El Valencia volvía a Mestalla y la parroquia che tuvo su oportunidad para demostrar que, pese al descontento con ciertos aspectos y componentes de la plantilla, está a muerte con el equipo, llenando el estadio en un amistoso de pretemporada.

División de opiniones con el General

Otamendi fue uno de los más destacados durante el partido

Otamendi, que la pasada temporada fue el icono e ídolo de la afición, era el principal señalado, su salto al verde de Mestalla era uno de los más esperados por el valencianismo. Durante la presentación de la plantilla, en la que todos los jugadores fueron nombrados, el nombre de Otamendi fue silbado por gran parte del público, pero una vez el argentino pisó el césped, los abucheos se convirtieron en aplausos, dando a entender que la afición lo aprecia, lo quiere, pero está molesta con su actuación en el mercado estival.

Con Nuno no hubo dudas

Sin duda alguna, Nuno tuvo mucho que ver en la dimisión de Rufete, Salvo, Ayala y toda la directiva deportiva que luchó para que Peter Lim adquiriese la mayoría accionarial del Valencia Club de Fútbol. Por ello, la afición che no está contenta con su técnico. Amadeo Salvo se convirtió en uno de los mejores presidentes de la historia de Nuno ha sido duramente cuestionado durante el veranola entidad, por lo tanto, su salida no gustó, pero en Valencia molestó más su forma de salir. Aunque el propio expresidente afirmó marcharse por motivos personales, es un secreto a voces que las discrepancias con el técnico portugués fueron uno de los motivos principales de su salida.

Es tal el descontento de Mestalla con el luso que cuando fue nombrado por la megafonía, los altavoces se quedaron cortos. Una ensordecedora pitada se cirnió sobre el entrenador valencianista.

Parejo, el tercer señalado

Como primer capitán del Valencia, a Dani Parejo se le exige que su trabajo sobre el campo sea ejemplar e intachable, pero, de un tiempo a esta parte, el nivel del centrocampista de Coslada ha disminuido de forma notable, por lo que Mestalla fue crítico con él cuando fue sustituido en el minuto 80 de partido por Santi Mina.

El madrileño deberá volver a su buen nivel si no quiere que los silbidos le castiguen cada vez que salga del campo.

También hubo pitos para el equipo

Si bien es cierto que durante los 90 minutos la afición no dejó de alentar al equipo, al finalizar el encuentro ante la Roma, la afición advirtió a los pupilos de Nuno que la senda a seguir no es la que están siguiendo. El hambre de victoria se ha apoderado de una afición de las más críticas del panorama futbolístico.