El Zaragoza, uno de los candidatos al ascenso, es el próximo rival de Osasuna. Los maños, que no han empezado de la mejor manera posible la temporada, quieren levantar el vuelo ante su gran rival. Los zaragozanos solo han logrado una victoria (3-2 ante el Almería), dos empates (frente al Leganés y Mirandés) y una derrota que escoció bastante en la Romaneda ante el Córdoba por 0-1.

La realidad es que los números de los aragoneses no son del todo malos, pero el estar en la decimocuarta posición tras la cuarta jornada de liga, molesta en Zaragoza. Cierto es que la temporada no ha hecho mas que empezar y que muy probablemente los maños terminen la temporada en la zona más alta de la tabla.  Con el objetivo del ascenso en mente, el Zaragoza ha sufrido un total de 13 bajas y ha tenido que reforzarse, lo que está haciendo que el tiempo de adaptación del equipo a  la categoría sea más costoso de lo deseado. La baja que más acusará el equipo de Popovic será la de su goleador, Borja Bastón. El delantero ponía rumbo a Eibar para jugar en Primera División, categoría que el Zaragoza rozó con la yema de los dedos, pero que cayó en manos de Las Palmas.

El partido ante Osasuna se convierte en una gran oportunidad para los locales de sumar tres puntos que sabrán a gloria por varias cosas en La Romaneda. Primeramente porque volverán a conseguir una victoria; también lo celebrarían porque con los tres puntos conseguirían escalar alguna posición en la tabla y, por supuesto, por derrotar al eterno rival. Por su parte, los de Martín Monreal viajan a Zaragoza con el recuerdo del punto logrado la temporada pasada y que, con las bajas que sufre el conjunto rojillo, se daría por bueno.