Asdrúbal 2014/2015: un púgil incansable

Asdrúbal Padrón, la polivalencia personificada. En una nueva temporada en la que la Unión Deportiva Las Palmas partía con el claro deseo de retornar a la élite, el futbolista de Guanarteme ha sabido asumir sus galones dentro de un equipo en el que ha alternado el protagonismo con el segundo plano. Tras encarar un inicio de campeonato en el que la electricidad que le caracteriza pareció ser del agrado de Paco Herrera, al nuevo portador del dorsal número nueve le tocó lidiar con una situación extraña para él mismo, ya que durante su primer curso bajo las órdenes de Sergio Lobera disfrutó de grandes dosis de trabajo sobre el terreno de juego que, en el año de mayores alegrías colectivas, no pudo afrontar.

Prometedor inicio participativo

Cuando el balón comenzó a rodar en la recientemente finalizada Liga Adelante 2014/2015, la participación de Asdrúbal contó con altos índices de protagonismo. La apuesta por futbolistas nacidos en las islas que Paco Herrera realizó desde su llegada le abrió una puerta de esperanzas al canterano, que encaró un nuevo curso acompañado de compañeros con los que logró convertir a Las Palmas Atlético en el mejor filial amarillo de toda la historia, como David Simón o Roque Mesa.

Asumir galones es algo que se le da a la perfección, algo facilitado por su carácter competitivo, batallador e incansable. Pasar a portar el dorsal número nueve de la Unión Deportiva Las Palmas no le amilanó e incluso disfrutó de algunas titularidades durante las primeras jornadas, pero lo cierto es que sobre el césped, la fortuna no le acompañó. Tardes de intentos prolongados por salir victorioso de pugnas en las que, por diversos motivos poco entendidos, no se producían. La torpeza se adueñaba de un futbolista que con el paso de los minutos comenzaba a desquiciarse, algo que le acabó sacando de los planes iniciales del técnico catalán, por lo que su labor quedó limitada a partir desde un segundo plano.

Desde el banquillo, las oportunidades pasaron a ser escasas. Obligado a bregar durante los entrenamientos para luchar por una posición en el frente de ataque, Asdrúbal pasó un periodo prolongado de tiempo en el que la suplencia y los descartes coparon su día a día, pues su participación en la Copa del Rey no le facilitó recuperar la confianza del entrenador, incluso después de anotar un gol de bella factura realizando un remate acrobático. En el campeonato regular, los últimos minutos pasaron a ser la fuente de esperanza a la que quedó aferrado y su diana anotada al CD Leganés le hizo ganarse el respaldo de la hinchada, ya que su gol significó la victoria palmense sobre la bocina.

Misma situación hasta el final

Tras barajarse su salida en forma de cesión durante el mercado invernal, las ganas de triunfar en el equipo de su tierra no truncaron las expectativas de un futbolista que, en líneas generales, no logró conseguirlo. Su labor seguía quedando encomendada a los últimos minutos, donde asumía participaciones destacadas que quedaban limitadas por el poco tiempo para demostrar su valía, pero su carácter competitivo era bien recibido por un público entregado a uno de sus canteranos más carismáticos.

Pese a que la Unión Deportiva perdió el tren del ascenso directo, el trabajo de Asdrúbal siguió quedando en un segundo plano. Los relevos en la formación inicial se adueñaron de la actualidad deportiva en la que, por ese entonces, el de Guanarteme entraba paulatinamente, ya que sólo disfrutó de seis titularidades durante todo el campeonato. No obstante, el balance de su rendimiento a lo largo de la temporada, descartando el poco ritmo de juego provocado por la falta de minutos, encontró premio en la promoción de ascenso, en la que contra todo pronóstico, contó con la confianza de Paco Herrera, incluso para salir de inicio en la gran final ante el Real Zaragoza.

El cuadro grancanario llegó por segundo año de manera consecutiva a la fase final de la promoción por el ascenso a la máxima categoría. Como bien narra la historia isleña, la escuadra insular no conseguirá nada sin sufrimiento y con ello le tocó lidiar, encarando el partido de vuelta con el resultado adverso producido durante el primer intercambio de golpes en La Romareda (3-1). Para luchar por la remontada, Paco Herrera decidió aportar mayor mordiente ofensiva junto a Sergio Araujo, alineando a un Asdrúbal Padrón que posteriormente sería el primer futbolista sustituido, pero la electricidad que le caracteriza le permitió formar parte de la disputa e incluso aportar grandes dosis de trabajo en un partido que pasará a la historia de la entidad de Pío XII.