Puntuaciones Real Club Celta 2014/2015: delanteros

La delantera celeste ha rayado a gran nivel esta temporada, en la línea de todo el equipo. El tridente formado por Orellana, Larrivey y Nolito encabezó las tablas de goleadores y asistentes durante buena parte del curso. El andaluz volvió a ser el factor diferencial del equipo, con trece goles y otras tantas asistencias, y sobre todo con una sensación manifiesta de poder desequilibrar los partidos en cualquier momento. Su entendimiento con Orellana fue una de las grandes armas del Celta 14/15, un chileno que firmó un curso muy regular. Larri se acopló a la perfección y, aunque sus cifras goleadoras bajaron en la segunda vuelta, su trabajo oscuro de fijación de centrales y apertura de huecos fue fundamental para que lucieran el Afilador y el Ninja.

Además, en la segunda vuelta, Santi Mina se unió a la fiesta, destapándose como una de las revelaciones del equipo, con su póker al Rayo como punto álgido. Charles fue la otra cara de la moneda, con una bajada sensible de minutos con respecto a la temporada anterior y con la sensación de que no les sacó todo el provecho que podría. Bongonda, fichado en invierno, dejó detalles para el futuro y Borja Iglesias, máximo artillero del filial, consiguió debutar en Primera.

(0: Muy mal / 1: Mal / 2: Regular / 3: Bien / 4: Muy bien / 5: Excelente / S.C: Sin clasificar)

Nolito

9 | El gaditano lo ha vuelto a hacer. Igual que la temporada anterior, ha sido el factor diferencial del Celta, solventando la Liga con un doble-doble (trece goles y trece asistencias), a las que hay que añadir un pase de gol más en la Copa. Pero el Afilador ha dado un paso adelante esta temporada y no se ha limitado a ser un mero finalizador: su participación en el juego colectivo ha sido muy superior a la del año pasado, su balance defensivo más que correcto y su capacidad de desequilibrio, a la altura de los mejores jugadores de la Liga. Su temporadón no ha pasado desapercibido para Del Bosque, que le llevó dos veces a la selección española, ni para la AEPD, que le ha nombrado como revelación de la temporada.

Su curso fue de la mano del del Celta. Empezó muy bien, en un gran estado de forma y, tras acabar la pretemporada como máximo goleador del equipo, arrancó la Liga a un nivel muy alto, sumando cinco goles en ocho jornadas y desarbolando a defensas rivales con sus regates y sus asociaciones con Orellana. Nolito marcó en el Calderón, en San Mamés y en el derbi de Balaídos contra el Dépor, además de dejar una sensacional asistencia de tacón para Larrivey en el Camp Nou.

El bajón de resultados del Celta coincidió con el del gaditano, que bajó físicamente y estuvo sin ver portería doce jornadas seguidas. Tres meses y medio sin marcar, en los que también padeció algunos problemas musculares. Berizzo le relegó al banquillo en Málaga y en casa contra el Almería. También contra el Valencia en Balaídos, pero su salida en la segunda parte dejó ver su mejor versión. Estaba de vuelta.

Nolito se reencontró con el gol en el momento clave de la temporada. El choque contra el Córdoba, en el que estaba en juego la cabeza de Berizzo, el gaditano se sacó un disparo marca de la casa para que el Celta ganase un partido de Liga diez jornadas después.

Nolito fue el factor diferencial del Celta

Aquel choque fue la rampa de lanzamiento del equipo vigués, que resurgió de sus cenizas y fue hacia arriba. Caso similar al del propio Nolito, que volvió a marcar la semana siguiente en San Sebastián para rescatar un punto y participó con un gol de penalti en la gran victoria ante el Atlético de Madrid en Balaídos, en uno de los partidos más completos de la temporada.

A partir de ahí, el internacional estuvo ocho jornadas sin marcar. Sin embargo, aunque no aportó goles, siguió mostrando un gran nivel de forma que fue aumentando en la fase final del campeonato, en la que volvió a enlazar cinco jornadas consecutivas marcando diferencias y goles. Igual que el año anterior, Nolito acabó el curso como un tiro, lo que le ha servido para volver a la selección y para ver su nombre en la clásica rumorología de fichajes.

Orellana

8 | Si algo ha marcado la temporada del chileno ha sido la regularidad. El Ninja ha sido titular de principio a fin, a excepción de Vallecas y de los tres partidos que se ha perdido por sanción. Su dinamismo y electricidad han sido el complemento perfecto para Nolito, un binomio letal para los rivales. Empezó muy acertado de cara a portería, mojando en las tres primeras jornadas. Sin embargo, el chileno no es un goleador, y eso se notó a lo largo de la temporada.

Sus prestaciones apenas bajaron cuando el Celta entró en el bache de la temporada. Hizo el gol que dio la clasificación para octavos de la Copa contra la UD Las Palmas y tiró como nadie del carro en los malos momentos. Además, fue el autor del gol (contra el Valencia en Balaídos) que puso fin a la sequía de doce horas que atravesaron los celestes.

El binomio Nolito-Orellana, letal

En algunos momentos del tramo final de la Liga, se vio a un Orellana algo cansado, fruto de la acumulación de minutos. La parte negativa del chileno fue sin duda su falta de autocontrol sobre el césped, que le llevó a acumular trece tarjetas amarillas, la gran mayoría por protestar, y una roja, por tirarle una brizna de césped a Busquets.

Larrivey

7 | La primera temporada del argentino en el Celta ha sido más que buena. Once goles y sobre todo una gran cantidad de trabajo sucio han sido sus grandes valores. Sus carencias técnicas no le impidieron ser un puntal del ataque celeste y su labor de fijación de centrales y apertura de huecos tuvo mucho que ver en el lucimiento de los extremos.

Larri empezó el campeonato como un tiro, marcando en los cinco primeros encuentros en Balaídos. Además, firmó el tanto de la victoria en el Camp Nou y alcanzó las siete dianas en diez partidos. Igual que Nolito, y el equipo en general, el argentino entró en barrena a partir de ahí y atravesó una mala racha que le llevó a estar trece jornadas sin marcar, a ver como perdía su puesto en favor de Charles y a encontrarse con una surrealista sanción de cuatro partidos, cuando Gil Manzano le confundió con Augusto, que le llamó ladrón al término del Celta-Almería.

Pero no pudo encontrar un lugar mejor para reecontrarse con el gol el bueno de Larri. El delantero de Gualeguay firmó el 0-2 definitivo en O noso derbi de Riazor saliendo desde el banquillo. Las prestaciones del argentino volvieron a subir, recuperó la titularidad y ayudó mucho al equipo a conseguir la salvación a dos meses del final de Liga y a quedarse a las puertas de Europa. No obstante, el flujo goleador se estancó y Larrivey solo mojó en San Mamés y contra el Rayo en Balaídos, en donde firmó un doblete.

Santi Mina

7 | La del canterano en el curso recién finalizado es una historia de superación. De no bajar los brazos jamás. Comenzó inédito, sin minutos, ni siquiera residuales. Durante el inicio liguero se habló de una cesión en invierno, incluso de traspaso. Sin embargo, Santi calló y trabajó, esperando su oportunidad, que llegaría en la jornada 9, contra el Levante en casa. La sanción de Orellana le abrió las puertas de la titularidad y el atacante vigués firmó un buen partido.

Aquel encuentro, junto con unas buenas actuaciones coperas, en las que sumó dos goles, una asistencia y la certeza de que podía ser útil al equipo, le ayudaron a crecer. Berizzo recogió el guante y, poco a poco, le fue dando protagonismo. De nuevo el momento clave, el día del Córdoba. El argentino se atrevió con cuatro delanteros y Santi entró en la derecha aquel día. Volvió a rendir, volviendo loco al lateral cordobesista y asistiendo a Nolito para que marcase el gol de la victoria.

El trabajo silencioso de Santi encontró su momento

Pero su explosión fue el día del Rayo. Su sequía liguera llegó a su fin y de qué manera. Santi Mina firmó un póker que le llevó a ser portada de numerosos medios internacionales y batir varios récords de precocidad. Ya no frenó. Sumó goles y asistencias contra Eibar, Real Madrid, Almería y Sevilla, certificando así que la confianza ganada a pulso tenía razón de ser. Su final de temporada ha sido tremendo y le ha confirmado como una de las revelaciones del equipo. Su futuro, no tiene límites, y la temporada podría ser la de su explosión definitiva.

Charles

5 | La campaña del brasileño no ha sido buena. Sobre todo si se compara con la anterior, en la que sumó doce goles y unas prestaciones excelentes. Perder el puesto en favor de Larrivey no le sentó bien, y el de Belem no ha sabido mantener el nivel del año pasado en las oportunidades que se le presentaron.

No es tanto una cuestión de números como de sensaciones. Es más, Charles hizo goles importantes este año, como en Riazor, donde fue titular y abrió el marcador, o en el Ciutat de Valencia, donde consiguió un gol postrero que le dio la victoria al Celta en el último momento. El brasileño tuvo irrupciones interesantes desde el banquillo en Córdoba, en Bilbao y en Barcelona, en donde a punto estuvo de marcar. Se encontró con la titularidad en Málaga, en donde anotó dos goles legales que le anularon por fuera de juego. A partir de ahí tuvo cierta continuidad y enganchó varios partidos seguidos como titular, favorecido en parte por la sanción de Larrivey, y marcó en Getafe y en Riazor.

No obstante, la sensación era que Charles no estaba dando todo lo que podía dar. Nunca negociaba con el esfuerzo y siempre se vaciaba en los desmarques y en las presiones. Sin embargo, se mostraba impreciso en las acciones técnicas, justo en lo que se presume superior a su rival por el puesto. A pesar de marcar un gol partido contra el Levante, su presencia del once titular se esfumó hasta que el Málaga visitó Balaídos, en un partido trascendental en la lucha por la séptima plaza. Charles salió de cara, pero cuajó un partido muy flojo, desacertado en el remate y fallón en controles y pases. Contra el Sevilla volvió a ser titular y aunque sumó una asistencia, siguió sin dar buenas sensaciones. La rumorología lo sitúa en la rampa de salida este verano.

Bongonda

6 | El fichaje del belga en el mercado de invierno respondía a una planificación a medio plazo. Su insultante juventud, su explosividad y su margen de progresión fueron factores determinantes para su contratación. No tanto la posibilidad de ayudar al equipo de inmediato. El belga dejó detalles que demuestran que puede ser un jugador para mañana, pero que todavía está verde para ser un jugador para hoy.

No obstante, y a pesar de los clásicos problemas para adaptarse al ritmo de la Liga, Bongonda demostró que puede ser un revulsivo para partidos cerrados. Su facilidad para la profundidad y el centro son un valor escaso en el fútbol moderno y es de esperar que a medida que acumule minutos la temporada que viene, ira a más. En el presente curso dejó buenas actuaciones en San Sebastián, donde sirvió a Nolito el gol del empate o en Granada, donde fue él mismo el que rescató un punto para el Celta en el tramo final. Tras estos meses de adaptación, la temporada que viene servirá para medir hasta donde alcanza su potencial.

Borja Iglesias

s.c. | El temporadón del santiagués en el filial tuvo el premio de la permanencia y de 17 goles en su mochila. Pero, además, tuvo el reconocimiento de Eduardo Berizzo, que le hizo debutar con el primer equipo en el Sánchez Pizjuán. El ariete disputó los últimos diez minutos del choque tras relevar a Santi Mina. Apenas tuvo tiempo para demostrar nada, pero se vació como si no hubiera un mañana.

Su rendimiento en el Celta B deja claro que la Segunda B le queda pequeña. El club debe valorar si cederle a un Segunda para que siga creciendo o tomar la decisión de subirle definitivamente al primer equipo y que tenga oportunidades para demostrar si está hecho para la Primera División. Futuro.

Resumen temporada 2014/2015 del Real Club Celta

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