Si la directiva y el cuerpo técnico de la UD Las Palmas ha decidido desprenderse de los menos habituales a través de una cesión y no mediante un traspaso, sólo puede tener un significado. El conjunto amarillo es consciente de que los jugadores reservas, pese a no tener participación, tienen el potencial suficiente para poner patas arribas cualquier estado, y una buena dosis de experiencia en otro equipo nunca viene nada mal.

Y parece ser que la entidad de Pío XII ha encontrado el destino apropiado que sirva a tal propósito: El Alcoraz. El histórico feudo del Huesca acogerá esta temporada a tres jugadores amarillos: Tyronne, Héctor Figueroa y Christian Fernández. El equipo oscense tiene todos los requisitos que necesita cualquier jugador con pocos minutos para explotar definitivamente como futbolista.

En primer lugar, los tres jugadores no se moverán del fútbol profesional. El reciente ascenso del equipo aragonés a la Liga Adelante hace que los jugadores no pierdan el ritmo del fútbol a primer nivel. Indudablemente, si el equipo oscense ha insistido en pescar en Gran Canaria es porque necesitan de este tipo de futbolista. Tener en tus filas a un centrocampista creativo, a un lateral de garantías y a un delantero que cumple es algo que anhela cualquier equipo, por lo que muy pocos podrán dudar de que los tres serán titulares en la mayor parte de los partidos.

Cabe destacar primeramente la vuelta a tierras oscenses de Tyronne del Pino, que ya militó cedido en el equipo la temporada pasada y que, tras renovar su contrato con Las Palmas hasta junio de 2019 ha regreso ante la presumible falta de oportunidades que tendrá en Primera División.

El grancanario, a sus 24 años, ha jugado prácticamente en todas las categorías inferiores del conjunto canario y ya sabe lo que es jugar cedido en tierras peninsulares, ya que aparte de militar en el Huesca, también probó suerte vistiendo la camisa del Barakaldo en la temporada 2012/13.

Tyronne ya fue clave en la pasada campaña

Ya en la temporada pasada el jugador deslumbró en el equipo aragonés y fue clave en el once titular de Luis García Tevenet. De hecho, en el play-off por el ascenso a Segunda División resultaría decisivo, dado que en marcó tanto en la elimnatoria contra el Racing de Ferrol como ante el Huracán Valencia.

Así pues, las buenas sensaciones que ha dejado Tyronne en El Alcoraz ha despertado el interés de otros jugadores que como él, no han tenido la participación que hubieran deseado en el Gran Canaria. De esta manera, Héctor Figueroa fue la segunda cesión llegada al conjunto oscense.

El menor de los hermanos Figueroa tuvo una actuación discreta en el equipo cuando los amarillos estaban dirigidos por Sergio Lobera. Y ya con las llegadas de Sergio Araujo y posteriormente de Alfredo Ortuño, Paco Herrera apenas le dio minutos esta última campaña. Eso sí, cada vez que saltó al terreno de juego cumplió con buena nota. 

Es por ello que ante a una más que previsible falta de minutos, el jugador pedía a gritos la cesión. Eso sí, Miguel Ángel Ramírez fue consciente de que el jugador es una inversión a la que se le puede sacar bastante partido, y antes de cederlo al Huesca, Héctor firmó su renovación hasta junio de 2018. Una situación muy similar a la que vivió semanas atrás Tyronne.

Héctor debutó de la mejor de las maneras, con gol

En lo positivo, el jugador se ha adaptado a la perfección al sistema de juego de Tevenet, y a horas después de ser presentado con la elástica azulgrana, Héctor debutó con gol en el empate del Huesca (1-1) en el derbi aragonés ante el Real Zaragoza.

Ya en el último lugar, el que también espera mostrar su valía será Christian Fernández. El lateral zurdo, que fue de más a menos la temporada pasada y que fue eclipsado por las grandes actuaciones de Ángel y las buenas sensaciones que dejó Dani Castellano tras recuperarse de su lesión.

Christian, que hizo el 'stage' del equipo en Maspalomas y que de hecho participó en los primeros encuentros de pretemporada de los amarillos (incluido el partido de ida de la Copa Mahou ante el Tenerife), supo que Paco Herrera no contaba con el justo antes del viaje del club a Madeira para enfrentarse contra el Marítimo.

Así pues, y con la reciente llegada de Garrido al Gran Canaria, el lateral ha sido la tercera y última incorporación amarilla de un Huesca que es más canario que nunca, pues es la primera vez en su historia en la que más de dos jugadores de las islas han jugado en sus filas.