En los primeros meses de 2012 corrían tiempos difíciles para el oviedismo con un Real Oviedo que navegaba a la deriva y que era incapaz de alcanzar los playoffs de ascenso a Segunda División, al frente de la nave debía estar Alberto González, un presidente huido de la justicia, mientras en Oviedo solo quedaba una persona, Ángel Martin Vaca, que apenas era capaz de dar una a derechas. 

Esa situación propició que varios sectores del oviedismo junto con instituciones públicas (Ayuntamiento, la APARO, el Grupo Symmachiarii, la asociación Espíritu 2003, etc.)  se unieran en busca de soluciones para el Real Oviedo. 

El 12 de julio de 2012 cuando a menos de 15 minutos para la celebración de la Junta de accionistas del equipo azul se confirma que debe posponerse para el  día siguiente dado que quienes iban a tomar el mando se habían echado atrás. 24 horas después Toni Fidalgo cogía el timón de un barco al que debía llevar a una reparación urgente, a vida o muerte.  La herencia del consejo saliente una ampliación de capital entorno a los 17 millones de euros.

La supervivencia del Real Oviedo estaba cifrada en 1.9 millones de euros, ese era el capital mínimo necesario para que el conjunto oviedista siguiera con vida. Todo comenzó a mediados de octubre de 2012 pero semanas antes se había comenzado a gestar el desembarco del Grupo Carso en el Real Oviedo. 

Varias fueron las personas que pusieron sus ojos en México, tierra de acogida de muchos asturianos, como un lugar ideal para captar inversores. Había una vía mexicana ya conocida, la propiciada por un oviedista anónimo, residente en México y conocido como Tito A. Conde. amigo personal de Toño García, dirigente del Atalante mexicano y que años atrás logró atraer al grupo Pegaso con Alejandro Burillo al frente y el propio Toño García como enlace con Asturias y oviedista declarado. 

Este camino se ve frenado varias veces por las dudas que generaba la situación financiera del Real Oviedo, pero a última hora todo apuntaba a que  iban a ser ellos los que se hiciesen con el control del Club. Antes, incluso, optaron a hacerse con las acciones del propio Alberto Gonzalez.

Al maremágnum de la ampliación se suma la acción fundamental y que globalizará el club llevada a cabo por Sid Lowe. El uso de las redes sociales y su imagen son fundamentales para atraer a miles de pequeños inversores extranjeros, británicos en su mayoría (movimiento hoy día gestionado por Real Oviedo Shareholders Trust -ROST- con Matías García al frente). Todo ello da un vuelco al interés general por el Club y la repercusión a escala global.

El Grupo Pegaso era la llegada que se esperaba, aparte de la esgrimida por otros sectores que pondría al Presidente del Granada, Quique Pina, al  frente de la gestión azul. La sorpresa salta cuando quien aparece en escena es el Grupo Carso.

La llegada del Grupo Carso

Una segunda vía, desconocida, estaba abierta en México.  Otro asturiano allá es Juan Antonio Pérez Simón, socio y amigo de Carlos Slim en el Grupo Carso y en otras muchas inversiones del magnate azteca al que se supone  conocedor del interés de desembarcar en el fútbol español, de poner  en conocimiento de la situación del Real Oviedo y de la inminente ampliación de capital.  A través de contactos en Oviedo recibe la información de la situación contable del club, la inversión no está clara, la categoría deportiva no invita a la inversión.

No todo estaba escrito aún, era necesario un golpe de efecto y este lo da el programa "Tiempo de Juego" de la Cadena Cope, en pleno programa llaman a Arturo Elías a través de un falso Emilio Butragueño, le hacen llegar -que en realidad ya conocía- la situación del club y éste en antena hace un llamado para que la gente a través de las redes sociales muestre su fuerza, tal es la movilización con más de 10.000 interacciones en Twitter en menos de una hora que las dudas del Grupo Carso se disipan por completo.

Aquí está detrás la figura que realmente está impulsando el interés del grupo Carso. Desde Oviedo, Marcos Lopez “Aco” está trabajando duro con la familia Slim y Arturo Elías. Él los convence de la entrada en el Club y les pide que pongan 2 millones, cifra similar a la aportada por el pequeño accionariado. El destino está escrito.

En el transcurso de la intervención de Arturo Elías en la Cope en varios pasajes de la conversación se aprecia la complicidad entre ambos.

El último día de la ampliación la vía Pegaso que siempre fue lenta y dubitativa se retira conocedora ya de la llegada del Grupo Carso. El Oviedo ve la luz.

Tiempos complicados

Una vez cerrada la ampliación de capital de 2012 con la entrada del Grupo Carso en el Real Oviedo, estos deciden mantener a los gestores del club al frente confiando en ellos el devenir de la entidad pero siempre manteniéndose en contacto con la entidad carbayona ya fuera el propio Arturo Elías o uno de sus hombres de máxima confianza José Aboumrad quien acompañó al propio Arturo Elías en su primera visita a Oviedo.

Lo que debía ser una marcha feliz empieza a encontrar roces y escollos. Llegando a dudar de la implicación del Grupo Carso aduciendo que no le interesaba el Real Oviedo. Mientras desde México llega la queja de  “falta de afecto” y la puesta de zancadillas.

La brecha se agranda con la presencia del entonces concejal del Ayto. de Oviedo Jorge M. Vallina en la junta de accionistas representando el capital del Grupo Carso en detrimento del Consejo de Administración  lo cual genera malestar en el mismo que esgrime no gozar de la confianza  de los mexicanos y que acaba con un desagradable desencuentro que roza la violencia verbal.  Todo parece perdido.

Esto llevó la situación a un extremo complicado en el que, como revelaba Marcos López recientemente en el diario Marca, el Grupo Carso se planteó deshacerse de su paquete accionarial en el Real Oviedo.

Nuevamente aparece el oviedismo "silencioso" y se forma el Consejo de Consenso. Oviedistas de a pie, peñistas y gente de futbol empiezan a moverse para buscar una fórmula que devuelva la confianza al Grupo Craso y siente las bases para que retomen la gestión y sea propia. 

Aquí vuelve a ser fundamental la actuación del propio Marcos López. Viaja a México (esta vez acompañado de Jorge M. Vallina)  y convence de nuevo, a Arturo Elías para continúe en el Oviedo y haga los cambio que él considere oportunos.  Por medio está año y medio de trabajo del Grupo de Consenso y un proyecto que envían a México.

Finalmente, todo se culminó con el cambio de presidente y de miembros del Consejo de Administración en diciembre de 2013 y la llegada de Joaquín del Olmo en enero de 2014. El Grupo Carso asumía la gestión directa del Real Oviedo.

Directos al ascenso

Con la llegada del mexicano Joaquín del Olmo las relaciones entre el Real Oviedo y el accionista de referencia volvieron a ser lo fluidas que debían de haber sido desde el primer momento y a partir de entonces tras un periodo de varios meses de adaptación se fueron tejiendo los mimbres del Real Oviedo que llegaría por fin y tras 12 años en el infierno de la Tercera y la Segunda División B al fútbol profesional.

Sin duda, este es el mejor momento para poner en valor a aquellos actores secundarios que en un momento dado pusieron su granito de arena, aunque más bien fuese un duro trabajo,  para que junto con el esfuerzo de la afición y de los jugadores el Real Oviedo este hoy día en una situación inmejorable dentro del panorama futbolístico español.