"No hay nada más díficil que despedirse de un sitio que quieres y que te sientes parte". Así comienza la carta dedespdida con la que Mario Suárez ha puesto final a su vida rojiblanca. El canterano ha hecho oficial de esta manera su fichaje por Fiorentina, "una decisión muy complicada" en "el momento de cerrar una etapa y buscar nuevos retos".

Tras 187 partidos con la elástica colchonera, cinco goles y seis títulos el hasta ahora cuatro rojiblanco ha decidido probar suerte lejos del Vicente Calderón, lejos de España, lejos, en definitiva, de su casa: "En el Atlético me he convertido en el profesional que soy hoy, pero sobre todo he madurado como persona. Desde que llegase hace más de 18 años al club, esta ha sido mi casa. Dejo aquí amigos, compañeros y grandes e imborrables recuerdos de estos últimos años", proseguía su carta de despedida.

Recuerdos rojiblancos

No, Mario no era titular indiscutible, pero había algo en él que siempre le hacía aparecer en los mejores momentos. Su último gol con la camiseta del Atlético valió unos cuartos de final. Fue ante el Bayer Leverkusen, en el partido de vuelta de octavos de final, tras haber perdido 1-0 la ida. Esa diana, la de Mario, llevó al Atlético hasta la prórroga y los posteriores penalties. 

"Siempre me he sentido querido y exigido por una afición que siempre ha estado con el equipo cuando lo ha necesitado, en las buenas y en las malas."

Pero no será este su único recuerdo. Ni siquiera, seguramente, será el mejor: "Recuerdos como los de la final de Bucarest, o los de Mónaco. Recuerdos como la final de Copa del Rey en el Bernabéu, aquel partido de Champions en Stamford Bridge o La Liga en el Camp Nou". Recuerdos de titular, porque Mario, a pesar de no serlo de manera indiscutible, formó parte del once inicial en los últimos cuatro títulos que ganó el Atlético de Madrid en una final: Europa League contra el Athletic de Bilbao, Supercopa ante el Chelsea y Copa del Rey ante el Madrid, así como la ida de la Supercopa de España ante los blancos. "Estos cinco últimos años -prosigue la carta- han sido muy importantes para mí, pero ha llegado el momento de buscar nuevas experiencias, y por eso he decidido marcharme. Desde que llegué al club, con algo más de 9 años, he podido cumplir mi sueño de jugar en el Calderón y de ganar títulos con el equipo de mi vida". Así habla un hincha del Atlético, así se despide Mario Suárez. Palabras sinceras de un jugador que lo dio todo por la camiseta que defendía cuando apenas era un niño de nueve años.

El sueño de La Roja

Como cada joven que aspira a dedicarse a esto del mundo del balompié, Mario vio engradecida aún más su etapa como rojiblanco cuando se enfundó La Roja. Y, una vez, vuelve a agradecer al Atlético de Madrid la oportunidad que le brindó de cumplir un nuevo sueño: "Además, gracias al Atlético de Madrid pude hacer realidad el sueño de todo jugador, vestir la camiseta de la Selección Nacional, una ambición que aún mantengo y por la que trabajaré tan duro como hasta ahora en la Fiorentina."

"Hoy me marcho con la ilusión de crecer como jugador y la tranquilidad de quien se ha dejado la piel defendiendo esta camiseta."

"No querría terminar esta carta sin dar gracias a todos los que me han acompañado durante tantos años; a todos y cada uno de los empleados del club, compañeros, amigos, a mi familia que siempre me ha apoyado y por supuesto a la mejor afición del mundo.", agradeció un sincero Mario, quien no tiene reproches para la más que exigente parroquia rojiblanca, aquella que le miraba con lupa cada partido, cada jugada, cada pase. Pases. Esos que no brillaban tanto como los regates de Arda, pero que le convirtieron en el segundo jugador con más porcentaje de pases (82,4%) de la pasada campaña con el Atlético, sólo por detrás del turco (85,2%): "Siempre me he sentido querido y exigido por una afición que siempre ha estado con el equipo cuando lo ha necesitado, en las buenas y en las malas. Nunca se sabe dónde te llevará la vida, ni tampoco el fútbol. En su día me marché y regresé, cierto es, que en ese momento las circunstancias eran otras".

"Hoy me marcho con la ilusión de crecer como jugador y la tranquilidad de quien se ha dejado la piel defendiendo esta camiseta. Si hay algo seguro por encima de todo es que allá donde vaya seré un colchonero más, os deseo la mejor de las suertes", terminó Mario, como un Señor, para poner el broche a su carta con un "Aúpa Atleti" de esos que solo los verdaderos atléticos sienten de verdad.