Héctor Figueroa 2014/2015: destacado segundo plano

Temporada de sensaciones dispares para el delantero grancanario. En el aspecto colectivo, la alegría desbordada se postula como la principal protagonista, pues el ansiado regreso de la Unión Deportiva Las Palmas a la Primera División copa todas las miradas dentro del archipiélago. Para el propio jugador, la satisfacción de haber formado parte de un grupo de futbolistas que pasará a la historia se presenta como la razón que mayor positivismo le aporta. Todo ello debido a que, en el apartado personal, el curso que recientemente ha llegado a su fin acaba con una participación prácticamente nula por parte del canterano, pues solamente ha podido disfrutar de 96 minutos sobre el césped, por lo que un año y medio después de llegar al primer equipo, sigue sin encontrar la manera definitiva de explotar.

Su llegada al primer equipo

El buen trabajo que Héctor realizó formando parte de la disciplina de Las Palmas Atlético no pasó desapercibido para la dirección técnica del primer equipo. Hace aproximadamente una temporada y media, asumió el papel de máxima referencia ofensiva dentro del mejor filial amarillo de la historia, pues el cuadro liderado por Víctor Afonso incluso consiguió clasificarse para la fase de ascenso a la categoría de plata. Durante los primeros tres meses de dicho torneo, la labor del mayor de los hermanos Figueroa fue bastante destacada, pues logró postularse como el hombre más realizador de los palmenses, contando además con la fortuna a su favor.

La buena relación que protagonizó con el gol le acabó abriendo de par en par las puertas del primer equipo. Con la Unión Deportiva Las Palmas en clara pelea por ascender a la máxima categoría, la necesidad imperiosa de encontrar la figura de un delantero goleador acabó con el futbolista grancanario pasando a las órdenes de Sergio Lobera, un entrenador que le brindó la confianza necesaria para sentirse arropado dentro del vestuario.

Sin embargo, el salto a la dinámica de la primera plantilla pareció pasar factura. Las buenas formas expuestas en la categoría de bronce no encontraron la continuidad deseada y, finalmente, éste solamente pudo colaborar en momentos puntuales dentro de un torneo que no acabó con final feliz para los amarillos. 323 minutos repartidos en 11 partidos desde invierno hasta el final de la competición, en la que logró anotar dos dianas. Posteriormente y una vez consumada la falta de acierto para lograr el ascenso a Primera División, la llegada de Paco Herrera a la entidad insular acabó con la figura de Héctor quedando en entredicho, hasta que finalmente entró en los planes del técnico catalán de cara al nuevo curso.

Sin oportunidades de explotar

Si en la temporada anterior no tuvo la oportunidad de explotar como figura destacada de la Unión Deportiva Las Palmas, el futuro que le quedaba por delante iba a ser, cuanto menos, preocupante para sus intereses. La entidad de Pío XII, movilizada en exceso por los sucesos acontecidos en la final por el ascenso ante el Córdoba CF, decidió hacer una apuesta arriesgada con varias modificaciones en la parcela técnica, entre ellas la llegada de Paco Herrera.

El técnico catalán aterrizó en Gran Canaria con el claro deseo de tomar las riendas de una nave herida en su orgullo, que tras quedar a las puertas de la gloria decidió levantarse con más fuerza que nunca para recuperar su hogar histórico: la Primera División. Desde su llegada, la intensidad se postuló como la principal protagonista dentro de unos planes en los que la filosofía de cantera sería uno de los principales exponentes. El ascenso de Roque Mesa y David Simón, compañeros de Héctor en el mejor filial amarillo, abría una puerta de esperanzas al portador del dorsal número 22.

Tras barajarse su salida del equipo en forma de cesión, finalmente se decidió que el menor de los hermanos Figueroa quedara formando parte de la disciplina del primer equipo, en la que finalmente no contó con los índices de aportación necesarios. En el arranque de la competición, el delantero pudo encontrar la confianza de un máximo responsable técnico que, posteriormente, le descartaría de sus esquemas tácticos, pues su poca fortuna de cara a portería en encuentros ante rivales importantes, como Real Betis o Sporting de Gijón, le acabaron sentenciando. Pese a que todo ello se produjo en las primeras jornadas de competición, la sentencia no encontró redención por parte del futbolista, que tuvo una nueva oportunidad de contar con una salida en forma de préstamo durante el mercado invernal, pero finalmente decidió seguir luchando por una participación que no consiguió.

Durante las jornadas finales, en las que la UD Las Palmas ya había perdido el tren del ascenso directo, Figueroa contó con algunos minutos que pudo aprovechar en forma de gol, donde el Deportivo Alavés se convirtió en su única víctima de la temporada. Un curso que finiquita con solamente 96 minutos disputados y un único gol materializado, por lo que a nivel individual, la temporada 2014/2015 ha dejado mucho que desear para un futbolista que no ha logrado amoldarse al primer equipo, en el que lleva instalado más de año y medio.