Al igual que su temporada, la pretemporada del Levante UD  estuvo cargada de partidos complicados, tanto en tierras levantinas como fuera de España. Hasta cuatro encuentros disputó el cuadro granota ante clubes de prácticamente todas las categorías del fútbol español. Cabe destacar sobre todo el primero de ellos, el que abrió la nueva campaña, donde el equipo no tuvo problemas para deshacerse de su filial, el Atlético Levante (0-2).

El equipo dispondría de dos alineaciones diferentes a lo largo de los 90 minutos.  De esta manera, los granotas formaron en el primer tiempo con Javi Jiménez, Pedro, El Adoua, Kike Torrent, Juanfran, Sissoko, Simao, El Zhar, Morales, Ivanschitz y Barral, mientras que en en segundo lo ha hecho con Ovejero, Xumetra, Simao, Mateo, Nikos, Diop, Víctor Pérez, Rubén, Gavilán, Casadesús y Nong. El marcador lo estrenaría Ivanschitz superada la media hora de partido y lo sentenciaría Casadesús ya en la recta final del partido.

Ilusionante pretemporada

Menos dificultades tuvo el equipo para vencer al Teruel, actual equipo de la Tercera División. La alineación granota estuvo formadaJavi Jiménez, Rubén, Morales, Gavilán, El Adoua, Xumetra, Casadesus, Pedro López, Diop, Simao y Mateo., aunquetTambién jugaron Ovejero, Iván López, David Navarro, Barral, El Zhar, Víctor Pérez, Ivanschitz, Sissoco, Camarasa, Torrent y Jasón. El partido estaría marcado, sin duda, por la gran actuación de Pedro López. El jugador se adjudicó un hat-trick con tres tantos de gran calidad. La ‘manita’ final la completarían Ivanschitz y Xumetra.

Con todo ello acababa la pretemporada terminaba en tierras españolas y el equipo procedió a iniciar su pequeña gira por Holanda, donde acabaría invicto en los dos partidos que disputaría. El primero de ellos en el estadio del SV Driel, donde el Levante firmaría tablas (1-1) ante el Vitesse. Barral, héroe y villano, sería el protagonista del encuentro no sólo por el gol que anotaría, sino también por fallar un penalti que hubiera decidido el choque. El tanto del empate, firmado por el local Prooper, pondría punto y final a un partido en el que el equipo merecería más.

Mejores sensaciones cosecharía el equipo, entrenado por aquel entonces por Mendilíbar, conseguiría vencer en su último encuentro de preparación  al BVV Barendrecht por un ajustado 1-2. El conjunto neerlandés tomaría ventaja en el marcador con un gol de Esajas, pero los tantos de Morales al borde del descanso  y de Casadesús en la recta final del partido hicieron una realidad la remontada granota.

Así pues, el equipo iniciaba la temporada de la mejor de las maneras: cuatro partidos y tres victorias, un empate y ninguna derrota. Sin todavía un once definido, sin haber experimentado antes la zaga de tres centrales y dos carrileros, los granotas empezaban las competiciones oficiales donde el sufrimiento sería la tónica dominante desde agosto hasta mayoA

Arranque liguero esperanzador

La preparación de la temporada 2014/2015 arrancaba para el Levante hace poco más de un año. El 30 de mayo de 2014 José Luis Mendilibar era presentado como nuevo entrenador del conjunto granota. El técnico vasco era el encargado de tomar el relevo de Joaquín Caparrós, con el objetivo de conseguir la permanencia en Primera División lo más pronto posible. Sin embargo, el resto de equipos de la Liga BBVA no se lo iba a poner nada fácil.

El 24 de agosto, Mendilibar se estrenaba como técnico del Levante en un partido oficial. En la primera jornada liguera, la afición del Ciutat de València se llevó el primer mazazo de la temporada al ver cómo su equipo caía derrotado 0-2 contra el Villarreal. Los de Marcelino tuvieron que esperar hasta la segunda mitad para conseguir plasmar sobre el marcador la enorme superioridad que demostraron en el feudo levantinista.

Una semana más tarde, el Levante viajó a San Mamés con la intención de quitarse el mal sabor de boca y sumar los primeros tres puntos. Sin embargo, el Athletic de Bilbao superó con claridad al conjunto dirigido por Mendilibar. Tras sellar la clasificación a la Liga de Campeones, los ‘leones’ no fueron buenos anfitriones y amargaron la visita granota, saliendo victoriosos con un contundente 3-0. El cuadro levantinista no conseguía transmitir buenas sensaciones sobre el césped, por lo que ya se intuía que la temporada iba a ser muy larga.

Tras dos derrotas consecutivas, el técnico vasco debía afrontar la visita a La Rosaleda, donde se disputó un partido en el que el Málaga fue claramente superior. A pesar de ello, Jesús Fernández evitó una y otra vez que el cuero perforara la portería visitante. Gracias a sus innumerables paradas, el conjunto granota consiguió mantener la portería a cero, permitiéndole sumar su primer punto en Liga. Un empate que supo a gloria tras el sufrimiento que vivió el Levante durante los 90 minutos.

La primera sensación positiva para el equipo de Orriols no tardó en esfumarse, ya que la cuarta jornada le deparaba la visita del Barcelona al Ciutat de València. El actual campeón de Liga no tuvo concesiones y arrolló al equipo de Mendilibar con un más que contundente 0-5 a domicilio, aunque pudieron ser más. Fue un golpe crítico, pero no decisivo. El Levante tiró de casta para remontar el vuelo en la siguiente jornada. En su visita a Los Cármenes, derrotaron por 0-1 al Granada de Caparrós gracias al gol de Rubén García. Tras un mes de campeonato, el canterano consiguió inaugurar la cuenta goleadora de su equipo. Un gol que les servía para sumar los primeros tres puntos contra un rival directo en el torneo de la regularidad.

De cara a la sexta jornada liguera, Mendilibar revolucionó el once que partiría de inicio contra el Rayo Vallecano, dejando a Morales y a Camarasa en el banquillo. Sin embargo, los cambios no dieron sus frutos y cayeron derrotados 0-2. Leo Baptistao fue el verdugo del levantinismo, marcando su segundo doblete en lo que iba de temporada. Una semana más tarde, el Levante intentó resarcirse en Ipurúa. Encarriló muy pronto el partido con un 0-2, pero la reacción armera en la segunda mitad pilló desprevenido al conjunto granota y el encuentro acabó 3-3. Dejaron escapar 2 puntos muy importantes contra un Eibar que apuntaba a ser el equipo revelación de la temporada.

Las dos semanas siguientes supusieron un duro golpe para el levantinismo. Un Real Madrid imparable siguió la pauta marcada por el Barcelona y también ganó 0-5 en el Ciutat de València. La goleada fue la gota que colmó el vaso. El nefasto arranque de temporada provocó la destitución de José Luis Mendilibar. Lucas Alcaraz fue el elegido para sustituirle a los mandos del vestuario granota. Sin embargo, no se vio ningún avance en su primer encuentro, ya que cayeron derrotados 3-0 en Balaídos ante un Celta liderado por Larrivey.

A pesar de ello, el técnico granadino no tardó en darle una alegría al levantinismo. En su segundo partido al cargo del Levante, consiguió la primera victoria ante su afición (2-1). El Ciutat de València disfrutó del triunfo gracias a los goles de David Barral y Víctor Casadesús. Sin embargo, el Almería dio la cara y estuvo a punto de empatar el partido en el minuto 93. Lucas Alcaraz consiguió sumar sus primeros tres puntos para sacar al equipo de la zona de descenso. Comenzó una etapa ilusionante que hacía olvidar que el equipo sólo había sumado 8 puntos de los 30 disputados hasta el momento.

Altibajos en Orriols

La buena imagen ofrecida en la primera victoria en casa, frente al Almería, tuvo son continuidad en la jornada 11. El Levante visitaba el siempre difícil Sánchez Pizjuán, casa del entonces campeón de la Europa League (que ha revalidado título) y aspirante a puesto de Champions hasta la última jornada. El resultado final fue 1-1, en un partido abierto y difícil, recordado seguramente por los 11 minutos de añadido entre las dos partes. Los más de 100 minutos de juego y el factor campo no fueron suficientes para el Sevilla, y el Levante se llevó a Valencia un punto de oro, y algo mejor para futuras jornadas: buena imagen y recuperación de una confianza que parecía perdida.

Con el aval de la victoria ante el Almería y el punto de Sevilla, visitiba un crecido Valencia el Ciutat. Derbi por todo lo alto, en el momento más dulce de la temporada para el conjunto granota. El partido no decepcionó, y el campo, lleno hasta la bandera, presenció la segunda victoria consecutiva en casa de su equipo, nada más y nada menos que ante el eterno rival. Después de una primera parte llena de emoción pero vacía de goles, llegaron los tres tantos del partido. Casadesús prolongaba su racha goleadora en el 57, pero Parejo en el 73 hizo por un minuto pensar que el Valencia acabaría remontando el choque. Un minuto, que fue lo que tardó en responder Morales al tanto ché con un excelente zurdazo cruzado desde fuera del área que se coló por toda la escuadra. 2-1 fue el resultado, tres puntos más, y el Levante, por fin, salía del descenso, ascendiendo hasta el puesto número 13.

La exigencia de los últimos encuentros y la lluvia que dificultó el juego en Cornellà con un alto grado de exigencia física, hizo que el Levante volviera a naufragar, cayendo por la mínima (2-1) ante el Español. Aquí comenzó un nuevo bache del conjunto granota, que por el momento seguía sin caer al farolillo rojo. Tras este partido, hubo partido entre semana, ya que en los dieciseisavos de final tocaba ir a Albacete en la ida. El resultado, 1-1, dejó con ventaja al equipo, que pudo dosificar algunos de sus jugadores para un nuevo partido de liga, en casa frente al Getafe, que también finalizó 1-1. La visita en la jornada 15 a Córdoba, terminaba de evidenciar la mala racha de los valencianos: el resultado, 0-0, y las carencias en el juego mostrada en los últimos partidos, no hacían todavía pensar en lo peor, pero si quedó la sensación de que en alguno de los tres encuentros de liga se podía haber sacado algún resultado más positivo.

La vuelta de Copa se sacó con algún apuro (0-0 fue el marcador, y el Levante se clasificó por el gol fuera de casa de la ida), y el último partido del año frente a la Real Sociedad tampoco terminó de dejar buenas sensaciones (1-1). Lo positivo de esta mala racha en el ruego fue que por lo menos en cuanto a resultados se refiere, no fue tan mal, ya que de los últimos nueve partidos disputados, tan solo uno acabó en derrota. 

Arrancaba el año, pero la victoria se resistía. El Levante perdió ante el Atlético de Madrid (3-1), y volvía a acercarse peligrosamente a los puestos de descenso. Si el equipo finalizó el año sin fuerzas, ahora tras las vacaciones, lo que le faltaba era reencontrarse con el buen juego mostrado desde la victoria frente al Almería. Frente al Deportivo, rival que luchaba por los mismos objetivos, y en casa, pasaba la oportunidad de revindicarse nuevamente, pero no fue así: el partido finalizó con un 0-0 en el que el Deportivo tuvo las mejores ocasiones y ese empate no evitó entrar de nuevo en la zona roja: puesto 18, en la jornada 18.

Como si de un golpe psicológico se tratara, y a pesar de que la imagen empezó a mejorar, los dos siguientes choques ligueros se perdieron por la mínima (1-0 y 1-0), frente a Elche, con el que se cerró la primera vuelta en puestos de descenso (19º) y Villarreal. En ambos partidos la imagen ofrecida fue buena, pero faltaron ideas en ataque y además, frente al Elche, la expulsión de David Navarro al poco de empezar hizo muy cuesta arriba cualquier opción azulgrana.

Tras estos últimos partidos, vinieron los cuartos de final de la Copa del Rey frente al Málaga, donde la afición esperaba que fuera un bálsamo para ahogar las penas y los malos resultados. No fue así, sino todo lo contrario. El resultado de la ida en la Rosaleda (2-0) hacía que la remontada se antojara muy complicada. En la vuelta en Valencia, para colmo, en el minuto 38 el marcador reflajaba 0-2. Cuando más tocado estaba el Levante, resurgió de sus cenizas y tirando de orgullo, Barral marcó en el minuto 70 el 2-1. Tres minutos más tarde empató el partido y en el 85, Juanfran culminó una remontada que, aunque fuera insuficiente, llenaba de moral al equipo, dando un paso importante para dar la vuelta a esta mala situación: eliminados de Copa y penúltimos clasificados.

Piedras en el camino

El Levante llegaba a la jornada 21 en un encuentro disputado el 2 de febrero frente al Athletic Club como equipo colista de Primera División y con la necesidad de sumar los tres puntos para salir del descenso, pero tras un doblete de Aritz Aduriz el conjunto granota cayó derrotado ante su hinchada por 0-2, una afición que llevaba sin ver ganar a los suyos en el campeonato liguero desde el derbi valenciano disputado el 23 de noviembre en el que consiguió la victoria por 2-1.

La próxima semana, los hombres de Lucas Alcaraz recibían al Málaga concienciados de que tenían que conseguir un buen resultado en su estadio para salir del último puesto, una posición que le condenaba al descenso. Frente al cuadro boquerón el Levante volvió a saborear un triunfo diez partidos después. David Barral, líder del vestuario azulgrana, firmó un triplete y Kalu Uche marcaba su primera diana con la elástica granota. El duelo se saldó con un definitivo 4-1, con un gol de Juanmi para los andaluces y con buenas sensaciones de los locales, que lograron salir de la última posición de la clasificación.

Tras la victoria frente al Málaga y la moral de haber cosechado tres puntos en la lucha por la permanencia en la máxima categoría, el Levante visitaba el Camp Nou y se enfrentaba a un arrollador Barcelona. El equipo culé goleó al cuadro de Orriols por 5-0 y dejaba muy tocada a la parroquia levantinista. Una semana más tarde, los de Alcaraz se enfrentaban a un rival directo, un adversario de su misma liga y no podían dejar escapar la oportunidad de sumar los tres puntos. El Levante se impuso 2-1 al Granada, adelantaba al equipo rojiblanco en la clasificación pero no le servía para acabar la jornada fuera de los puestos de descenso.

Durante la temporada el Levante daba una de cal y una de arena. Tras cosechar un triunfo frente al Granada el conjunto granota cayó derrotado en Vallecas por 4-2 con una gran exhibición de Alberto Bueno, que en 15 minutos marcó cuatro tantos que hundieron a los visitantes. Otra semana más los azulgranas no lograban salir de la zona de peligro, algo que cambió en el siguiente duelo frente al Eibar. El Levante consiguió remontar el choque en el Ciutat de València y tras el definitivo 2-1 salía del descenso a Segunda División.

Con un punto fuera del descenso, y en pleno mes de marzo el Levante sumó dos derrotas consecutivas. Primero cayó derrotado frente al Real Madrid en el Santiago Bernabéu por 2-0 y con 25 puntos volvía a los puestos de descenso, y después contra el Celta de Vigo fue superado en el feudo levantinista por 0-1 con un solitario gol de Charles en los últimos minutos del encuentro, sin tiempo para reaccionar. El cuadro granota atravesaba por una situación muy delicada.

La jornada 29 era vital para los intereses del Levante. La plantilla de Lucas Alcaraz se medía al Almería, empatados ambos equipos a 25 puntos. La hinchada de Orriols viajó hasta Andalucía para apoyar a los suyos en un choque trascendental y le dio ese aliento para que sus jugadores salieran victoriosos en Los Juegos Mediterráneos. El Levante sacó sus armas y Barral volvía a marcar las diferencias con un nuevo hat trick. Una goleada por 2-4 hacía que el equipo valenciano ascendiera hasta la decimoquinta posición con 28 puntos con una ventaja de tres unidades sobre el descenso.

El campeonato liguero estaba al rojo vivo en el último tramo del curso y el Levante recibía al Sevilla de Unai Emery, un equipo en lucha por un puesto para disputar la Liga de Campeones la próxima campaña. Los granotas merecieron más, se dejaron la piel sobre el verde de Ciutat de València pero el conjunto hispalense se impuso por 1-2, una derrota que mantenía a los azulgranas con 28 puntos y en plena lucha por el descenso en los últimas ocho finales de la temporada.

Salvación granota

El Levante, que ya empezaba a mostrar una mejor cara y una indudable mejora en la actitud y en el juego, se enfrentaba ahora a su eterno rival, el Valencia CF en el feudo de Mestalla. Era un duelo desigual, donde los ché se encontraban metidos de lleno en la pugna por los puestos de Champions League y los de Lucas Alcaraz, por su parte, llegaban muy necesitados de puntos para huir del descenso, puesto que las buenas sensaciones de las jornadas anteriores no habían podido traducirse en una renta de puntos reseñable porque los resultados no habían acompañado tanto como se había merecido.

El conjunto dirigido por Nuno Espírito Santo endosó un doloroso 3-0 al bloque de Orriols que les dejaba  contra las cuerdas. Pero esta derrota supuso un punto de inflexión para los azulgrana. La semana siguiente lograron un disputadísimo punto frente al RCD Espanyol en el Ciutat de València que, a la postre se convertiría en vital para la permanencia. Después llegarían dos victorias consecutivas contra Getafe y Córdoba –la primera vez que la escuadra granota lograba tal racha en esta temporada– y por fin se divisaba la luz.

El Levante veía la zona peligrosa desde la distancia y pese al tropiezo en Anoeta, mantuvo una renta de cinco puntos sobre el descenso. Sin embargo, a falta de tres jornadas, todo quedaba muy abierto y había incertidumbre porque se recibía al vigente campeón, el Atlético de Madrid de Simeone, un combinado sin duda peligroso, que peleaba por los primeros puestos y no podía permitirse margen de error. El choque planteado por los de Alcaraz fue sublime; se adelantaron dos veces y los colchoneros debieron igualar el marcador en sendas ocasiones. El peleadísimo empate que se logró en este emocionante encuentro sirvió para dejar el objetivo de la salvación al alcance de la mano para el Levante.

Un punto bastaba para certificar la permanencia en Riazor ante un RC Deportivo de La Coruña que se jugaba la vida. Pero los de Orriols podían conseguir igualmente la permanencia sin siquiera vencer si en otros campos se daban resultados favorables. Así, los gallegos retuvieron los tres puntos en casa merced  al 2-0 que cosecharon, pero el Levante festejó la salvación gracias al empate del Éibar y la derrota del Almería ante el Sevilla. La siguiente y última jornada fue un mero trámite; un derbi regional para cerrar la temporada con fiesta. Los azulgrana recibieron al Elche, también salvado, el Orriols y el empate a cero inicial bastó para dar por concluido un campeonato que se atragantó más de lo esperado al inicio.

Y con el fin del ciclo se daba el pistoletazo de salida a otra nueva ilusión. Manolo Salvador se puso automáticamente en la elaboración del nuevo proyecto para la temporada 2015/2016, la sexta consecutiva de los granota en la Liga BBVA. Al cierre de estas líneas ya se ha renovado a Morales y se trabaja en la extensión del contrato con David Barral, cuya aportación fue vital en el tramo final del curso, así como en la búsqueda de nuevos refuerzos. La salida de Pape Diop parece un hecho, pero el buen trabajo de Sissoko y Camarasa –que han ido de menos a más–, junto a Simao Mate, ha hecho que su ausencia en las últimas semanas por una lesión de tobillo haya pasado desapercibida.

Asimismo, se ha empezado ya la nueva campaña de abonos, en la que se mantiene la oferta de pases gratis para los hijos y nietos de los abonados (hasta 14 años) y se compensa la subida de precios en torno al 10% con la inclusión de todos los partidos de Liga y Copa. Arranca el nuevo Levante UD, un Levante histórico.