Hay cosas que un deportista, de élite o no, mantiene grabadas a fuego a lo largo de su vida. Son momentos especiales, en los que consigue un título con su club, recibe distinciones individuales o, simplemente, una mejora de su salario. Hacerse con un ascenso de categoría y vivir en primera persona la magia que supone y le rodea es igual de especial. Si éste supone un salto de una categoría no profesional como Segunda B a una como la Liga Adelante, todavía más.

Bilbao Athletic y Cádiz tendrán ese objetivo en mente cuando, el próximo sábado, se midan en la primera batalla que conduce a la segunda categoría en importancia del fútbol estatal. Para los vascos, será una etapa más en su formación, un paso previo para alcanzar el primer equipo. Para los gaditanos, una nueva oportunidad para un retorno obligado, el que se exige para un club de tan linda historia y afición.

La fase de ascenso, territorio conocido

Tanto el segundo equipo del Athletic como los amarillos saben de sobra lo que es ser apeados de un playoff de tales características, con las mieles del ascenso en los labios. De ahí que la eliminatoria se prevea dura y apasionada. La premisa de ambos debe estar clara entonces: recordar para superar. Recordar los momentos tristes para convertir las lágrimas en alegrías.

El Bilbao Athletic descendió en 1996 desde Segunda División y, desde entonces, son tres las oportunidades que ha dilapidado para regresar. En 1998 y 2003, con un formato de liguilla, no pudo superar a Mallorca B y Algeciras respectivamente. Diez años después, ya con Cuco Ziganda como míster, volvió a intentarlo. La liguilla fue sustituida por eliminatorias directas y, a pesar de echar al Levante B en la primera, el Huracán de Valencia se interpuso en el camino rojiblanco en la segunda.

La mala suerte ha acompañado a ambos en anteriores playoffs

El caso de los andaluces es mucho más dramático. Después de un fatídico descenso de categoría en la campaña 2009/2010, se centró en volver de manera inmediata a la categoría de plata. La 2010/2011 se clasificó como cuarto y, a primeras de cambio y tras ganarle 2-0 en casa al Mirandés, fue eliminado al perder 4-1 en Anduva. La temporada siguiente -2011/2012- terminó primero y obtuvo una doble oportunidad para ascender, pero en la primera fue abofeteado por el Real Madrid Castilla y, en la segunda, cayó contra el Lugo en la tanda de penaltis.

Ya en la 2013/2014 –la temporada anterior coqueteó con el descenso a Tercera-, el Cádiz volvía con serias aspiraciones de subir de una vez por todas a pesar de haber finalizado en cuarta posición la temporada. Los gaditanos cosecharon un 0-0 en la ida de la primera eliminatoria ante el Hospitalet, y cuando parecían tener encarrilado el pase a la segunda ronda –ganaban 0-1 en la segunda parte- el conjunto catalán remontó el partido y les dejó en la cuneta, haciéndoles revivir toda una serie de desgracias que tratarán de superar contra el filial del Athletic.

San Mamés, base para el éxito

Si algo han tenido en común las dos eliminatorias hasta ahora disputadas y superadas por los de Lezama es que los resultados obtenidos en la nueva Catedral fueron determinantes. En la primera, frente al Villanovense, los muchachos de Ziganda remontaron un 2-1 de la ida con dos goles de Gorka Iturraspe y Santamaría. En la segunda, el resultado con que el Bilbao Athletic se fue de Murcia (1-1, gol de Iturraspe nuevamente) validó el 1-0 de la ida en San Mamés.

La Catedral contará con la presencia de más de 1.000 cadistas

La escuadra de Claudio Barragán, por su parte, no conoce la victoria como visitante durante la fase de ascenso. En la ronda de campeones, en la cual el equipo amarillo podía haber sellado su billete para Segunda, empató a uno en el Carlos Tartiere de Oviedo merced a un gol de Jona. En la ronda siguiente, fue Airam el que sacó petróleo de Alicante ante el Hércules (2-1) anotando un gol que a la postre fue decisivo para que el Cádiz mantuviera el sueño del ascenso.

Por tanto, y a pesar de que lo que ocurra este sábado en Bilbao no será ni mucho menos definitivo, para ascender unos tendrán que mantener la inercia ganadora como locales y los otros deberán apretar más como visitantes para intentar llegar más desahogados al partido de vuelta.

Cádiz: protegerse y golpear

El estilo de juego del equipo gaditano es similar a la de un buen púgil sobre el ring. Le gusta llevar la iniciativa, pero sabe defenderse de los golpes del rival y aguantar los malos momentos para, después, sobreponerse y atacar sin cesar hasta ganar. Los números avalan esta teoría: los del Ramón de Carranza son el segundo equipo que más goles ha conseguido en toda la Segunda División B (66) y el que menos dianas ha recibido (24). Madera de campeón.

La labor de sujetar al rival pasa por la seguridad bajo palos y en la línea defensiva. El guardameta titular, Aulestia, es un viejo conocido en Bilbao y su experiencia y agilidad son fundamentales para el juego de su equipo. Por delante, una línea de cuatro zagueros: la compuesta por los centrales Josete y Servando –ambos con un conocimiento indudable de la categoría- y los laterales Prada y Óscar Rubio –éste último ha disputado en numerosas temporadas la Liga Adelante e incluso cuenta con una ‘escapada’ al Dinamo de Bucarest-.

Dos mediocentros, una segunda línea de tres hombres y un único punta completan el 4-2-3-1 de Claudio Barragán. En el doble pivote, el sino ha dispuesto que sea un bilbaíno, Garrido, el que realice la función de ‘stopper’ acompañado por el ex del Elche Mantecón para garantizar brega y lucha o, en cambio, por Juanma cuando se necesita una mayor llegada.

La mayoría de futbolistas del Cádiz han militado en la Liga Adelante

Pero el verdadero peligro del Cádiz llega más arriba. En las bandas, Juan Villar y Kike Márquez siempre prometen desborde y gol. El primero, de hecho, suma 12 goles en la temporada, siendo el tercer máximo realizador amarillo. El segundo, educado futbolísticamente en las categorías inferiores de Villarreal, Almería y Betis, suma cuatro. Fran Machado es otra de las claves del equipo. Es el jugador más versátil de Barragán, pudiendo jugar como mediocentro, mediapunta o en banda.

Calificar de espectacular la delantera del Cádiz se queda pequeño. El titular es Jona, internacional por Honduras y autor de 16 goles la temporada pasada con el Jaén. ¿Que necesita descansar? En el banquillo pueden esperar Airam y Hugo Rodríguez –cada uno supera la decena de goles en la 2014/2015-. Un lujazo ofensivo para un equipo de ensueño.

Magdaleno, única baja para Ziganda

El único futbolista con el que no podrá contar Ziganda será Egoitz Magdaleno, que se rompió el cruzado de su rodilla izquierda el pasado mes de mayo y causará baja hasta el próximo otoño. El preparador rojiblanco podría incluso tener en cuenta a su nueva joya, Asier Villalibre, que ha finalizado ya la selectividad, que “ha entrenado bien” y “ha aprobado con buena nota”, según aclaró el propio Ziganda en rueda de prensa este viernes.

Por su parte, Claudio Barragán padece la única baja de Andrés Sánchez, que se rompió el peroné hace apenas un mes. A excepción del lateral, el técnico podrá contar con todos los hombres que cayeron en la ronda de campeones frente al Real Oviedo y que superaron al Hércules de manera agónica en el segundo cruce.

Posibles onces iniciales

Bilbao Athletic: Remiro; Lekue, Yeray, Unai Bilbao, Iriondo; Undabarrena, Vesga, Iturraspe; Sabin, Santamaría, Seguín.

Cádiz CF: Aulestia, Óscar Rubio, Servando, Josete, Prada; Mantecón, Garrido; Juan Villar, Fran Machado, Kike Márquez; Jona.