Pere Pons Riera (Sant Martí Vell, 1993) es considerado el jugador revelación de la Liga Adelante que ha tocado a su fin, a excepción de la fase de ascenso. El canterano se ha asentado por completo en el esquema de Machín y el salto de calidad que ha dado en la presente temporada ha sido muy notable. Tanto es así que ha disputado 3.532 minutos en la fase regular.

El año pasado dispuso de pocos minutos a principio de temporada, con Ricardo Rodríguez en el banquillo. En el mercado invernal, la incorporación por cesión de Agostinho Cá del Barcelona B relegaba a Pere Pons a un papel todavía más residual que el que tenía, por lo que el club decidió cederlo al Olot, de Segunda División B.

La operación fue del todo fructífera dado que en el equipo de la Garrotxa adquirió experiencia y gozó de la continuidad que le faltaba en el club de su vida. En junio se reincorporó a la disciplina del equipo gerundense, ya con Pablo Machín como entrenador. La pretemporada ya fue una buena prueba de fuego para el mediocentro, que empezó siendo titular, condición que no ha abandonado en toda la temporada.

Bien flanqueado por Granell y Eloi (cuando éste último causaba baja eran Íñiguez o Cristian Gómez), Pere Pons abarca mucho terreno, es infatigable, defiende con mucho criterio y cuando tiene el balón en los pies suelta destellos de su enorme calidad. Su humildad y el hecho de ser de la casa hacen de él un jugador muy querido entre la afición del Girona.