Mucho sufrimiento el que se vivió en San Mamés el pasado jueves 17 de septiembre cuando el Athletic Club se enfrentaba al Augsburgo en la primera jornada de la fase de grupos de la UEFA Europa League. Este sufrimiento fue similar al vivido en las últimas jornadas de la pasada Liga BBVA, cuando el equipo vasco estuvo peleando por un puesto europeo hasta el último partido de competición. Finalmente, tras pasar algunas rondas de clasificación, el equipo rojiblanco pudo debutar, y lo hizo ganando 3-1 a un equipo alemán que puso las cosas muy complicadas a los de Ernesto Valverde.

Una alineación inicial con sorpresas desagradables

Txingurri sorprendió desde el primer momento con la alineación. Debajo de los palos se situaba Iago Herrerín, siguiendo la línea de la pasada temporada, cuando Gorka disputaba los partidos ligueros. En defensa, Laporte era la principal novedad respecto al partido ante el Getafe. El francés acompañó a Etxeita en el eje de la zaga, mientras que De Marcos, en banda derecha, y Lekue, en la izquierda, ocupaban los laterales. El jugador del filial volvió a estar por delante de Balenziaga, al que parece ganarle el puesto. En el centro del campo destacaba la entrada de Elustondo, que acompañó a Beñat. Por delante estaba Susaeta, Raúl García e Ibai, siendo este último la principal novedad respecto al partido frente al cuadro azulón. En punta de ataque, dadas las escasas posibilidades, volvía a estar Aritz Aduriz.

Lekue tuvo una mala actuación

La alineación principal, a priori, no suponía ningún tipo de cambio excesivo en el equipo, aunque sí en el rendimiento. Lekue fue una puerta abierta de par en par para el Augsburgo. El equipo alemán ganó una y otra vez todos los balones por aquella banda y el de Bilbao no conseguía tapar las jugadas de peligro. Además, Ibai, siguiendo con el bajo ritmo y aportación que lleva durante toda la temporada pasada y lo que transcurre de la presente, no ayudaba al canterano, que se vio superado en su totalidad. Tras un despeje de Lekue llegó el tanto germano, ya que el balón cayó rechazado al centro del área grande y tras un disparo repelido por Herrerín, Altintop adelantaba a los suyos al cuarto de hora tras aprovechar el despeje.

Aunque destaca la mala actuación de Lekue, la línea defensiva rojiblanca sigue dejando las mismas dudas que siempre, pues ni Laporte ni Etxeita parecen aportar tranquilidad al público de San Mamés. Solamente las ayudas de Susaeta y la entrada de Mikel Rico ayudaron a recuperar el equilibrio perdido durante toda la primera parte. Fue el de Arrigorriaga el que consiguió poner calidad e imaginación al juego del Athletic. Su entrada tras el descanso, sustituyendo a un Elustondo que no tuvo su noche, dio un respiro al centro del campo del Athletic Club y consiguió liberar a un Beñat que, por fin, disfrutó en lo que iba de partido.

En el centro del campo destaca, una vez más, la apatía de Ibai Gómez, que no es ese jugador revulsivo que anima y aporta cuando sale desde el banquillo. Una vez más desaprovechó la titularidad y pocas ocasiones le quedan al de Bilbao, pues la recuperación de Muniain está más cerca que nunca. Raúl García mostró todo lo contrario. El recién fichado aportó movilidad al ataque rojiblanco y consiguió abrir líneas en la defensa alemana. Además, pudo alternarse con Aritz Aduriz en la punta de ataque y dio muestras de peligro con cabezazos y disparos lejanos. Fue Susaeta quien más brilló. Tras un arranque de temporada malo, similar al curso 2014/2015, por fin volvió a ser el jugador aguerrido y rápido que siempre está detrás del rival. Además del gol, tuvo un gran encuentro en la parcela individual y colectiva.

Los cambios, una vez más, arreglaron la noche

Si Ernesto no acertó con la alineación inicial hizo pleno con los jugadores que entraron desde el banquillo. Mikel Rico, Sabin y Gurpegi entendieron a la perfección todo aquello que se esperaba de ellos y que el técnico extremeño les había dicho en la línea de banda. Rico volvió a ser ese timón en el centro del campo que dirige al Athletic a su antojo. Junto a Beñat, no se plantea una mejor pareja de mediocentros para el equipo vasco, pues ambos se complementan a la perfección. Si uno sube, el otro se queda, si uno va, el otro viene, pero siempre la posición está cubierta. El ex del Granada consiguió cambiar el partido cuando entró por Elustondo en el descanso y fue gracias a él por lo que el Athletic consiguió remontar.

Mikel Rico cambió la cara al partido (Fotografía: UGS Visión)
Mikel Rico cambió la cara al partido.

Por otro lado está Sabin, que ya ha asombrado a propios y extraños en partidos ante el FC Barcelona. Su entrada por Ibai reanimó al equipo, aunque el resto de compañeros siguieron dando prioridad a la banda derecha. Consiguió recibir algún que otro balón con ventaja y remató a puerta una vez. Su calidad es indiscutible y su sacrificio también. Sin lugar a dudas, aportó, en menos tiempo, más que Ibai y, de seguir así, puede hacerse con el puesto.

Gurpegui entró para aportar en defensa

Por último entró Gurpegui, el veterano capitán del Athletic que sustituyó a un cansado y amonestado Raúl García. Su entrada tenía un objetivo claro: reforzar la línea defensiva. El plan salió a la perfección y se incrustó entre Beñat y Mikel Rico para mantener el orden y el rigor defensivo en el centro del campo vasco.

Aritz Aduriz vuelve a ser el salvador

El ariete rojiblanco no se cansa de dar la cara por su equipo y, una vez más, volvió a anotar dos goles para lograr la victoria de los suyos. El primero fue tras aprovechar un gran lanzamiento de esquina y, el segundo, tras patear con dureza un balón suelto en el área. Con esto demuestra su versatilidad y la capacidad anotadora que tiene con 34 años. Ahora, con Raúl García tras él, se siente más liberado de cara al gol, ya que el navarro aprovecha los huecos generados por el guipuzcoano y es capaz de cazar rechaces y balones sueltos en el área.

Aritz Aduriz anotó los dos tantos que supusieron la remontada
Aritz Aduriz anotó los dos tantos que supusieron la remontada.

Sin lugar a dudas es una noticia tan positiva como negativa. Por un lado, el Athletic puede confiar en él cuando las cosas vayan mal pero, por otro, el equipo rojiblanco puede notar una gran ausencia cuando no rinda al mismo nivel, tenga una lesión o reciba alguna sanción que le mantenga fuera de los terrenos de juego. Ni Borja Viguera ni Kike Sola son dos jugadores que aporten lo mismo que Aduriz.

Si Aduriz fue un salvador, Iago Herrerín no se quedó atrás. Con paradas espectaculares mantuvo a su equipo en el partido y volvió a ser determinante. Ernesto Valverde puede confiar en ambos guardametas ya que tanto Gorka Iraizoz como Iago Herrerín están demostrando su gran nivel.

La banda derecha: la clave para ganar

Con el mal momento de forma de Ibai Gómez, situado en banda izquierda, todo el equipo instintivamente, volcaba los balones hacia el margen derecho de San Mamés. Tanto era así que De Marcos y Susaeta fueron dos de los jugadores que más veces entraron en contacto con el esférico. El primero fue fundamental en la remontada, mientras que el segundo volvió a aportar toda la verticalidad que lleva en sus botas por la banda derecha.

Además, el córner a través del cual llega el primer tanto de Aduriz está botado desde la derecha, el segundo tanto del donostiarra también llega tras una internada de Susaeta y, el tercero, lo logra el propio Markel tras anticiparse a toda la defensa, quebrar con un taconazo impresionante y rematar con violencia al fondo de la red.

Susaeta volvió a brillar a un gran nivel
Susaeta volvió a brillar a un gran nivel.

En el lado opuesto, ni Ibai ni Lekue conseguían la profundidad que tenía el Athletic por la derecha y, en contadas ocasiones, el canterano conseguía doblar por banda, con el riesgo defensivo que eso generaba, pues Ibai Gómez no hacía bien la cobertura. Así pues, el equipo rojiblanco se volvió a agarrar a sus centros laterales desde la derecha y a una dupla formada por Susaeta y De Marcos que recordó a los mejores años en los que Markel combinaba con Iraola.

Estos son algunos de los puntos importantes que se desprenden del partido entre el Athletic Club y el Augsburgo en la primera jornada de la fase de grupos de la UEFA Europa League. Aún queda mucha temporada por delante, pero Ernesto Valverde debe apuntar en su libreta todo aquello que hace mejor al equipo de San Mamés.