Preocupa muy y mucho, no solo a los aficionados del Pucela sino al propio míster, Gaizka Garitano, la falta de ideas en la sala de máquinas de su equipo en este inicio de temporada. Al equipo se le ve sin criterio a la hora de dominar los encuentros, y practicando un fútbol que podríamos calificar de pobre en este prólogo de una temporada 2015-2016 que debe de llevar al Real Valladolid a la máxima competición del fútbol español.

Timor se ha mostrado, no solo en este comienzo sino también la temporada pasada, como un jugador más llegador que creador y a André Leao le sigue costando en demasía entrar en los partidos y hacerse con el control del juego de su equipo y del partido. El portugués 'es como el Guadiana' aparece y desaparece con asiduidad, y el Real Valladolid necesita del aporte y la calidad de un jugador que llegó para hacerse con la manija en el centro del campo la temporada pasada y hasta el momento ha ofrecido más bien poco.

Viendo que estos dos no están aún a su mejor nivel, la figura de Álvaro Rubio y sobre todo de Pedro Tiba toman una relevancia supina. El primero, para coger las riendas de su equipo en los 20-30 minutos por partido en los que esté en el campo y el segundo, para con el paso de las jornadas, se haga un hueco en el once titular.

Desbordados en Córdoba y en Ponferrada

Comenzando por el principio, por el Nuevo Arcángel de Córdoba, la pareja de mediocentros del Real Valladolid en esa noche del 22 de agosto no estuvo todo lo acertada que debería. Con una tendencia fácil a retroceder y a convertirse en dos centrales más, con lo que conlleva dejar prácticamente desguarnecida la zona de tres cuartos rival, Timor y Leao no estuvieron a la altura y se vieron superados por la medular del conjunto de José Luis Oltra formada por un Markovic y Luso. Al Pucela le costó un mundo sacar la pelota en ese encuentro y fruto de las pérdidas a la hora de salir a la contra, apenas inquieto el marco defendido por Razak, y cosechó su primera derrota de la temporada.

Ni Timor ni André Leao estuvieron a la altura ni en Córdoba ni en Ponferrada

El pasado domingo en Ponferrada el equipo volvió a cometer los mismos errores hasta la expulsión de Juanpe. El ex de Osasuna y el de Paços de Ferreira se volvieron a meter muy atrás a la hora de defender y no supieron sacar el balón jugado a la hora de atacar. Curiosamente cuando Juanpe fue expulsado, con la reconversión de Timor al puesto de central y el retrasar la posición de Óscar por parte de Garitano, sirvió para que el equipo tuviera más presencia en la sala de máquinas, para que Leao ganara en presencia y para que el equipo jugara mejor, a pesar de la dura derrota y la exhibición de Yuri.

Foto: Real Valladolid

Una pareja descompensada

Las circunstancias del Real Valladolid han llevado a que la pareja en el centro del campo, al menos en estos primeros partidos de Liga, sea la misma que no funcionó la temporada pasada con Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ y que llevó al conjunto pucelano a no pasar la primera ronda del playoff ante Las Palmas y a permanecer una temporada más en el infierno de la Segunda División. Eso y muchas cosas más, claro está. La falta de activos económicos por parte de la escuadra que preside Carlos Suárez para fichar un mediocentro de garantías, ha llevado a contar con esta pareja descompensada, que se espera que dé resultados este año cuando no los dio el pasado.

Timor es, como se puede apreciar en cada encuentro, un jugador más llegador que pasador y constructor de juego. Un mediapunta con llegada 'a lo Maniche', salvando las distancias. Con gol pero con poca capacidad de construir juego y con deficiencias tácticas. Leao, en este año y poco que lleva vistiendo la camiseta del equipo blanquivioleta aún no sabemos qué tipo de jugador es. Lo que sí está contrastada es de la calidad que dispone, con lo que ha de exigírsele que dé mucho más sobre el terreno de juego para que el cuadro de Garitano cree juego y se haga con el control de los partidos.

Foto: Real Valladolid

Tiba viene para llevar la manija

Lo cierto es que la sensación que dejó el pasado miércoles Pedro Tiba en esa eliminatoria copera en la que el Pucela cedió ante el Real Oviedo, fue sumamente buena. Con una planta envidiable y una colocación sobre el terreno de juego digna de un jugador pretendido por Valencia o Marsella entre otros, el de Arcos de Valderez llega para ser titular y llevar la manija del juego en este equipo. Cedido del Sporting de Braga por una temporada, la pronta integración del portugués es clave para que cuanto antes entre en el once, demuestre su calidad y comience a crear fútbol para un equipo que en estos momentos adolece de él.

Pedro Tiba será, en pocas semanas, el encargado de llevar el juego del Real Valladolid

El internacional por el combinado luso tiene, además de calidad, gol, como demostró la temporada 2012-2013 en el Tirsense portugués, equipo con el que marcó 16 tantos en 33 partidos. De su buen hacer dependerá el que el conjunto de la capital del Pisuerga comience a jugar, a dominar y a llevarse los partidos.

La labor de Álvaro Rubio, fundamental

A sus 36 años, el rol del futbolista riojano es otro bien distinto al que ha tenido en las temporadas anteriores. Con solo 35 minutos jugados en estas primeras tres jornadas de Liga, Rubio ha de entrar a los partidos para aportar esa serenidad y esa pausa que el Pucela echa de menos en ciertas fases del partido.

Hablando en términos ciclísticos, Álvaro ha de ser el gregario de lujo para un Gaizka Garitano que sabe que también tiene que explotar los minutos de calidad del logroñés, exprimir a cada uno de sus jugadores para sacar el máximo rendimiento y lograr que las victorias vayan cayendo. Todos han de sumar, como en baloncesto, ya sea jugando noventa minutos o uno para conseguir que el Pucela juegue bien y logre el objetivo del ascenso.