El partido del Málaga CF contra el FC Barcelona dejó bastantes datos para analizar. Uno de esos fueron las tarjetas que vieron los jugadores blanquiazules a lo largo del partido mientras que los azulgranas no llegaron a recibir ninguna.

Tras un partido bastante intenso donde hubo varias jugadas polémicas, las amonestaciones recayeron sobre el lado blanquiazul. La primera tarjeta amarilla la vio Recio antes de terminar la primera parte tras derribar a un jugador de Luis Enrique. Y al igual que en la primera parte, las tarjetas llegaron al final de la segunda parte con tarjetas amarillas a Tissone y Miguel Torres por dos entradas fuera de lugar las cuales pudieron hacer mucho daño a sus víctimas.

Tres tarjetas por partido

Al igual que pasó contra el Sevilla FC, este partido dejó otras tres tarjetas amarillas para los jugadores de Javi Gracia, añadiéndose las de Darder, Charles y Boka. Esto puede suponer un problema de cara al futuro, ya que jugadores importantes en el centro del campo y en la defensa están acumulando poco a poco tarjetas amarillas, lo cual puede desembocar en sanciones próximamente si no mantienen un juego más calmado en defensa.

Hasta ahora el equipo sigue la media de tarjetas amarillas del año pasado, donde por partido veía 2.87 tarjetas de media, y por la proyección que parecen llevar los jugadores blanquiazules, todo indica que seguirán posiblemente ese mismo ritmo.

Los centrales están limpios

La parte positiva de todo esto es que tras estos dos partidos, los pilares centrales de la defensa, Weligton, quien cayó lesionado en el partido, Albentosa y Angeleri no han visto aún ninguna tarjeta amarilla, lo cual da respiro a Javi Gracia.

Es cierto que la temporada acaba de empezar, pero poco a poco las jornadas irán pasando y es importante que el equipo trate de no ser amonestado en todo lo posible para así no sufrir bajas que puedan ser muy necesarias.

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