Pleno, pleno, pleno. Siete de siete. 21 puntos de 21 puntos. Se puede decir de muchas maneras, pero por lo que parece, esta es la última obsesión que está presente en todas y cada una de las mentes de los integrantes de una plantilla como la pucelana, que quiere agotar todas las posibilidades que le restan para ser junto a un Real Betis que está cerca del primer peldaño del fútbol español.

A pesar de que el equipo no ha dejado buenas sensaciones en sus últimos partidos ante Girona, Albacete o Mirandés, los vallisoletanos se agarran al clavo ardiendo de la Primera División del Fútbol Español. El mínimo resquicio de luz que dejó el buen partido ante el Sabadell, a pesar de que el equipo empató a cero, abre un atisbo de esperanza en la busca de conseguir el objetivo del club esta temporada de forma directa, el ascenso a Primera.

La botella medio llena

A pesar de las derrotas de hace unas cuantas jornadas, ante Albacete en casa y ante Girona en Montilivi, en dos partidos sumamente malos de los de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ y la victoria ante el Mirandés con otro partido poco brillante de los vallisoletanos, el buen hacer ante el Sabadell y el plantar cara a la Unión Deportiva Las Palmas en el Estadio de Gran Canaria, han vuelto a devolver una cierta dosis de optimismo en la capital castellano-leonesa.

En Las Palmas, el equipo comprobó que puede competir lejos del Estadio José Zorrilla

Ante los de Juan Carlos Mandiá, el equipo fue de nuevo vertical, incisivo por las bandas, con un gran Hernán Pérez, que estrelló incluso un balón en el palo izquierdo de Nauzet y con un Roger que llevaba el cuchillo entre los dientes desde el primer minuto de partido. A pesar del buen partido el cero a cero hacía que los de ‘Rubi’ se alejaran un poco más de la cabeza. El empate del pasado fin de semana en las islas dejó un buen sabor de boca, fijándose en ciertos momentos del partido. La segunda mitad del equipo, con el gol a medias de Roger y Dani Castellano y la posterior ocasión del nueve del Pucela que podía haber cerrado el partido a favor de los visitantes descubrió un equipo que también puede competir lejos del Estadio José Zorrilla. A pesar de que con el tanto en propia meta de Chica el equipo volvió a demostrar que anímicamente, con el mínimo golpe, se tambalea, las conclusiones que se pueden sacar de cara a este tramo final de Liga, son muy positivas.

Siete triunfos posibles, pero difíciles

Las cuentas de la lechera son sencillas en esta ocasión. Si se quiere lograr estar la temporada próxima en Primera, se han de ganar los siete partidos que restan para que se llegue definitivamente a la meta y ni aún así está asegurado que se vaya a conseguir.

Si se quiere volver a Primera División hay que ganar los siete partidos que restan para el final

Las siete finales que tiene que afrontar el Real Valladolid se componen de cuatro choques en casa ante Leganés, equipo con el que ya se perdió en Butarque y que el propio ‘Rubi’ ha tildado de rocoso, Osasuna, Real Zaragoza y para finalizar la Llagostera, conjunto el catalán que va a más con el paso de las jornadas y que puede ser un caramelo peligroso en la última jornada del campeonato nacional de Liga.

Mientras que tendrá que salir de Valladolid para visitar al Recreativo de Huelva, en el Colombino, al Barça B en el Mini Estadi y al Alavés en Mendizorroza. Tres equipos que ya han perdido en el santuario pucelano y a los que los de la capital del Pisuerga ya ganaron en la primera ronda de campeonato regular. Siete partidos que aunque parezcan sencillos a priori va a costar sangre sudor y lágrimas sacar adelante, en caso de que se haga, todo, siempre, fundamentado en la búsqueda del ascenso directo.

Foto: MD

El final de temporada de los rivales

Por su parte, los rivales tampoco tienen calendarios excesivamente complicados en este final de campeonato, lo que hace ser un poco más pesimistas de cara a acatar el destino último del equipo.

Los rivales tienen calendarios parecidos a los de Rubi

El Betis, es el que mejor lo tiene, y en apenas cuatro jornadas podría certificar su retorno a Primera. A los de Pepe Mel, les restan cuatro encuentros en casa, ante Llagostera, Lugo, Alcorcón y Sporting de Gijón, en este último choque puede que no se jueguen nada, lo que sería un punto a favor de los rojiblancos, y tres fuera, ante Mallorca, Racing de Santander y Tenerife. El Girona, segundo clasificado, tiene también cuatro en su feudo, ante Osasuna, Zaragoza, Llagostera y Lugo y tres lejos de Montilivi, ante Barça B, Alavés y Mallorca en un calendario muy parecido a los de ‘Rubi’. Mientras que el Sporting recibirá a Mallorca, Racing, Tenerife y Sabadell y visitará Lugo, Alcorcón y el Benito Villamarín. Calendarios muy parecidos en los que el equipo que de un paso en falso puede decir adiós a sus opciones de ascenso.

Un camino u otro, el fin justifica los medios

Ya lo decía el otro día en la rueda de prensa postpartido ante Breogán de Lugo, Porfirio Fisac, entrenador de Mywigo Valladolid, el equipo de baloncesto de la ciudad que ha adoptado el nombre o mejor dicho el calificativo de gladiadores por las gestas que están llevando a cabo a pesar de no llevarse un euro al bolsillo desde hace más de seis meses. “La gente de Valladolid es muy impaciente”. “Al ascenso se puede llegar por dos vías, bien la del ascenso directo, que es más corta, o bien por el playoff, que es más larga, pero al final es lo mismo.

Mucha razón tenía el entrenador segoviano en esa explicación en un día muy buen para él, en lo personal, tras la victoria de su equipo. Lo cierto es que existen los dos caminos y ambos, a día de hoy, 2 de mayo de 2015, están intactos tanto en el ascenso directo, como vía de eliminatorias. Al final, esta temporada, lo que hay que conseguir es que el orden de factores, sea el que, no afecte el producto y ese debe ser el de conseguir el ascenso a Primera.