Una celebración acorde al éxito obtenido. Así fue la fiesta que tuvo lugar anoche en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, última parada del autobús que desplazó al equipo sevillista por los puntos claves de la ciudad, como Puerta Jerez o el ayuntamiento.

Aunque el equipo llegó pasadas las 22 horas, desde una hora antes estaban abiertas las puertas para que entrara todo aficionado que quisiera. La masificación de personas obligó a que el club abriera el acceso a la zona de preferencia que estaba reservada para el personal del club. Durante la espera, el público estuvo bastante animado con los cánticos que se hacían. En gol norte se desplegó una pancarta que rezaba "Seguimos al campeón".

"Seguimos al campeón" | Foto: Juan Ignacio Lechuga (VAVEL.com)

En torno a las 22:30 comenzó el espectáculo denominado RSP360º, que tenía su punto central en una plataforma con cuatro pantallas que miraban a cada una de las gradas. Las luces se apagaron para dar paso a los proyectores repartidos por todo el estadio, unos de luces blancas y rojas y otros con el escudo clásico o el año y ciudad donde se lograron los cuatro títulos. En las pantallas apareció un vídeo repasando la historia del Sevilla desde los inicios hasta nuestros días.

Empezaba bien la cosa. Javier Labandón 'El Arrebato' cantó el himno del Centenario, que fue coreado por toda la gente como viene siendo habitual. La imagen, el bufandeo que llenó el Sánchez-Pizjuán en todo momento.

Foto: Juan Ignacio Lechuga (VAVEL.com)

Seguidamente llegó la toma de contacto con la afición antes de ir dando paso a cada uno de los jugadores por orden numérico, excepto el capitán Fernando Navarro, que apareció en último lugar. Los futbolistas fueron saliendo desde el pie de campo de preferencia hasta la plataforma situada en el centro, hacia donde fueron subiendo en mitad de un espectacular ambiente de focos, música y cánticos.

Algunos nombres fueron más coreados que otros, como fue el caso de Krychowiak. El polaco se vino arriba y se puso a dar la vuelta al campo corriendo, entre el jolgorio de la gente. También destacaron las ovaciones a Bacca y Banega o la petición a Reyes para que se quede. El momento más divertido fue el de M'bia, quien salió con un capote y se puso a dar pases de toreo después de que Javi Nemo, el presentador, lo denominara como "el camerunés torero". El momento emotivo llegó con la salida de Nico Pareja, que volvió a sentir el calor del sevillismo después de su grave lesión. El central argentino incluso se atrevió a soltar las muletas para saludar.

Pero la presentación ante la que se cayó el estadio fue la de Unai Emery. El entrenador fue muy vitoreado, al igual que pasó con Monchi, sobre todo cuando este último se puso de rodillas para besar el césped. El cuerpo técnico también recibió el homenaje del sevillismo y los jugadores.

Desde el centro del campo, el equipo se puso a interactuar con la grada con diversos cánticos, mientras salían de una esquina banderas y balones gigantes con el escudo y las fechas de los cuatro títulos. Entonces, las pantallas proyectaron imágenes del camino y las finales en las que se consiguieron cada una de ellas.

Y al fin, la Copa. Se hizo de esperar pero mereció la pena. La parte baja de Gol Norte se iluminó con bengalas rojas y un pasillo de banderas se colocó para que el presidente José Castro y el capitán Fernando Navarro pasaran con la última Europa League, que fue ofrecida al sevillismo.

Bengaleo que recibió al trofeo de la Europa League | Foto: Juan Ignacio Lechuga (VAVEL.com)

Con el trofeo ya subido y después de cantar el We are the champions, llegó el turno de los discursos. José Castro recordó el descenso a Oviedo y cómo se preguntaban entonces si alguna vez verían al Sevilla ganar un título, algo en lo que muchos sevillistas se verían reflejados. Pero aquello cambió y ahora son un equipo grande de Europa como él dijo. Emery piropeó a la afición y habló del Sevilla como "una familia". Habló de "la magia especial que se respira" antes de saltar al terreno de juego de esta "casa, templo, santuario", algo que recuerda al equipo siempre y que es la clave del éxito, tal como él contó anoche. Para acabar, prometió que ahora iban a "jugar, disfrutar y vivir en la Champions", dejando entrever una posible continuidad. También hablaron Monchi y algunos jugadores importantes, que querían seguir la fiesta y prefirieron cantar y hacer coreografías con la gente, dando lugar a un momento bastante animado.

Bastante emocionante fue el momento en que el equipo cantó el himno con todo el estadio bajo una lluvia de fuegos artificiales que remataron una noche mágica en el Ramón Sánchez-Pizjuán que se expandió a toda la ciudad. Cuando acabó el espectáculo pirotécnico, el equipo bajó al césped y dio la vuelta de honor ofreciendo el título, dando por cerrada la enésima fiesta sevillista de la última década.

Foto: Juan Ignacio Lechuga (VAVEL.com)