuatro rivales han sido infinitamente superiores a un Real Valladolid al que salir fuera de su tierra le cuesta y mucho y que está perdiendo la opción del ascenso directo precisamente por ello.

El aficionado señala a Rubi

Las redes sociales en general, pero Twitter en particular, eran en la noche de ayer un clamor en contra del que consideran es, el máximo culpable de que su equipo de los amores, este Real Valladolid en horas bajas, esté en una dinámica de juego, resultados y… y todo, sumamente negativa.

Los nombres de Mendilibar y Miroslav Djukic empezaban a sonar, más como deseo que como realidad, en el espacio del pajarito que da derecho a expresar tu opinión o punto de vista en tan solo 140 caracteres. Lo cierto es que tanto el de Zaldívar (Vizcaya) como el de Sabac (Serbia), tenían un estilo definido que caló tanto en el jugador como en la afición y permitió que estos dos entrenadores, en paralelo al equipo, triunfaran en la capital del Pisuerga.

Con Rubi, y en esta jornada 32ª del campeonato nacional de liga, el Real Valladolid continúa de probaturas, dubitativo, con la moral por los suelos y con unos jugadores, que se ve a la legua que o no congenían con su entrenador o no entienden lo que el míster quiere inculcarles.

Lo cierto es que bien entrada ya la Liga en su fase final, seguimos sin saber a qué juega este equipo que camina a la deriva por la senda de la segunda división y que ve cada vez más lejos al tren de cuatro equipos que hasta ahora comandan la clasificación. Es curioso ver como hace cinco jornadas hacíamos cábalas de en qué jornada se iban a descolgar de la cabeza Las Palmas, Sporting y Girona, y al final los descolgados somos nosotros. Cosas del fútbol.

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Sobre el autor
Alvar Salvador
Licenciado en Periodismo por la Universidad de Valladolid. Colaborador en Es Radio Valladolid.