No va más. La mesa de póker del Pucela esta temporada ha llegado a un punto final en el que los de ‘Rubi’ se ven obligados a hacer un ‘all in’ en el que salgan vencedores, no solo ante Las Palmas, también obligado, sino ante la teórica final tras el partido ante los canarios. El juego está claro y la afición necesita de esta victoria para conectar con un equipo que jamás ha sintonizado del todo con el público del Zorrilla. Fuera de gustos y maneras, el Real Valladolid deberá ser uno si quiere estar en la Liga BBVA la próxima temporada.

Se necesita un empujón no solo anímico desde las gradas, sino también la sensación de que no solo serán once en el césped. En la temporada actual, el Valladolid y su afición no han conseguido vibrar al mismo ritmo se dieran como se dieran las victorias o las derrotas. En algunos momentos, el victimismo reinante en el club vallisoletano se hacía comprensible por el nivel mostrado en muchos de sus encuentros, pero en otros, donde el club conseguía un nivel de juego favorable y los tres puntos y a pesar de los esfuerzos y las luchas, parecía ser más propio criticar el juego, el entrenador o la alineación, que ver la dificultad que conlleva en la Liga Adelante amarrar una buena dosis de puntos. El equipo está ya en uno de los dos objetivos marcados en la temporada 2014/15 y una vez logrado, se debe ser uno contra Las Palmas.

Foto: realvalladolid.es
Foto: realvalladolid.es

Un equipo que parece temer el éxito

El conjunto blanquivioleta parece perderse en las épocas de mejores sensaciones. Quizá es lo que más ha escamado a una afición que veía como una de las mejores plantillas de la Liga Adelante, más aún tras las incorporaciones de calidad en el mercado de enero, se desinflaba con demasiada frecuencia cuando a priori mejor habituado se encontraba al menos por resultados y futbolísticamente. Sus caídas ahí dolían más y se acostumbraba siempre a caer cuando más arriba se estaba. A pesar de estar en las primeras posiciones gran parte de la temporada, el equipo de ‘Rubi’ nunca supo aprovechar las múltiples posibilidades de ventaja que surgieron en la temporada.

Dicen que el playoff ni se juega ni se intenta, solo se puede ganar. Si el Real Valladolid quiere ser parte de la Liga BBVA la próxima temporada, deberá creerse su propio nivel y darlo todo para que se demuestre en el campo. Los jugadores y el cuerpo técnico deberán elegir bien y sentirse parte de un único todo, jugando para ganar y no solo para gustar. El fútbol del Real Valladolid siempre pecó de estético y de poco funcional. La utilidad hoy de esa estética deberá ser solo circunstancial y dejar paso a los que mejor sepan leer en el juego la fórmula de la victoria.

Foto: realvalladolid.es

Sin duda, este reto necesariamente deberá ser compartido por todas las partes, que han de olvidarse de todo lo negativo para enfocar en estos partidos finales del playoff una victoria lograda con buen juego, esfuerzo y constancia. Si la concentración y la implicación son básicas, el empuje de la afición en ambos partidos será clave en la participación y el éxito del Real Valladolid. Mucho en juego, más de lo que puede parecer, dada la importancia a nivel económico de poder ascender esta misma temporada a la Liga BBVA y necesariamente, el equipo debe demostrar ser consciente de la importancia de ese objetivo… y lograrlo. Difícil empresa, pero aún posible, para un equipo que ya jamás deberá temer al éxito y sí a la derrota.