El FC Barcelona abrirá su pretemporada en cuanto a partidos se refiere con un amistoso ante Los Ángeles Galaxy. El equipo de David Beckham hasta no hace mucho, lo lidera, como casi siempre, Lando Donovan y ahora tendrá los refuerzos de dos viejos conocidos. Un mítico como Gerrard, el eterno capitán del Liverpool, y Giovani Dos Santos, 'Gio', la promesa del Camp Nou, lo que pudo ser y, por desgracia para el espectáculo, no fue.

El curioso caso de Giovani Dos Santos. Si la carrera futbolística del mexicano fuese una película, el título debería ser el de Benjamin Button adaptado al exazulgrana, que ahora viajará a Los Ángeles para continuar una trayectoria que prometía con acabar en leyenda pero que el sinsabor que deja cada día más le hace ser una de las mayores decepciones de los últimos tiempos. 

Siendo apenas un crío, el mayor de los Dos Santos aterrizó en la Ciudad Condal con 12 años tras despuntar en un torneo internacional. Su trayectoria, en las inferiores del FC Barcelona, fue brillante, mucho más que la llevada ahora como profesional. Goles y más goles de un extremo rápido y habilidoso, que rápidamente se hizo un hueco en la primera plantilla, primero en las pretemporadas para más tarde, en la campaña 2007/08, formar parte del equipo en el que ya estaban Ronaldinho, Eto'o, Henry, Messi y un jovencísimo, como él, Bojan Krkic. Ambos subieron ese año del filial, que acababa de descender a Tercera División.

Giovani siempre fue el bueno, el mejor, de cada partido de las diferentes competiciones que se disputaban en las inferiores azulgrana, pese a que a la vez que despuntaba crecía una duda que, con el tiempo, se fue haciendo más y más grande hasta llegar el punto que fue un 'contra' insalvable para su carrera, primero en el Barça y más tarde en cualquier conjunto, lo que le ha llevado a un retiro bastante prematuro en la MLS, liga en crecimiento pero lejos, muy lejos, de la competitividad que se vive en España y Europa.

La cabeza, esa maldita cabeza ha sido el principal obstáculo que no ha permitido al aficionado disfrutar en su plenitud de uno de los mejores jugadores, técnicamente hablando, de esta década. Con calidad para codearse con soltura con los Pedro Rodríguez, Jesús Navas o Willian, Giovani nunca aprovechó las oportunidades que se le brindó, primero en el Barça, donde cuajó un año demasiado discreto, y más tarde en la Premier, en la que jamás se sintió acoplado

Solamente en clubes de segundo o tercer nivel, en España, se sintió importante. Donde los focos estaban más alejados sobre su figura, en Santander o Mallorca, Dos Santos transmitía esa alegría en su juego que también pudo exponer en Villarreal, su última casa en Europa. En esas zonas se sintió cómodo, balón, fútbol y sin cámaras que le intimidaran y persiguieran. 

Ahora viaja a Los Ángeles, quizás el lugar idóneo para él, un fútbol abierto al espectáculo y sin la competitividad que a Giovani siempre le faltó. Calidad por doquier pero sin la consistencia que se requiere para triunfar, el fútbol de Dos Santos siempre será como aquel amor de verano, que nunca se olvida pero que también se hace en ocasiones corto.