20 de mayo de 1998, Real Madrid y Juventus se daban cita en el Amsterdam Arena para disputar la final de la Liga de Campeones de la temporada 1997-1998. Los madridistas llegaban tras haber ganado al Borussia Dortmund en una semifinal marcada por la ruptura de la portería del conjunto alemán en la ida disputada en el Santiago Bernabéu; el partido comenzó con una hora de retraso y los merengues vencieron por dos goles a cero, lo que les bastó para conseguir el pase tras empatar sin goles en la vuelta en tierras germanas. La Vecchia Signora por su parte había logrado el pase tras vencer en la ida al AS Monaco por cuatro goles a uno en el Estadio Delle Alpi y caer derrotado como visitante por tres goles a dos en la vuelta.

El Real Madrid llegó a la final tras vencer al Borussia Dortmund y la Juventus al AS Monaco

Los bianconeros, que se habían alzado dos temporadas antes con el título de la Liga de Campeones, se presentaban en la final como favoritos con jugadores en sus filas como Peruzzi, Montero, Pessotto, Zidane, Davids, Didier Deschamps, Inzaghi o Del Piero, entre otros. El conjunto madrileño se encomendaba a futbolistas como Illgner, Hierro, Roberto Carlos, Sanchís, Redondo, Raúl, Morientes o Mijatovic, entre otros, para sorprender al equipo dirigido por Marcello Lippi y volver a proclamarse campeón de la máxima competición europea a nivel de clubes 32 años después, habiendo perdido una final en la temporada 1980-1981 frente al Liverpool por un gol a cero.

Eran las 20:45 cuando comenzaba a rodar el balón en Amsterdam, en los primeros instantes de partido Roberto Carlos debía retirarse momentáneamente del terreno de juego para ser atendido tras un choque con Di Livio. La Juventus aprovechaba esta superioridad para crear las primeras ocasiones del encuentro, siempre bajo la batuta de Zinedine Zidane. El Real Madrid, dirigido entonces por Jupp Heynckes, llegaba tímidamente al arco defendido por Peruzzi y, principalmente, se dedicaba a frenar el ritmo del partido y con ello las acometidas transalpinas. La tensión de los merengues se hacía latente con las múltiples imprecisiones en los pases y eran los italianos quienes llevaban el peso del partido. Conforme pasaban los minutos los blancos fueron haciéndose con la posesión del balón y gracias a ello fueron llegando las ocasiones a través de Hierro, Mijatovic o Raúl. El hecho de que los madrileños frenaran a Zinedine Zidane sirvió para que los italianos perdieran fluidez en su juego. Al descanso, con algo menos de ritmo pero con el partido pudiendo decantarse para cualquier bando aunque más favorable para el Real Madrid, se llegó con el marcador de cero a cero.

Zinedine Zidane era uno de los pilares liderando las jugadas de peligro de los de Marcello Lippi

En la reanudación, el conjunto madridista tomó la iniciativa en jugadas ofensivas, Mijatovic dejaba diversos detalles técnicos en banda aunque no encontraba a sus compañeros cuando centraba. No se amedrentó la Vecchia Signora que, entre jugadas a balón parado e Inzaghi, inquietaban la portería defendida por Illgner. En la grada, al igual que sobre el terreno de juego, los cánticos de una y otra afición se alternaban para alentar a los suyos. Pasaba el minuto sesenta y cinco de juego cuando el Real Madrid trenzó una jugada a partir de la recuperación del balón en juego aéreo por parte de Hierro, el centro de Seedorf golpeaba en Pessotto y salía por banda derecha; Panucci sacó de banda apoyándose sobre el mediocentro de origen surinamés que le devolvió el pase, el italiano ponía un centro que Raúl no acertaba a rematar pero sí en segunda instancia Roberto Carlos, su tiro desviado golpeaba en un defensor de la Juventus y quedaba sin dueño dentro del área pequeña, Mijatovic, el más pillo de todos, recogía el balón para, con sangre fría, driblar a Peruzzi primero y posteriormente sortear a Montero con su tiro y batir la portería turinesa.

Para los miles y miles de aficionados madridistas los pocos segundos que duraron la jugada se convirtieron en eternos, 32 años de sequía desde que Paco Gento levantara la sexta Copa de Europa parecían encontrar sucesor con el tanto del montenegrino. La carrera de Mijatovic hasta el banquillo blanco para celebrar el tanto representaba el júbilo en el que todos los merengues se encontraban en ese preciso instante. Lejos de relajarse, el Real Madrid aprovechó el tanto del delantero blanco, su primero en la competición, para buscar el segundo gol que dejara finiquitada la final. La Juventus lo intentaba con jugadas aisladas aunque sin poner en apuros al equipo dirigido por Heynckes. El ansia madridista por levantar la Séptima tuvo que prolongarse durante los cuatro minutos de descuento aunque con el pitido final llegaría el estallido de la parroquia blanca.

El primer gol de Mijatovic en Liga de Campeones se produjo en la final de 1997-1998 y sirvió para dar la Séptima al Real Madrid

Manuel Sanchís levantaba la 'orejona' igualando a Cesare y Paolo Maldini, padre e hijo, pues en la última Copa de Europa conseguida por el Real Madrid en la temporada 1965-1966, Manuel Sanchís padre también se proclamó campeón de Europa con el equipo madrileño. Otras de las curiosidades de esta final fueron la lesión de Mijatovic, el 'héroe' de la Séptima, durante uno de los entrenamientos de preparación, aunque el montenegrino quiso llevarla con la más absoluta discrección para no ver peligrar el puesto en 'su' partido, y la anécdota del champagne, en la que el conjunto bianconero cedió las botellas que tenían preparadas para celebrar el título, al Real Madrid.

Tras la consecución de la Séptima llegaron dos más en los siguientes años, la primera en la temporada 1999-2000 ganando al Valencia CF por tres goles a cero y la segunda en la temporada 2001-2002 venciendo por dos goles a uno al Bayern Leverkusen, con un tanto de volea que quedará para la historia, obra de Zinedine Zidane.

Este próximo miércoles el Real Madrid recibirá a la Juventus de Turín en el Santiago Bernabéu y tendrá que vivir otra de sus noches mágicas en Europa si quiere estar por segundo año consecutivo en la final de la Uefa Champions League. En la ida disputada la pasada semana en el Juventus Stadium la escuadra italiana se impuso por dos goles a uno, por lo que los blancos tendrán que ganar por diferencia de uno si los bianconeros no marcan o de dos en el caso de que sí lo hicieran. El conjunto de Concha Espina tiene muy cerca el hacer historia siendo el primer equipo en conseguir revalidar el título de campeón de esta competición, en formato Champions, y el intentar repetir la gesta conseguida entre finales de la década de los noventa y principios del 2000 en la que se llegó a conseguir hasta tres Copas de Europa en cinco años, aunque para ello tendrá que trabajar muy duro y superar en primer lugar al equipo dirigido por Massimiliano Allegri.