La historia que les voy a contar seguro que ya la habrán escuchado, visto o leído antes. Les pongo en situación: tenemos un tren en marcha y un pasajero rezagado. El revisor del tren avisa del retraso en la salida del expreso para dar lugar a que el polizón tardío pueda llegar. Este salió con tiempo de sobra de casa pero pronto empezó a encontrar problemas que dificultaban su llegada a la estación. Agobiado por el retraso, el pasajero comenzó a tropezar e, incluso, equivocarse de camino. Transcurrido el tiempo de espera, el maquinista decide emprender la marcha justo cuando el viajero llega al andén y corre exhausto para lanzarse al tren. ¿Conseguirá subir o perderá definitivamente la última opción de llegar a su destino?

A esta pequeña historia se le podría dar cuerpo y forma si cambiamos la palabra tren por salvación y el nombre del pasajero por el del Granada Club de Fútbol. Y es que la situación de este último es exactamente idéntica a la del protagonista de la narración. El club nazarí se encuentra ante su última oportunidad para aferrarse al vagón de Primera. De fallar en el salto tendrá que esperar al próximo viaje cuyo fin es la Segunda División.

Un acto de fe

Para obrar el milagro de asirse a la locomotora de la salvación, el Granada tendrá que correr y correr como no lo ha hecho en todo el trayecto. O lo que es lo mismo, tendrá que ganar, como mínimo, el mismo número de veces que lo ha hecho hasta ahora: cuatro. Ello conllevaría hacer casi un pleno en las jornadas que restan: cinco. Improbable, muy improbable, pero no imposible.

Visto el calendario, la afición nazarí podría soñar con conseguir la gesta: Espanyol, Córdoba y Atlético de Madrid en casa; Getafe y Real Sociedad a domicilio. Sin embargo, son las sensaciones de un equipo totalmente hundido lo que dificulta creer en la hazaña. El lunes, en Mestalla, el Granada volvió a dar la imagen de impotencia y resignación que le lleva acompañando en sus desplazamientos desde hace varios meses. Los partidos en casa son otro cantar aunque el resultado acaba siendo similar. Un gol en contra significa la muerte cerebral para una plantilla con la autoestima por los suelos. Apretar las tuercas atrás es la única manera de seguir con vida.

Con el 4-0 encajado ante el Valencia, el Granada acumula un record negativo más en esta nefasta temporada y es que superó sus peores registros de goles en contra a domicilio en una Liga. A este se le suman los de equipo más goleado del campeonato, menos goleador y el de derrota más abultada, aquel imborrable 9-1 en el Santiago Bernabéu. Todos estos fantasmas se tienen que quedar en tierra cuando Velasco Carballo, el revisor del tren que partirá el jueves a las 22 horas, de la orden de marcha.

Los pericos aun sueñan

En este relato de terror hay un protagonista que tendrá mucho que decir y en el que aún no hemos reparado: el Real Club Deportivo Espanyol. La situación del club blanquiazul se podría asimilar a la de los nazaríes pero con un toque más alegre que dramático. Sergio González y sus muchachos sueñan con alcanzar la séptima plaza que podría dar el billete para viajar por Europa la próxima temporada. Cinco puntos les separan del Málaga, equipo que de momento tiene reservado el último asiento de ese precioso trayecto. Restando también cinco partidos por jugar, los periquitos se tendrán que tirar a la desesperada para alcanzar el objetivo, algo que quedará muy difícil si no consiguen vencer en Los Cármenes.

A pesar de la derrota del pasado sábado en el derbi catalán ante el Fútbol Club Barcelona, el Espanyol no llega en mal momento a tierras andaluzas. Obviando el resultado mencionado, los de Sergio acumulaban seis partidos sin perder, con dos victorias y cuatro empates. A domicilio, esta temporada, llevan un bagaje de tres triunfos, cuatro igualadas y nueve derrotas. Granada, Rayo Vallecano, Eibar, Real Madrid y Celta de Vigo son los rivales que les restan. Licencia para soñar.

Rotaciones a la vista

Los horarios ligueros no han sido muy benévolos con el equipo granadino en esta semana. Los de Abel disputarán tres encuentros en siete días, habiendo tenido dos días de descanso menos que el Espanyol y de igual manera le ocurrirá el domingo con el Getafe. Incoherencias de ‘la mejor liga del mundo’. Esto obliga al técnico de Velada a introducir rotaciones, algunas por cansancio y otras por lesiones. Ese se está convirtiendo también en un dolor de muelas esta temporada. Las bajas se reproducen semana tras semana, imposibilitando la confección de una convocatoria en plenitud de capacidades.

Por fortuna para los rojiblancos no todo van a ser malas noticias. De cara al partido frente al Espanyol, Abel recupera varios efectivos que pueden ser importantes. Robert Ibáñez y Rubén Pérez, que no pudieron jugar el lunes por motivos administrativos y disciplinarios, y Babin y Javi Márquez que vuelven de lesión. También se ha recuperado Emanuel Insúa del esguince de tobillo que sufrió contra el Valencia. En el dique seco permanecen Jeison Murillo y Adrián Colunga, a la espera de poder llegar a la cita del domingo.

Así pues, es previsible que la alineación nazarí presente varias novedades respecto a la última jornada. Rubén Pérez retomará la manija en el centro del campo (falta por ver si hay algún damnificado de la medular o si el entrenador apuesta por el trivote), Robert daría relevo a Piti, Candeias o Jhon Córdoba en la vanguardia. Otra incógnita por despejar es si Abel Resino mantiene el 4-4-2 que dispuso en Mestalla o vuelve al 4-3-3. Números que deben traducirse en juego y puntos.

La lista de convocados la componen: Roberto, Oier; Nyom, Mainz, Cala, Babin, Insúa, Martins; Fran Rico, Iturra, Rubén Pérez, Javi Márquez, Candeias, Lass, Robert, Piti; Success y Córdoba.

Vuelve Víctor Sánchez

Esa es la gran novedad del conjunto españolista para el viaje a Granada. El centrocampista de Rubí es un fijo en el esquema de Sergio González y viene de perderse el duelo ante el Barça por sanción. Ocupará el hueco que deja Héctor Moreno en la convocatoria, que fue expulsado por Mateu Lahoz en el derbi del sábado. Su hueco en el centro de la zaga será cubierto, previsiblemente, por Colotto. Por lo demás, no se prevén muchas más rotaciones en el once blanquiazul.

El Espanyol intentará mejorar la imagen ofrecida en el duelo de la ciudad condal. En rueda de prensa, Sergio González reconoció que la plantilla “ha pasado unos días difíciles” después de caer contra su máximo rival, señaló que espera a un Granada “que se está jugando la vida y que va a tirar de orgullo” e instó a los suyos a “igualar en intensidad al rival” para poder vencer en Los Cármenes. Para ello deberá contar también con el acierto goleador de sus hombres punta: Sergio García, Caicedo y Stuani. El primero suma 11 goles esta temporada, ofreciendo un gran juego y siendo el auténtico motor de su equipo. Con nueve le siguen el ecuatoriano Caicedo y el uruguayo Stuani. Estos números le han asegurado a su equipo la salvación a falta de varias jornadas para el final del campeonato y la posible lucha por alcanzar cotas más altas.

Los 18 convocados pericos son: Casilla; Pau López; Colotto, Fuentes, Javi López, Álvaro, Arbilla, Abraham; Duarte, Montañés, Lucas Vázquez, Víctor Álvarez, Víctor Sánchez, Salva Sevilla, Cañas; Caicedo, Stuani y Sergio García.

Posibles alineaciones

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