Corría la temporada 1952-53 y el C.F. Barcelona y el Athletic Club se citaban en la final de Copa después de quedar primero y sexto respectivamente en la clasificación final de la Liga.

Duelo de artilleros

Tras la clasificación final de Liga, fueron Telmo Zarra (22 goles) y Tomás Moreno (21 goles) los mayores artilleros de la temporada. Se enfrentaban dos auténticas máquinas goleadoras; pero en esta ocasión ellos no fueron los afortunados en ver la portería rival.

Pitido inicial

En cuanto el colegiado Rafael García Fernández pitó el inicio del partido, ambos clubes mantuvieron un respeto que se plasmó con el empate a cero al final de los primero 45 minutos. Ya en la segunda mitad, el atrevimiento azulgrana tuvo sus frutos en forma de tanto, mediante el húngaro Ladislao Kubala en el minuto 46. Acto seguido, su compañero Manchón establecía con su tanto en el minuto 57 lo que parecía ser otro nuevo título en las vitrinas del conjunto catalán haciendo subir el 2-0 al marcador del partido.

Reacción vasca

Los bilbaínos, lejos de arrugarse, recortaron distancias con un tanto de Venancio en minuto 61 e intentaron restablecer la igualada en los siguientes minutos, pero Ramallets frustró sus ocasiones.

El colegiado pitó el final del partido y el conjunto catalán levanto su décimocuarto trofeo copero y tercero consecutivo ante un dignísimo rival que estuvo a punto de complicarles las cosas tras una renta de dos goles.