La historia dice que tradicionalmente el Atlético de Madrid ha hecho de la contra su forma de jugar y su forma de conseguir títulos y buenos resultados, algo que Simeone ya dijo que quería recuperar el día de su presentación como entrenador del conjunto de la ribera del Manzanares. Con una férrea defensa y rápidas transiciones defensa-ataque, el juego de los colchonores se ha hecho muy incómodo para todos sus rivales y de ese modo han logrado volver a colocarse entre los grandes de Europa y conseguir gran cantidad de trofeos en el último lustro.

Mientras que por el otro lado, el Barcelona ha sido siempre el equipo que históricamente ha practicado mejor fútbol en España. El juego de toque y las precisas y rápidas combinaciones en tres cuartos de cancha han provocado que su sistema de juego sea copiado por muchos equipos españoles y europeos pero nadie ha conseguido tanta excelencia como los azulgrana. Johan Cruyff es considerado el precursor de esta excelsa forma de jugar pero más tarde Frank Rijkaard y, sobre todo, Pep Guardiola también han triunfado recuperando dicho sistema de juego, cada uno modificándolo en función de las características de los jugadores de los que disponían en sus respectivas etapas.

Cambio de tendencia

Estas dos teorías sobre ambos equipos siguen presentes en la actualidad y siguen siendo una realidad en la forma de jugar y entender el fútbol de ambos conjuntos pero esta temporada ambos han cambiado en cierto modo su forma de jugar. El Atlético de Madrid perdió velocidad arriba con la marcha de Diego Costa y ha apostado este año por un fútbol más elaborado con Griezmann, Koke y Arda con mucha presencia en el juego entre líneas. El juego directo, las contras y el balón parado siguen siendo sus principales armas pero han añadido la posesión y la paciencia con el balón a las numerosas armas de las que ya disponían.

Por su parte, el Barcelona tras acabar en blanco la pasada temporada ha variado su juego con la llegada de Luis Enrique y ahora es un equipo mucho más directo de lo que solía acostumbrar. Con Guardiola se practicó el que quizá sea el mejor fútbol que se haya visto con una superioridad absoluta con balón y también una enorme facilidad a la hora de recuperarlo con un brillante sistema de presión alta. El declive físico de banderas de aquel Barça como Iniesta o Xavi han provocado un cambio en el juego azulgrana, que sigue siendo un equipo que domina la posesión en todos sus partidos pero al que ya no le importa ser más directo y partir el equipo en dos en distintas fases de los partidos.

Brillante rendimiento de la 'MSN'

Si Luis Enrique ha cambiado en cierto modo la forma de jugar de su equipo no ha sido por capricho, sino porque se ha dado cuenta de que con el tridente que tiene arriba formado por Messi, Luis Suárez y Neymar tiene potencial de sobra para ganar los partidos tanto a partir de la paciencia de abrir huecos con balón como dándoselo más al rival y dejando que el tridente resuelva mediante cualquier contra.

Esta pérdida del dominio absoluto de la pelota provocó que al principio el Barcelona recibiera muchas más ocasiones de gol de las que solía recibir pero unos meses después ya ha conseguido ajustar las teclas en defensa y ha reducido el número de disparos recibidos y el número de goles encajados, además de mostrar un poderío goleador brutal. Messi ha vuelto a su mejor forma y con él todo es mucho más sencillo, en ocasiones parece hasta un juego de niños para él, y a ello se ha unido una grandísima versión tanto goleadora como asociativa de Suárez y Neymar.

Mejoría general

Incluso jugadores que parecían ya en el ocaso de sus carreras como Dani Alves, Xavi o Iniesta han vuelto a mostrar una versión más que aceptable en estos últimos meses de competición. El lateral brasileño está volviendo a ser el puñal por banda derecha que demostró ser en sus mejores años y está dando gran profundidad al equipo por su carril. Mientras que Xavi está siendo importante en la rotación del equipo mientras el físico le aguante e Iniesta está volviendo a tener grandes actuaciones que en ocasiones recuerdan al gran 'Don Andrés'.

En la portería también han crecido mucho tanto Claudio Bravo como Ter Stegen, ambos figuras clave con grandes paradas tanto en Liga como en Champions respectivamente. Piqué ha sido otro de los jugadores revelación de los culés esta temporada, yendo de menos a más hasta volver a mostrar un nivel muy alto que le llevó a ser uno de los mejores centrales del mundo.

Con este brillante panorama se presenta el Barça en el Vicente Calderón con la intención de conseguir una victoria que le permita conseguir la Liga BBVA ante un Atlético de Madrid que intentará hacer lo propio para asegurar la tercera plaza con la que logre evitar jugar la previa de la Champions League. Se prevé un bonito duelo entre dos estilo que, pese a ser muy diferentes, este año se han asemejado más que nunca en ciertos momentos de la temporada.