El Valencia se juega la vida este martes en Gerland ante el Olympique de Lyon. Los hombres de Nuno deberán extremar las precauciones en todas sus líneas pero especialmente en defensa. La Champions League exige mucho y cualquier error penaliza. En este sentido, el conjunto 'ché' deberá tener especial cuidado con Alexandre Lacazette. No solo es el hombre gol del equipo francés, sino que además es un futbolista capaz de buscarse la vida casi en solitario, es la herramienta más eficaz del Lyon.

El paso del tiempo ha hecho de Lacazette un futbolista mucho más maduro, un jugador capaz de medir sus esfuerzos. Queda muy poco de aquel joven talento que maravilló en el Mundial sub20 de 2011. Por entonces era un extremo habilidoso y repleto de cualidades para el desborde y generar desequilibrio, que no siempre acertaba en la toma de decisiones. No obstante, su producción en aquel torneo fue notable y terminó como máximo goleador con cinco goles.

Por aquel entonces, Lacazette ya había debutado con el primer equipo del Olympique de Lyon. Víctima del mal momento que han atravesado lo de Gerland, su rendimiento se vio afectado y por un momento llegó a parecer que la joven perla francesa se iba a dar de bruces contra las exigencias del máximo nivel. Todo cambió en la temporada 2013/2014. A raíz de esa campaña se produce un crecimiento progresivo que culmina el año pasado con el '10' del Lyon jugando como delantero centro.

En esa posición, Lacazette ha encontrado el lugar perfecto para desarrollar todo lo que ya apuntaba . Este revolución 'messiana' de la banda al centro del ataque le ha permitido tener mucha más libertad y poder tener varias salidas. En corto para ser partícipe del juego o en largo a la espalda de los centrales. Por izquierda o por derecha, ya no existe una raya que limite su juego, está donde tiene que estar, en el área de influencia.

Junto a todo lo que ya tenía ha añadido un nuevo registro, el de rematador. Contra todo pronóstico, Lacazette es ahora un delantero que maneja a la perfección registros de delantero de área, rápido en la definición, rematando en muchas ocasiones incluso al primer toque. Lógicamente, sus guarismos han crecido y la temporada pasada acabó con la friolera de 29 tantos. Con semejante potencial, lo normal es que Nuno esté atento a... ¡Lacazette!