No corren buenos tiempos por la ciudad de la Alhambra. Este año el conjunto nazarí ha pasado por sus peores momentos desde que ascendió a Primera División. Joaquín Caparrós fue cesado allá por enero tras conseguir tan sólo una victoria en toda la primera vuelta, cifra que ha dejado al conjunto granadino en puestos de descenso o coqueteando con él durante todo el campeonato liguero. Llegó Abel Resino que a diferencia de su homólogo consiguió dos victorias, insuficientes, con derrotas en partidos decisivos, lo que ha provocado su destitución este viernes. José Ramón Sandoval será el nuevo entrenador del Granada.

El pasado jueves en Los Cármenes el conjunto nazarí se enfrentaba a un Espanyol salvado y con escasas opciones de aspirar a la Europa League. Un partido en el que el Granada, antes de visitar el Coliseum, tenía la obligación de ganar, más aún con las derrotas de Eibar y Almería. Ocurrió todo lo contrario, un Granada que se vio superado por el Espanyol, liderado por un Sergío García estelar. Mainz acercó al Granada a la remontada pero Montañés condenó el empuje, con más corazón que juego, del Granada en los minutos finales, 1-2.

Si bien es cierto que matemáticamente tiene claras opciones para salvarse, el juego y las sensaciones que desprende el equipo granadino lo alejan aún más de Primera División. Un Granada que si no consigue ganar en el Coliseum lo tendrá casi imposible para salvarse. Real Sociedad, Córdoba y Atlético de Madrid serán los rivales en las tres últimas jornadas de Liga para el conjunto nazarí.

La última victoria del Granada se produjo el pasado mes de marzo ante el Málaga con un solitario gol de Robert Ibáñez. El Granada ha sumado cinco derrotas (Rayo Vallecano, Real Madrid, Almería, Valencia y Espanyol) y tres empates (Eibar, Celta de Vigo y Sevilla). Un balance que le ha dejado alejado de la permanencia a falta de cuatro jornadas para el final de la Liga BBVA.