
De nuevo llegaba el fútbol a la ciudad bañada por el mar Mediterráneo. La UD Almería, tras su derrota en Lugo, buscaba hacerse con los tres puntos ante su afición. Pero para ello debía sobreponerse al Deportivo Alavés de José Bordalás, que llegaba a Almería con la obligación de ganar para olvidar las dos goleadas recibidas en las respectivas jornadas anteriores.
El drama de los refugiados también tuvo presencia en el Juegos Mediterráneos, mandando las plantilas de ambos conjuntos un mensaje de apoyo a través e las camisetas. Además se anunció por megafonía el número para enviar un SMS de ayuda económica.
El Almería iniciaba el partido con: Casto, Michel Macedo, Fran Vélez, Cuéllar, Dubarbier; Montoro, Lolo Reyes, Eldin Hadzic; Quique González, Iago Díaz y Chuli.
Por su parte el Alavés alineaba en el once titular a: Pacheco; Raúl García, Laguardia, Caprio, Barreiro; Guichón, Mora, Pelegrín, Toquero, Manu, Kiko Femenía.
El equipo dirigido por Sergi Barjuan comenzaba el choque dominando en la posesión y creando las primeras jugadas de peligro del encuentro. El Alavés supo contener la ofensiva rojiblanca y la igualdad se convirtió en la protagonista.
Y pronto se hizo el silencio en el Juegos Mediterráneos, ya que en el minuto nueve de juego, el exalmeriensista Raúl García haría gol para los visitantes con un colocado disparo en una falta concedida por los urcitanos en la frontal del área.
Se reanudaba el juego y la afición rojiblanca animaba a sus jugadores al grito de "Almería nunca se rinde", con la intención de que el empate llegase lo antes posible.
Concluía la primera parte, y el 0-1 lucía en el marcador. Tras la charla de ambos entrenadores, los equipos volvían al terreno de juego con un cambio en los locales: el joven Pozo entraba en juego. Pero una nueva desgracia llegaba para la parroquia almeriense, Sebastián Dubarbier, que había recibido cartulina amarilla en los primeros 45 minutos, veía la segunda, siendo expulsado por Víctor Areces.
Con uno menos, Sergi daba entrada a Morcillo por Iago Díaz.
El Almería lo intentaba, pero las imprecisiones en la medular hacían que el juego rojiblanco fuese muy irregular, abusando estos de los balones en largo desde la defensa hacia sus atacantes.
En una de esas jugadas elaboradas por parte del Almería llegaría el gol de Chuli, tras prolongar Cuéllar un balón botado a saque de esquina, pero el árbitro señalaría fuera de juego tras levantar la bandera el línea.
Tras el gol anulado, el Almería lo siguió intentando y Sergi Barjuan se desgañitaba en la banda, intentando que el juego de los suyos mejorase y diese la vuelta a la situación que se vivía. Mientras tanto, el árbitro del encuentro repartía tarjetas amarillas sin reparo alguno para los dos conjuntos.
El cansancio hacía mella en la UD Almería, que veía que el ansiado gol no llegaba y sus fuerzas eran cada vez menores.
Con el tiempo ya cumplido, Toquero haría el 0-2 en una contra del equipo de Álava. El ex del Athletic Club celebraba por todo lo alto el gol que certificaba la victoria de su equipo.
El Almería sumaba su tercera derrota en cinco partidos. Los de Sergi Barjuan no consiguieron revertir la situación y volvieron a caer, concluyendo la quinta jornada de la Liga Adelante en la decimosexta posición con tan solo seis puntos.
Fotografía por: Diego Carmona (@diego7carmona)
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