Tras la victoria en el estreno liguero en Palamós ante la Llagostera, Osasuna recibe en casa al Mirandés, que no pudo estrenarse con victoria, pero que fue capaz de empatar un encuentro que tenía cuesta arriba ante el Zaragoza. A pesar de comenzar perdiendo, el Mirandés demostró que el carácter que tuvo la temporada pasada no lo ha perdido.

La temporada pasada Osasuna sufrió el clima de Miranda y en un partido acompañado por el frio, la lluvia y más de 2.000 aficionados osasunistas, los locales se llevaron los tres puntos con un gol de Urko Vera. En la segunda vuelta, con Osasuna contra las cuerdas y un Mirandés con los deberes más que hechos, los navarros conseguían imponerse 2-0 –Nino y Hervías- para seguir en la agónica lucha por evitar el descenso.

El Mirandés, sin su pieza clave

Si Urko Vera fue la temporada pasada el encargado de amargar la tarde en Miranda a los aficionados desplazados, y además fue uno de los nombres que sonó a principios de verano para reforzar la delantera osasunista, esta temporada ninguno de los dos equipos lo sufrirá ni tampoco disfrutará. Y es que el vizcaíno ponía rumbo al Jeonbuk Hyundai Motors Football Club, de la liga surcoreana. Tras la baja de su ‘hombre gol’, el Mirandés tuvo que reforzarse, y aunque lo hizo, será complicado que encuentren un delantero con unas prestaciones tan altas para el juego de este equipo.

Equipo en construcción

Además de la ya mencionada baja de Urko Vera, el Mirandés llega al Sadar tras haber sufrido 13 bajas a lo largo de este verano. A pesar de que ha realizado 11 fichajes, de entre los que destacan Néstor Salinas (Bilbao Athletic), Eguaras (Sabadell), Shangalli (Real Sociedad) y Lago Junior (Nástic), la realidad es que ante tantas incorporaciones, los primeros partidos pueden ser más costosos, por lo que Osasuna tiene ante sí una buena oportunidad de sumar otros tres puntos más. 

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