Como una buena película del género bélico, todas las copas del rey esconden una historia detrás, y la que nos ha dejado esta temporada 2014/15 ha traído, cuanto menos, venganza, pasión, furia y alegría a partes iguales. Uno de sus muchos protagonistas ha sido el Atlético de Madrid que no ha llegado a hacerse con uno de los papeles de protagonista principal, pero sí ha dejado su huella en la obra.

Muchos son los años que en las calles de Madrid se llevan escuchando discusiones por establecer el color de la capital de España: unos afirman que blanca y otros opinan que se le debe añadir unas rayas rojas. Es un conflicto que tiene difícil solución, pero este año se han librado varias batallas muy relevantes y dos de las más importantes han venido dadas por la Copa del Rey.

Pero no adelantemos el final  de la historia, que el paso del Atlético de Madrid por la Copa comenzó a librarse mucho antes del duelo con el eterno rival.

Un paseo convulso

Las andadas de los colchoneros empezaban en Barcelona, exactamente en la ciudad de Hospitalet de Llobregat, los pupilos del Cholo llegaban al Estadio Municipal de Fútbol de  L’Hospitalet tras haber firmado una excelente fase de grupos en la UEFA Champions League y habiendo perdido tan sólo dos partidos en Liga BBVA, después de disputar 13 jornadas.  Los de Simeone llegaban con ilusión y con el recuerdo no tan lejano de  una copa que dos años atrás les había brindado una de las alegrías más grandes cuando se coronaron campeones en el Santiago Bernabéu.

Los colchoneros llegaron a Barcelona con la intención de dejar encarrilados los dieciseisavos de final de la Copa del Rey tras una semana muy convulsa en que los del Cholo condenaron lo sucedido con el aficionado del Deportivo de La Coruña. Salió muy bien el equipo local, que jugó contra los menos habituales del conjunto visitante. Los madrileños empezaron poco acertados pero con el paso de los minutos fueron entrando en calor. La ocasión más clara de la primera mitad la firmó el ‘Cebolla’ con un disparo lejano, sin embargo los goles no llegaron para ninguno de los dos equipos. Acabó  así la primera mitad con un cero a cero en el marcador que se modificaría en el segundo tiempo, gracias, en gran arte, a la entrada de Antoine Griezmann, quien fue el artífice del primer gol de los rojiblancos. El francés consiguió abrir la lata y Giménez quiso seguir su camino, pero el colegiado anulaba el segundo del Atlético de Madrid. Sin embargo los del Cholo avisaban y acabó marcando el capitán. El Cebolla se unió a la fiesta rojiblanca y  desde la frontal del área anotó un golazo que supuso el pitido final. Los colchoneros dejaban la eliminatoria encarrilada pero los catalanes no habían dicho la última palabra.

La vuelta se disutó en el Vicente Calderón y los locales salieron tan sólo con Koke y Mandzukic como habituales titulares en las filas de Diego Pablo Simeone, en un encuentro en el que aunque quedaron eliminados los riberencs salieron con la sensación de haber conseguido la victoria. Mario Mandzukic comenzó marcando en el minuto 19 para los locales, y los visitantes, que ya sólo con jugar en el césped del Calderón estaban cumpliendo un sueño, no pararon hasta conseguir el empate. El partido acabó 2 a 2 gracias a dos golazos de Rubén Alcaraz, el segundo de los indios lo puso el croata. En los momentos finales Jan Oblak salvaba los muebles del  Atlético de Madrid, que cerca estuvo de firmar su segunda derrota de la temporada como local a manos de los de Kiko Ramírez.

Una venganza servida en plato frío

Por caprichos del destino los del Cholo Simeone se cruzaban con el vecino en octavos de final. Madrid se vestía de gala y el Vicente Calderón acogía el primer asalto. Cristiano Ronaldo comenzaba en el banquillo y Fernando Torres volvía a su casa, el día pintaba bien para los colchoneros. Bale comenzaba anotando un gol en fuera de juego que no le subía a el marcador a los blancos, avisaba el Madrid, pero los indios lo hacían con más ganas. Las chispas saltaban en el Manzanares y cómplices de ello fueron Khedira y Raúl García protagonistas de la primera tangana. Cada vez estaba más cerca el Atlético de Madrid de la portería blanca pero tuvo que esperar hasta la segunda mitad para obtener su recompensa.

De un saque de banda del Atlético de Madrid nació la primera jugada decisiva del partido, Ramos agarraba y derribaba a Raúl García dentro del área, el colegiado señalaba penalti y el propio centrocampista navarro lo transformó en el primer gol para los locales en el minuto 58’ de partido, el Atlético conseguía el primer tanto del choque y de la eliminatoria. Lejos de llegar el empate para los de Ancelotti llegó a un Calderón que aquel día gozó de una gran fiesta el segundo tanto gracias a un testarazo de José María Giménez. El Cholo, un aficionado más, no podía contener su alegría y celebraba el gol con su hijo pequeño. El partido terminaba, no sin una fea entrada de Álvaro Arbeloa sobre el capitán rojiblanco y un último acercamiento de los galácticos a la portería de Oblak que no conseguirían convertir. Las cosas sonreían a los rojiblancos a los que todavía les quedaba una dura batalla en el Santiago Bernabéu.

En la vuelta de los octavos de final fue Fernando Torres el encargado de echar a los vikingos de la competición del rey. A los 51 segundos de la primera mitad y a los 37 de la segunda el Niño Torres estropeaba la celebración del balón de oro de Cristiano Ronaldo y las posibilidades de remontada de los de Ancelotti. Un minuto le hizo falta a Torres para dejar bien claro que las noches mágicas del Bernabéu eran cosas del siglo pasado y que habían encontrado un rival demasiado digno para un derbi que fue más decente de lo que los blancos esperaban.

 Pepe comenzaba cometiendo un error que aprovechaba Griezmann y se la pasaba a Torres para que éste firmara su primer gol con la camiseta del Atlético en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid siguió soñando con una remonta que no llegó, Sergio Ramos empataba el partido en el minuto 20’. Tras el tanto, el Madrid embestía desesperado contra un muro que no caía, lo intentó Cristiano Ronaldo, Benzema y Marcelo pero sin efectividad.

Así comenzaba la segunda parte y Torres bajaba definitivamente del sueño a los galácticos, volvía a necesitar el Real Madrid cuatro goles ante un Atlético con la posibilidad de salir al contraataque y un Fernando Torres que anotaba su primer doblete en el Bernabéu. El Atlético castigaba cada error del Real Madrid y cerca estuvo Griezmann de marcar el tercero. Se levantó el Real Madrid buscando un 2 a 2 que acabó encontrando gracias a un gol de Cristiano en el minuto 54 pero que de nada sirvió. El marcador no se movía y los locales cada vez estaban más desgastados, incluso se lesionó Pepe que tuvo que ser sustituido por Varane. Se acabó el partido con los del Cholo en cuartos de final, con la afición rojiblanca llena de ilusión y el hasta último campeón de Copa eliminado.

El último asalto de los rojiblancos en Copa

Pero si lo que habían escalado los del Cholo era ya complicado lo que les venía por delante lo era más aún. Los pupilos de Simeone volvían a Barcelona, esta vez a un escenario mayor que les traía buenos recuerdos: el Camp Nou. Dos equipos que luchaban por un pase a las semifinales. El Atlético de Madrid llegaba a la casa del Fútbol Club Barcelona tras haber vencido al Granada en el Manzanares por 2 a 0. Por su parte, los azulgranas  llegaban de Riazor, donde habían firmado una contundente victoria por 4 a 0.

 El Atlético saltaba al terreno de juego con Fernando Torres y Antoine Griezmann en ataque quedándose sentado el croata. El Barsa empezaba golpeando a un Atlético que salió dormido. Leo Messi comenzó avisando con un disparo que se marchaba por encima de los palos del guardameta esloveno. Los futbolistas rojiblancos  pidieron penalti en una caída de Diego Godín dentro del área que el árbitro no pitó. Lo intentaba desde lejos el equipo visitante pero sin peligro alguno, llegó así la mejor ocasión del partido para los colchoneros con un testarazo mal dirigido de Griezmann.

 Tras el descanso se marchaba Fernando Torres del Terreno de juego, sin apenas ser visto y entraba Mario Mandzukic . En la segunda mitad eran los locales los que más buscaban el tanto, y el Cholo pedía calma, el cero a cero no era mal resultado para los madrileños. En el minuto 85 un penalti dudoso que Juanfran cometía sobre Busquets ponía la eliminatoria de cara para los catalanes, fue Messi el encargado de ejecutarlo, su disparo lo repelió Jan Oblak pero con la mala fortuna de que el balón le cayó de nuevo al argentino y consiguió eso que tanto se le había resistido al Barsa durante todo el partido: un gol que le daba ventaja al equipo de Luis Enrique. Quedaba la eliminatoria abierta y con todo por decidir en el Vicente Calderón.

El Manzanares recibía con el sueño de una remontada al Fútbol Club Barcelona  y en los primeros minutos del encuentro pareció hacerse realidad para los rojiblancos. Fernando Torres marcaba en el segundo 40 su primer gol en su vuelta a casa delante de su afición y lo hacía de la mejor manera: un recorte sobre Mascherano  que remataba con una preciosa bolea prácticamente imposible de parar para Ter Stegen. Fue Rakitic el encargado de contestar a los indios y ponía a prueba  a Jan Oblak, examen que superaba el esloveno con una gran mano. En el minuto 11 Neymar ponía el primero para los de Luis Enrique y el Atlético remaba otra vez a contracorriente. Pero los locales no le perdieron la cara al partido. El colegiado anulaba el segundo a Neymar por posición antirreglamentaria a lo que contestaba Juanfran consiguiendo un penalti favorable a los rojiblancos cometido por Mascherano, Raúl García lo transformaba y subía el 2  a 1 al marcador devolviendo a los del Cholo a su sueño.

El Barcelona fue de menos a más y avisaba al Atlético y el que avisa no es traidor, llegó así el segundo del Barcelona, metido en propia puerta por Joao Miranda antes del final de la segunda mitad. El Atlético no bajó las manos y siguió peleando por el tercero que pudo llegar en un balón que remató Griezmann y paró con las manos Jordi Alba dentro del área, penalti que el colegiado no pitó. El fútbol es traicionero y quiso que la sentencia del Barsa llegara de la jugada en que no había sido pitada la pena máxima por el colegiado. Hatsa ahí llegó la eliminatoria de los cuartos de final, la que en el segundo tiempo no tuvo juego ninguno.

 La polémica no faltó durante el partido, al descanso fue expulsado Gabi, y la desesperación se apoderó de los colchoneros, así lo manifestó Arda Turán, quien  lanzó su bota contra un asistente del colegiado. El Atlético de Madrid lanzaba leves embestidas que no paraban de estamparse contra un muro azulgrana que no quiso meter más el dedo en la herida rojiblanca. El punto álgido de la desesperación rojiblanca llegó cuando Mario Suárez fue expulsado por doble amarilla.

Un adiós lleno de desesperación

Finalmente el Barcelona se llevó la victoria por dos goles a tres en un encuentro que se asemejó a los partidos que jugaban ambos equipos hace tiempo, con muchos huecos, goles y ocasiones para ambos, con vuelcos en el marcador, un mal árbitro, idas y vueltas, un vencedor que remontó, un derrotado desquiciado, un Atlético eliminado de Copa y un futbol Club Barcelona que seguía adelante con su objetivo de conseguir el título.

En definitiva el paso de los rojiblancos por la Copa del Rey 2014/15 ha dejado sonrisas y lágrimas a partes iguales para un equipo que cayó derrotado con la cabeza bien alta y ante el conjunto que ha acabado proclamándose campeón del título.