Ha llegado el momento cumbre de la temporada, el instante que todo el mundo estaba deseando para demostrar de lo que es capaz el equipo. Una vez que se tuvo que renunciar a la posibilidad de regresar a Primera por la senda del ascenso directo, todos los integrantes del plantel pucelano hicieron una conjura para centrarse de lleno en el importante a la par que atractivo reto que tenían por delante. La misión de devolver al Real Valladolid a la máxima categoría del deporte rey a nivel nacional no es nada sencilla, pero la gente a orillas del Pisuerga es muy consciente de que hay potencial más que suficiente dentro de este bloque para que los castellanos vuelvan a estar en el privilegiado lugar que tanto ansían.

Muchos son los aspectos que podríamos enumerar y desgranar que juegan un papel fundamental y vital para materializar un objetivo tan relevante como es un ascenso a la Liga BBVA, si bien es cierto que lo primordial es conseguir que la confianza y el optimismo no se disuelvan de manera instantánea y preocupante en el seno de toda la parroquia blanquivioleta. La prueba que va a tener que afrontar el Pucela contra la UD Las Palmas va a suponer una encrucijada realmente difícil tanto para vallisoletanos como para grancanarios, en la que será sin ningún atisbo de duda una eliminatoria abierta, disputada y muy pareja entre dos de las plantillas de Segunda División que tienen una propuesta similar en lo que a su estilo de juego se refiere.

Los de Rubi aún no conocen el triunfo contra Las Palmas

No se puede pasar por alto que los pupilos de Rubi no han sido capaces de doblegar a su adversario en ninguno de los dos enfrentamientos previos de la temporada, por lo que ese aspecto psicológico es más que probable que haga mella en el conjunto albivioleta en determinados momentos del cruce a doble partido contra los amarillos. El duelo de la primera vuelta se saldó con un ajustado 1-2 para Las Palmas, un equipo que consiguió voltear el encuentro después del tanto inicial pucelano transformado por Óscar Díaz, un jugador que prácticamente se ha visto condenado al ostracismo ante la llegada de grandes baluartes como Hernán Pérez, Jonathan Pereira (quien debe recuperar su mejor versión) o Roger Martí, el auténtico '9' del Club presidido por Carlos Suárez.

En cuanto a la cita celebrada en la isla de Gran Canaria disputada hace poco más de mes y medio, cabe destacar que los de blanco y violeta se adelantaron nuevamente merced a una diana anotada por Roger, el killer valenciano que había vuelto al esquema de Rubi con la voracidad que le define después de superar la grave lesión que padeció a finales del pasado mes de septiembre en El Molinón frente al Sporting de Gijón. No obstante, la alegría duró en la escuadra castellana lo mismo que un caramelo en el patio de un colegio, debido a que Chica se introdujo el esférico en su propia portería en una acción desafortunada justo cinco minutos más tarde del gol marcado previamente por el ex del Real Zaragoza.

El jugador número '12'

Y qué decir tiene que la importancia de la afición va a ser capital para llevar a los suyos en volandas al ansiado y preciado ascenso con el que se lleva soñando desde que arrancara la campaña en agosto de 2014. Es cierto que ha habido momentos en los que la familia pucelana se ha sentido un poco defraudada y resignada con motivo del mal rendimiento de los de Rubi en tramos concretos del presente curso futbolístico, pero lo que es innegable es que jamás ha dejado de apoyar a sus jugadores, ya fuera desde el campo, desde casa o desde cualquier punto del planeta en el que tuviera la posibilidad de compartir su pasión por su querido Real Valladolid.

El Pucela ya ha tenido que pasar alguna vez por la prueba del playoff para conseguir uno de los billetes que otorguen el premio a Primera División, con suerte algo dispar en lo que hace alusión a sus experiencias por dicho compromiso. El año 2011 se antojaba complicado para el plantel blanquivioleta, sobre todo teniendo en cuenta que llegaba de un duro descenso en la última jornada del campeonato doméstico 2009/2010 tras caer por un contundente 4-0 en el Camp Nou contra el FC Barcelona, que a la postre sería el campeón del torneo liguero gracias a ese triunfo.

(Foto: Real Valladolid).

No fue posible subir de forma directa

Sin embargo, los castellanos hicieron borrón y cuenta nueva para poner los cinco sentidos en completar un curso meritorio en la Liga Adelante. No fue posible subir de forma directa, por lo que tocaba jugarse el todo por el todo en la promoción de ascenso contra el Elche CF, un equipo que por desgracia está siendo de rigurosa actualidad en las últimas semanas a causa del descenso administrativo que ha sufrido a la división de plata del balompié en España. Los pucelanos obtuvieron una ventaja mínima en el José Zorrilla, pero el duelo del Martínez Valero se decantó a favor de los intereses ilicitanos merced a un doblete materializado por Edu Albacar, que se convertiría en el verdadero verdugo de los hombres dirigidos por aquel entonces por Abel Resino.

Hubo que hacer una serie de cambios tanto en la plantilla como en el cuerpo técnico de cara a la siguiente temporada, lo que provocó que Miroslav Djukic asumiera encantado la responsabilidad de liderar la nave albivioleta para hacer que el Real Valladolid regresara por todo lo alto a la Liga BBVA. La afición pucelana parecía entusiasmada con la llegada del técnico serbio, el cual demostró durante sus dos años en la ciudad que vio nacer a Miguel Delibes que era un míster con las ideas muy claras, una cuestión que permitió que a lo largo de su periplo en la capital de Castilla se disfrutara de un juego de toque, combinativo, asociativo y bastante efectivo.

(Foto: Real Valladolid).

Y aquí es donde hay que recalcar nuevamente el papel ejercido por los seguidores vallisoletanos para guiar una vez más a sus ídolos hacia el camino de éxito, debiendo afrontar por segunda temporada consecutiva el temido trámite del playoff para volver al Olimpo del fútbol español. Después de hacer una gran campaña en Segunda, donde se empató a puntos con el Celta de Vigo, aunque fueron los gallegos los que se hicieron con la segunda plaza de la tabla, el equipo blanquivioleta tuvo que deshacerse en la primera eliminatoria del Córdoba CF, una plantilla que desplegaba un juego precioso y muy vistoso de la mano de uno de los entrenadores de moda en el deporte rey nacional: Paco Jémez.

El José Zorrilla de las grandes citas

Superado el doble envite contra los blanquiverdes, tocaba ponerse otra vez el mono de trabajo para verse las caras frente a un bloque sólido, compacto y realmente correoso. Hablamos del Alcorcón, un cuadro que estaba preparado por aquellas fechas por un entrenador que siempre será recordado con mucho cariño por la afición alfarera: Juan Antonio Anquela. El Pucela consiguió vencer en Santo Domingo gracias a un solitario tanto de Javi Guerra, aunque el partido definitivo y decisivo en el Nuevo José Zorrilla se iba a poner cuesta arriba justo antes del descanso por un gran testarazo de Fernando Sales, un viejo conocido de la parroquia castellana. Aun así, los de Djukic no se vinieron abajo ni arrojaron la toalla en absoluto, sino que siguieron haciendo lo que mejor sabían, que era cimentar el dominio en el choque a través del control total de la posesión del cuero, lo que permitió que volviera a ser el ariete malagueño el que firmara el 1-1 con el que finalizaría el choque en tierras vallisoletanas.

El propio Miroslav Djukic, sus jugadores, Carlos Suárez y demás personalidades más que respetables y admirables del Pucela quisieron agradecer a la afición su compromiso y su fidelidad durante toda esa campaña 2011/2012, un curso futbolístico que supuso el regreso del Real Valladolid a Primera. La marea blanquivioleta también fue primordial para asegurar la permanencia al año siguiente, también con el genio serbio al frente del banquillo pucelano, donde jugadores de la talla de Ebert, Omar, Óscar y una vez más Javi Guerra fueron de lo más destacado durante todo el año a orillas del Pisuerga. Logrado el objetivo, el balcánico firmó con el Valencia CF y los pucelanos apostaron firmemente por Juan Ignacio Martínez, un hombre que había demostrado su valía en Orriols bajo la batuta del Levante UD.

(Foto: Real Valladolid).

El experimento del técnico alicantino no funcionó como se esperaba

Es evidente que el experimento del técnico alicantino no funcionó como se esperaba, más que nada porque el descenso a la Liga Adelante se acabó consumando en la última jornada de la competición de la regularidad en Primera en el José Zorrilla, debido a que los pucelanos fueron derrotados por cero a uno por el Granada CF, otro equipo que estaba en la cuerda floja de la mano de Lucas Alcaraz, pero que se acabó salvando merced a la victoria lograda en territorio vallisoletano. Pese a no conseguir su objetivo, no se puede decir que la afición no apoyara ni animara lo suficiente aquella soleada y calurosa tarde de mediados del mes de mayo del pasado año en la capital de Castilla, ya que presentó una de sus mejores entradas de toda la temporada, como era de esperar ante la trascendencia del encuentro que los de Juan Ignacio debían afrontar contra los nazaríes.

Por lo que respecta a los números de los blanquivioletas este curso en su fortín, hay que mencionar que han conseguido victorias importantes contra rivales directos como el Sporting de Gijón o el Girona FC, aunque también han claudicado frente a la UD Las Palmas, que será su adversario en la primera ronda del playoff, además de no ser capaces de pasar del empate a nada contra Real Betis o SD Ponferradina.

(Foto: Real Valladolid).

La última derrota del pasado domingo en casa contra la UE Llagostera casi no se va a tener en cuenta, principalmente porque el once inicial estaba plagado de suplentes y de canteranos, jugadores no tan habituados a tener que verse en una situación de semejantes características (además de tener la mente totalmente puesta en el playoff). Como muy bien dice el título de la campaña que ha organizado el Real Valladolid para que los aficionados acudan en masa al estadio el próximo miércoles, futbolistas, cuerpo técnico, directivos y seguidores deberán luchar juntos "A corazón abierto" para tener opciones de regresar a Primera.