Tras tres temporadas como jugador blanquiazul, Javi Moyano confirmó ayer su salida del club para firmar por el Real Valladolid. El jiennense abandona por tanto una banda derecha que había sido suya de forma indiscutible prácticamente desde su debut, y que ahora será heredada por Raúl Cámara, que pasará a la diestra tras la llegada de Aurtenetxe, y por Cristian García, recién incorporado a la plantilla. No obstante, el esfuerzo y sacrificio del andaluz le han harán seguir teniendo un hueco en la memoria de la hinchada chicharrera, a quién regaló un ascenso a Segunda División.

Incuestionable desde su llegada

Nada más aterrizar en la isla, Moyano se hizo con el rol de titular y se asentó en el lateral sin que nadie pudiese disputarle el puesto. Se ganó al instante la confianza de Cervera, con quien disputó 3240 minutos que le hicieron el jugador más utilizado de la plantilla junto a Sergio Aragoneses, todos ellos partiendo como titular. Siempre que estuvo disponible fue de la partida, y contribuyó a que los blanquiazules fueran el equipo menos goleado de la categoría.

Ese mismo año, Moyano hizo el que sería su único gol como jugador tinerfeño en la visita al filial del Sporting de Gijón, y al final de la temporada celebró un ascenso a Segunda División del que había sido una pieza fundamental. Sin demasiados adornos ni florituras, el andaluz se ganó su puesto a base de lucha y entrega, algo que le hizo encajar a la perfección tanto en aquel Tenerife como en el de las temporadas posteriores. Pese a sus limitaciones, poco peros se le podían poner a sus actuaciones sobre el césped.

Tras llegar y besar el santo, al jiennense le tocaba afrontar su primera temporada en el fútbol profesional, en la que la llegada de Raúl Cámara en el verano de 2013 parecía suponerle un primer obstáculo de cara a mantener su titularidad. No obstante, los problemas en la banda izquierda hicieron que el madrileño tuviese que jugar a pierna cambiada y dejaron vía libre al andaluz, por lo que, una vez más, se asentó en la banda derecha de manera inapelable, y acabó la temporada siendo, tras Carlos Ruiz, el jugador más utilizado por Cervera. Con el paso de los partidos fue conformando una gran alianza con Suso, lo que hizo que la banda derecha se convirtiese en el mayor peligro de los chicharreros, y su protagonismo en el equipo fue creciendo cada vez más.

La pasada temporada, su situación continuó siendo la de dueño absoluto de su puesto, tanto con Álvaro Cervera como tras la llegada de Raúl Agné. Con 40 partidos y 3538 minutos a sus espaldas volvió a colocarse en la cabeza de la lista de los jugadores con más presencia en el campo, y cuando disputó su último encuentro del año en Soria muy pocos podían imaginar que se trataría de última aparición con la elástica del Tenerife.

Tras comunicar al club su deseo de salir el pasado viernes, ayer martes fue anunciada su marcha, que él mismo comunicó entre lágrimas. El hombre que dominó la banda derecha del Heliodoro en los últimos tres años deja ahora el club que le permitió dar el salto al fútbol profesional, y eso es algo que, tal y como admitió el propio Moyano, siempre llevará en el corazón. Ahora solo le queda esperar hasta el 15 de mayo para reencontrarse con esa afición a la que tanto le ha dado en las últimas temporadas, y que solo puede desearle suerte y éxitos allá donde vaya.