No era un partido más y así quedó demostrado sobre el césped del Estadio José Zorrilla. Más de 19.000 espectadores se dieron cita en el recinto pucelano para presenciar un nuevo intento de su equipo por recuperar la categoría perdida, una Primera División que estará bastante cara de conseguir en la presente promoción de ascenso. Las lluvias que tuvieron lugar durante las horas previas al encuentro provocaron numerosos charcos en diversas zonas del terreno de juego que imposibilitaron de manera notoria la circulación de balón, mientras que el juego brusco propuesto por el Real Valladolid le acabó pasando factura en los minutos finales a la disputa.

Raúl y Valerón, novedades en el once amarillo

Finalmente, Paco Herrera dio un golpe sobre la mesa y decidió acabar con el debate de la portería palmense poniendo sus esperanzas en Raúl Lizoain. El guardameta grancanario había suplido la baja de Casto Espinosa durante las últimas cinco semanas y sus actuaciones se saldaron con registros muy destacados, pues la escuadra insular logró proclamarse vencedora en todas las disputas, uno de los principales factores que le hicieron formar parte de un encuentro de vital importancia. Como compañeros de brega, éste contó con una línea de cuatro defensores compuesta por David Simón y Ángel López en los laterales, mientras que Aythami Artiles y David García se encargaron de ocupar el centro de la zaga.

En posiciones más adelantadas, Javi Castellano se encargó de supervisar las tareas defensivas de un centro del campo completado por Emmanuel Culio y Juan Carlos Valerón. El futbolista de Arguineguín se postuló como la segunda novedad más destacada en un equipo que saltó al césped del José Zorrilla con el claro deseo de asumir el control del juego y, para lograrlo, la aportación del “21” se presentaba como fundamental, mientras que todos ellos fueron acompañados por Roque Mesa. El teldense mostró sus armas de lucha sobre un césped que, en diferentes zonas, estaba impracticable.

Como hombres más adelantados, Jonathan Viera y Sergio Araujo se presentaron como las máximas referencias para hacer daño al Real Valladolid. Una dupla en alza que durante los primeros compases destacó notoriamente, pues el argentino era un verdadero incordio para una defensa que solamente podía parar las incursiones ofensivas del grancanario con faltas a destiempo.

Un rival agresivo

Por su parte, la Unión Deportiva tendría que lidiar con un rival decidido a vencer, pese a que los primeros minutos de la disputa no demostraron lo mismo. El cuadro pucelano saltó al césped de su recinto con la clara idea de dificultar el buen juego expuesto por los amarillos en jornadas anteriores, algo que también quisieron plasmar durante este miércoles, pero sólo fue posible durante los primeros compases de la disputa. Javi Varas, como guardameta titular, contó con una línea de cuatro defensores compuesta por Chica y Peña en los laterales, mientras que Rueda y Samuel ocuparon el centro de la zaga.

En posiciones más adelantadas, André Leao y Timor formaron un doble pivote completado en tareas más adelantadas por Álvaro Rubio, mientras que Hernán Pérez y Óscar se encargaron de unir al centro del campo con un frente de ataque ocupado por Roger, máxima referencia ofensiva durante el encuentro disputado en Pucela.

Sobre el césped, las mejores condiciones futbolísticas mostradas por los visitantes durante los primeros minutos no pudieron ser contrarrestadas por una escuadra impotente que, por segundos, estuvo fuera del encuentro. Sin embargo, la práctica de un juego brusco llevado al límite permitió que éstos pudieran volver a meterse en el encuentro, aunque finalmente acabaron pagando sus altas pulsaciones.

Asedio amarillo

Cuando el balón comenzó a rodar, éste pasó a ser dominado por la Unión Deportiva Las Palmas. El cuadro liderado por Paco Herrera asumió el control del juego y no dudó en pugnar por asestar el primer guantazo de las eliminatorias por el ascenso a la Primera División. Primero Roque Mesa con un lanzamiento cruzado que se marchó rozando la escuadra puso en jaque a la defensa y a la afición local. El Nuevo Zorrilla enmudecía ante el juego desplegado por los amarillos, encabezado por el propio Roque Mesa y grandes dosis de trabajo expuestas por Culio y Javi Castellano, mientras que Valerón y Jonathan Viera movían al equipo a sus anchas.

En el minuto ocho, la figura de Sergio Araujo se elevó por encima del resto para golpear primero al Real Valladolid y recibir una bocanada de aire fresco que permitía hacer creer a la UD Las Palmas que, verdaderamente, este podía ser el año del ascenso. Un balón bombeado desde la zona diestra facilitado por David Simón llegó al pecho del argentino, que se elevó imponente para controlar y, posteriormente, definir al palo largo con su pierna zurda. Los amarillos se adelantaban justamente y querían más.

Minutos después, el encuentro siguió siendo para los foráneos. El público comenzaba a impacientarse y ello fue aprovechado por un equipo que, nuevamente de las botas de Roque Mesa, tuvo una ocasión manifiesta para prácticamente dejar contra las cuerdas a un rival impotente. El teldense repitió jugada y nuevamente su lanzamiento se marchó alto. Los locales, defendiendo con un claro 4-4-2 replegado ante el dominio amarillo, comenzó a rondar los dominios de Raúl Lizoain, hasta que un disparo lejano acabó encontrando fortuna.

Pucela despertó

Los mejores minutos del Real Valladolid coincidieron con los peores de la Unión Deportiva. El dominio local, llevado a cabo por las buenas condiciones de Óscar y Hernán Pérez, acabó siendo transformado en gol, por lo que las tablas acabaron postulándose en el electrónico gracias a un zapatazo de Hernán que encontró fortuna al pegar en el palo e introducirse en el arco defendido por Raúl, que nada pudo hacer para evitar que ello sucediera.

Posteriormente, los amarillos pasaron a acusar de manera bastante destacada el hecho de ver cómo el partido quedaba igualado pese a, sobre el campo, elevarse como escuadra superior. El estado del césped y el arropo del respetable acabó haciendo florecer un estado de optimismo en un equipo que durante los primeros compases incluso podría haber quedado fuera de la eliminatoria, pero la falta de acierto visitante terminó por darle vida.

A raíz del gol, el conjunto amarillo parecía pedir a gritos que llegara el tiempo de descanso, pese a que el buen orden defensivo seguía haciendo acto de presencia. Clara pugna de Culio y Javi Castellano, pese a que el centrocampista grancanario tampoco tuvo su mejor día. Las incursiones ofensivas de David Simón dejaron de sucederse y el trabajo de Ángel López era impoluto, pero los hombres de mejores condiciones perdieron protagonismo. Viera, Araujo y Valerón pasaban desapercibidos por el césped de Zorilla, de ahí que el técnico catalán decidiera mover fichas.

Nada cambia tras la reanudación

Hernán Santana reemplazó a Juan Carlos Valerón, pero no sirvió de nada. El cuadro pucelano siguió contando con el dominio del esférico y, cuando éste pasaba a ser de los amarillos, las duras faltas eran las protagonistas de un encuentro que comenzó a caldearse más de lo esperado. El juego brusco llevado al límite por los locales les acabó pasando factura, pues comenzaron a recibir numerosas amonestaciones.

Minutos después, Momo sustituyó a Roque y Vicente Gómez a un lesionado Jonathan Viera, por lo que cuando el cronómetro marcaba el número 70, Paco Herrera ya había realizado todas sus permutas. Sin embargo, esto no sirvió de mucho. El Real Valladolid continuaba asumiendo el control del juego, aunque la batalla expuesta por los de casa acabó siendo llevada al límite, Una dura acción de Chica ante Culio acabó con el lateral local siendo expulsado por doble amonestación. Un balón dividido acabó con el argentino por los suelos, fruto de una dura entrada con la planta del pie por delante que, afortunadamente, no pasó a mayores.

Las Palmas quedó con un efectivo más sobre el césped pero no pareció notarse. La guerra expuesta por los de Pucela hacía que el dominio amarillo no pudiera sucederse sobre el feudo vallisoletano, mientras que finalmente, el encuentro se acabó yendo de las manos de los de casa.

Juego brusco penalizado por el colegiado

Minutos después de la expulsión de Chica, otra dura acción de Timor sobre Hernán Santana acabó con el futbolista local encarando el túnel de vestuarios antes de tiempo. El jugador blanquivioleta realizó una dura entrada por detrás del grancanario, algo que el colegiado no dudó en castigar con una amonestación que sería la segunda, por lo que también se marchaba a la caseta bajo las continuas reclamaciones de Paco Herrera.

El técnico catalán no se creía lo que estaba viviendo sobre el césped y, en todo momento, quiso defender la integridad de sus futbolistas. No obstante, con la educación como principal característica, el técnico catalán no quiso llevar la situación al extremo y se centró en ordenar a sus futbolistas sobre el césped, algo que no consiguió.

El Real Valladolid acabó el encuentro con nueve jugadores y la superioridad numérica palmense no pudo ser demostrada, fruto de falta de ideas para saber administrarla. Incluso un disparo de Mojica pudo acabar con peor resultado para los de Gran Canaria, pero en el minuto 92, un lanzamiento cruzado de Sergio Araujo pudo hacer que éstos se marcharan de tierras peninsulares con un mejor registro. Finalmente, tablas que facilitan una pequeña ventaja para los amarillos, pero todo se decidirá el próximo sábado en el recinto de Siete Palmas.