Road to Berlin reza en la portada de la Uefa Champions League, y preparados en el terreno de juego se encontraban ambos equipos en busca de un pase a semifinales que les de la ultima oportunidad para ese viaje a la ciudad Alemana.

Antes de eso, en las inmediaciones del estadio, una afición enfervorizada llenaba las calles de humo y canticos como en las mejores noches de "Champions"

Como en otras ocasiones, esperaba la afición el paso del autocar blanco, el cual se tuvo que salir de su itinerario habitual para evitar un retraso en la llegada.

Mientras seguia la fiesta en los aledaños del Santiago Bernabeu, en su interior, los jugadores saltaban al terreno de juego para realizar sus ejercicios previos de calentamiento.

Poco a poco se iba llenando el estadio con la atenta mirada de los jugadores hacia sus aficionados.

Las entrañas del Santiago Bernabéu retumban en la previa. Los cánticos rojiblancos, más audibles en la previa quedaban apaciguados por el cántico de los onces y los silbidos al del rival. El ambiente rezumaba a noche grande, de las que gustan en el feudo merengue, de las que el club con más Copas de Europa gusta de vivir en cada temporada.

Los de Simeone se presentaban sin nada que perder y con la tranquilidad de que cualquier resultado que no fuera una derrota les beneficiaba.

Ancelotti sorprendía situando a Ramos en el centro del campo en el lugar de Luka Modric, lesionado, cubriendo el perfil diestro del centro del campo cuyo ancla era, una vez más, Toni Kroos, que fue el primero en probar fortuna, aunque sin puntería, ante una defensa atlética muy retrasada en los instantes iniciales.

Se conjuraban los blancos antes del pitido inicial, sabedores de la importancia de salir victoriosos.

Con un dominio absoluto de la posesión por parte merengue, el Atlético no sufría en exceso dada la poca verticalidad del Madrid con el cuero. Aunque, cuando el esférico llegaba a los pies de James se aceleraba el ritmo, siendo el cafetero el asistente para Chicharito en la primera gran ocasión del encuentro.

Hubo que esperar media hora para ver a Casillas, que detuvo un lanzamiento lejano de Jesús Gámez.

Tampoco estuvieron acertados los hombtres de Simeone a balón parado, Cristiano Ronaldo sacaba una y otra vez las oportunidades rojiblancas desde la esquina.

Con Saúl, Koke y Arda creando superioridad en el perfil diestro tanto en ataque como en defensa, permutándose el turco con Mandzukic en las labores atrás, los rojiblancos comenzaron a crecer a través de la presión, del trabajo y juntando líneas.

Cristiano, de nuevo a pase de Chicharito, el que buscaba portería, aunque su chut se marchó también desviado desde la frontal del área.

Segunda mitad:

Comenzó el segundo acto con un Madrid espoleado por la grada, y un genial pase entre líneas de Isco que encontró a Chicharitodesmarcado. Se vio tan solo el mexicano que tardó un segundo más del necesario en reaccionar. Superó a Oblak, pero el disparo iba ligeramente desviado y no encontró por poco la suerte del gol.

Apretaba el Madrid arrinconando a los hombres de Diego Pablo Simeone en su área. Despejes, intentando repeler la pequeña avalancha, por fases, que proponía el Madrid.

Cambiando la inercia del juego, buscando más el carril zurdo del ataque, caía Cristiano para asociarse con Isco por dicho perfil creando alguna ventaja cuando James se les unía, aunque las ayudas de Tiago y también Gabi surtían efecto.

El público terminó de meterse de lleno en el partido en dos minutos de vértigo. Primero, un lance por alto de Raúl García con Varane que terminó con amarilla para el primero; instantes después, era Arda el que recibía una nueva amonestación por una entrada dura sobre Ramos.

En el caso del turco, en cambio, la cartulina tenía más relevancia. En la primera parte ya había visto otra, y el otomano tuvo que marcharse a las duchas. Se quedaba el Atléti con uno menos y 15 minutos de tiempo para defenderse.

Volvía a crecer el Madrid, presionando arriba, y volvía a aparecer James para encontrar a Chicharito. El mexicano se plantó de nuevo solo ante Oblak tras una gran maniobra para deshacerse de Godín, pero de nuevo el guardameta se impuso en el mano a mano.

La enorme sombra de Oblak parecía no tener fin, y su dominio bajo palos era absoluto. Ni Chicharito en dos ocasiones, ni Cristiano en otra claras habían logrado superarle, y el Atlético comenzaba a mirar al reloj de forma habitual. Reforzaba la defensa Simeone sacando a Giménez, pero de poco le iba a servir al técnico argentino.