La expedición txuriurdin ha llegado este mediodía a las instalaciones de Zubieta de su viaje a Granada. Hoy los jugadores de la plantilla tendrán descanso y mañana se incorporarán a los entrenamientos de cara a preparar el derby que tendrán que jugar el domingo ante el Athletic de Bilbao. Antes de abandonar las instalaciones realistas, Oier Olazabal ha atendido a los medios para valorar su actuación y la del resto del equipo.

El guardameta irundarra ha subrayado lo raro que se sintió al saltar al terreno de juego de Los Cármenes con la camiseta del equipo contrario: "Fue una sensación muy rara, rara y especial. Ha sido mi casa hasta la pasada temporada y el saber cómo era el campo y los jugadores, me ha posibilitado ayudar al equipo para saber cuáles eran las virtudes del Granada".

Una serie de casualidades y situaciones impensables llevaron a Oier Olazabal a la titularidad en Granada

La expulsión de Gerónimo Rulli y el previo pago de la cantidad recogida en el contrato de cesión del jugador llevó a Oier a ocupar la portería txuriurdin en Granada, una situación que ninguno de los equipos ni el propio jugador hubieran imaginado cuando cerraron el contrato de cesión: "Quien iba a pensar que iba a jugar en Granada. La verdad es que el fútbol tiene estas cosas inesperadas. Pero tras esta anécdota, de lo de ayer, me quedo con lo importante que fue la victoria para nosotros, lo bien que jugó el equipo, que es algo que nos viene muy bien de cara al partido contra el Athletic Club del domingo".

En cuanto a la valoración del partido Oier ha destacado la seriedad de todos los jugadores: "Yo me sentí a gusto, muy cómodo porque todo el equipo estuvo bien. Iñigo hizo un gran trabajo, estuvo muy seguro y encontramos la posibilidad de tener todas las líneas juntas y no dejar huecos al rival. Contra el Espanyol tuvimos también buenos minutos pero creo que contra el Granada el equipo dio un paso adelante".