Saltaban los jugadores de ambos equipos con una camiseta en apoyo a las victimas del terremoto en Nepal, y acto seguido, antes del pitido inicial de Iglesias Villanueva, se guardaba un minuto de silencio por igual motivo.

Alfonso García, presidente del Almería, Odegaard y Mayoral fueron los principales focos de atención en la fase de calentamiento.

Odegaard y Mayoral, pisarían por primera vez el cesped del Bernabéu, pero sin llegar a debutar, los dos valuartes de la cantera blanca pudieron tener su primer contacto con la afición madridista.

Entre las novedades en el once de Carlo Ancelotti, no podían estar Carvajal y Sergio Ramos por acumulación de tarjetas, los lesionados Bale, Benzema y Modric, y tambien Sami Khedira el cual entrenó a parte en las instalaciones madridistas. Por consiguiente Ancelotti apostó en portería con Keylor Navas, Arbeloa y Coentrao en los laterales; Pepe y Varane en el centro defensivo, Illarramendi, Kroos y James en el centro del campo; Jesé, Chicharito y Cristiano Ronaldo para crear el peligro con el 4-3-3.

El Real Madrid desde sus inicios intentó monopolizar el juego sobre el verde del Bernabéu, un titubeante Almería logró encauzar un par de jugadas longitudinales pero sin exito de cara a gol, en el banquillo, Sergi Barjuan, daba directrices a los suyos para intentar prolongar la poca posesión de balón de la que disponía, pero el centro del campo blanco ahogaba cualquier posibilidad de los andaluces.

James remató cerca de la base del poste derecho, pero fuera, un gran centro de Arbeloa. Cristiano hizo lo propio pero muy elevado un servicio de esquia de Kroos, y el propio futbolista luso se encontró con la rodilla de Rubén en una buena intervención del arquero visitante al disparo con la zurda desde fuera del área del de Madeira.

Los desmarques de ruptura de Chicharito, Cristiano o el mismo Coentrao, abrían espacios para que otros llegasen y los aprovecharan.

Illarramendi levantó en primera instancia al público del Bernabéu cuando se reclamó penalti tras esta jugada dentro del área protagonizada por Corona, Iglesias Villanueva no vió la posible pena máxima.

El tandem luso entraba por banda izquierda y protagonizaban las jugadas de mayor peligro de la primera mitad

Lejos de convertirse en un choque vertiginoso, el partido comenzó a hacerse bola en la garganta de los espectadores, que veían cómo transcurrían los minutos sin que el balón se acercase a una u otra área. El centrocampismo, horizontal, primaba, mientras que las pocas y contadas ocasiones en las que los blancos llegaban al área, una mala decisión terminaba con la acción terminada antes de tiempo.

Circulaciones con pérdidas y faltas en la presión que ponían nervioso al respetable, que respondía con música de viento al ver llegar el reloj al 45. Pero entonces, como salido de la nada, llegó James. El colombiano, de nuevo el más activo del equipo, recogió en la frontal del área un balón bombeado, suelto, que no dudó en conectar.

El cafetero, tras bote, empaló el cuero con la zurda directo a la escuadra derecha de un sorprendido Rubén, que además de volar para salir en la foto, no pudo hacer nada para evitar el tanto. Saltó la grada, con las manos en la cabeza, por el acierto del colombiano. La afición pasó de silbar a corear el nombre de James, casi al tiempo que finalizaba la primera mitad.

Segunda mitad

Si le costó casi toda una parte abrir el marcador en la primera, apenas a los tres minutos de juego de la segunda mitad volvió a ver portería el cuadro merengue. Llegó Kroos hasta la línea de fondo, convertido en eventual carrilero, para pillar saliendo a la defensa almeriense. El germano oteó el horizonte, vio a Cristiano desmarcado y le sirvió un balón al que el luso no llegó porque Mauro Dos Santos se anticipó.

Se lamentaba el portugués que veía como le quitaban un gol más en línea de gol y rectificaba a la megafonía la cual clamaba su nombre como autor.

De nuevo, transición hacia ninguna parte. Las llegadas dejaron de suceder, los dos guardametas pasaron a ser meros espectadores, y el contador de minutos siguió su curso. El Madrid invitaba al Almería a venirse arriba, a buscar algo, y aprovechar así los espacios. Con la salida de Isco y sus caidas a banda izquierda, el malagueño buscó percutir por dicho costado asociándose con Cristiano.

Casi sin querer, el Madrid cerró el partido, espantó fantasmas, con una combinación a la salida de un córner. Chicharito recogió un balón que le sirvió Isco tras el despeje de la zaga. Desde la izquierda, la volvió a poner en el corazón del área, y allí apareció Arbeloa para, extendiendo la bota, poner el balón en la portería contraria.

Anotó Arbeloa su segundo tanto esta temporada, el primero en liga, dedicandolo a camara de esta forma especial.

Cerraba el salmantino un encuentro en el que la grada esperaba ver un espectáculo, goles y a sus mirlos. Ni Odegaard ni Mayoral tomaron la alternativa. El nórdico, que salió apenas unos minutos a calentar en la banda, terminó el partido como lo empezó. Tampoco el delantero de Parla tuvo que pasar por las duchas tras el choque.