La escuela portuguesa de entrenadores pone en la élite del futbol europeo a dos de sus alumnos. Por una parte, en el banquillo local estará Nuno Espírito Santo, desconocido por muchos hasta que llegó a tierras valencianas la pasada temporada. Por otra, André Villas-Boas, con mayor experiencia en el panorama futbolístco tras su paso por equipos como FC Oporto, Chelsea y Tottenham, antes de recalar en el Zenit de San Petersburgo, conjunto al que dirige desde la banda actualmente. 

Nuno Espírito Santo

Por su cabeza no pasa otra palabra que no sea trabajo. Su obsesión por la respuesta que los jugadores dan en cada entrenamiento es más que palpable tras su primer año en la ciudad del Turia. El esfuerzo de cada jugador durante toda la semana es vital si este quiere ser uno de los protagonistas en el siguiente partido. Tras esta primera piedra del esquema de Nuno, denominada trabajo, su sistema se asienta seguidamente en la solidez defensiva. El luso trata de que su equipo defienda empezando por los atacantes, mediante la realización de una intensa presión que permita hacerse con el balón lo más cerca posible de la portería rival. En defensa, el orden es fundamental para transmitir seguridad y posibilitar rápidos contrataques que sorprendan al equipo rival. La organización y la solidaridad en todas las líneas, desde la defensa hasta la delantera, son otros de los puntos clave en la libreta del portugués. 

No obstante, para el joven técnico no todos los conceptos futbolísticos son una obsesión. La posesión del balón sin verticalidad no tiene hueco en los plantes del luso. Su filosofía se basa en un juego rápido mediante el uso de las bandas, y no en tener el balón por el simple hecho de tenerlo. La rapidez es, para Nuno, la llave para romper las líneas rivales y llegar con mayor facilidad al gol. 

André Villas-Boas

El joven entrenador no tardó en hacerse un nombre entre los técnicos más destacados. Su fama y experiencia, pese a sus 37 años, son un aval para el de Oporto, y eso sin haber sido futbolista profesional. Además, la escasa diferencia de edad con sus pupilos le permiten entablar una óptima relación con ellos, por lo que es considerado como uno de los mejores entrenadores en referencia a la mediación con los jugadores y, tal y como algunos de ellos ya apuntaron, tiene un don para motivarlos cuando más lo necesitan. Su etapa como ayudante de José Mourinho en el Inter de Milán y anteriormente en el Oporto y el Chelsea analizando a los distintos rivales fue, según el propio André, el mejor sitio para aprender a ser entrenador de fútbol. 

Su filosofía de juego guarda cierto parecido con la filosofía de Nuno. Ésta, aplicada a su actual equipo y próximo rival del Valencia CF, el Zenit, se basa en la verticalidad. Desde su llegada a la entidad rusa, esta característica, unida a la rapidez en el juego para descolocar a la defensa rival, son las claves del fútbol de los de André. Claves que también tienen hueco en la libreta del técnico valencianista. Otro de los terrenos que también maneja a la perfección el joven de Oporto, al que apodaron como 'el nuevo Mourinho' o 'The Special Two', es la relación con la prensa. Su actitud delante de los micrófonos, con mensajes transparentes y ruedas de prensa inteligentes, es una muestra clara de su buena relación con los medios de comunicación.

Foto: Juan Ingancio / VAVEL