El Deportivo sigue sumando en este prometedor inicio de campaña con el objetivo de conseguir la salvación lo antes posible. Esta vez fue un empate ante el Granada en un partido poco vistoso pero que permite seguir puntuando. Fajr adelantó a los suyos en la primera mitad al finalizar con la zurda una buena jugada desde la izquierda pero el pulso del Deportivo disminuyó y Piti sacó buen provecho de una jugada embarullada en el área coruñesa. Ambos equipos lucharon por conseguir la victoria pero sin la ideas demasiado claras en un empate justo que agrada más a unos que a otros.

Saltó el Deportivo a Los Cármenes confiado en su buen juego y convencido de que de allí podría sacar algo positivo. Las buenas sensaciones y la racha de victorias dieron aire al Dépor para afrontar un encuentro en un campo non grato ante un conjunto necesitado de victorias, especialmente en casa ya que el Granada se presentó con el casillero en blanco ante su afición. Los de Sandoval pusieron el nervio previsto para agradar a los suyos, pero por momentos esa ansiedad les jugó malas pasadas ante un Deportivo cauto y sereno que veia controlado el partido a pesar de no haberse puesto por delante en el marcador.

No tardaría mucho en perforar Fajr la puerta de Andrés Fernández con un zurdazo tras una buena combinación de Navarro y Luis Alberto

Aunque no tardaría mucho en perforar Fajr la puerta de Andrés Fernández con un zurdazo tras una buena combinación de Navarro y Luis Alberto por la banda izquierda. Qué importante se está convirtiendo este jugador para los coruñeses: disputando todos los minutos sin parar de aportar, dando alternativas sofisticadas a los que le rodean y con un golpeo soberbio para el balón parado. Se les ponía de cara el encuentro a los de Víctor, que se veían por delante en el marcador ante un Granada que comenzaba a sudar por culpa de la inercia del conjunto herculino.

Se descamisó Sandoval mandando a medio banquillo a calentar al ver que el equipo no progresaba y que sufría por mantener la posesión del esférico. Espero hasta el descanso, en donde introdujo a los revulsivos para abonarse al juego directo y el empuje en los últimos metros. Parecia cambiar de cara el Granada a golpe de posesiones dilatadas, aunque los de Víctor seguían creando peligro con un Lucas siempre mordiente. En una de estas le brindó el balón a Jonathan Rodríguez, en un pase de la muerte totalmente académico que el uruguayo desbarató con el portero batido. No es un problema de actitud el del delantero del Benfica, derrocha sacrificio en cada una de sus aportaciones pero no parece cogerle el punto al equipo ni a la portería rival.

El encuentro se volvía cada vez más zafio con el paso de los minutos, con un Dépor dormido que veía en el Granada un conjunto de intenciones estériles e inoperantes. Pero se lo pusieron demasiado fácil a Piti, que con un suave golpeo de zurda superaba a Lux al encontrarse el mediapunta solo a la altura del punto de penalty. Los de Sandoval veían la luz en un estadio que comenzaba a crecerse con la mejoría de su equipo; mientras que el Deportivo pretendía reponerse confiscando nuevamente el esférico a los andaluces. Ya andaba por el campo Oriol Riera que, dando refresco a Jona, se erigió como principal argumento para los coruñeses junto con el orgullo de Lucas que, como no podía ser de otra forma, se desfogó para que su equipo se llevase los tres puntos a casa.

Lo intentó el Dépor, y también el Granada, pero la buena dinámica de unos y el miedo a sucumbir de otros, hizo que el ritmo del encuentro descendiese con suavidad para terminar dando por bueno el reparto de puntos.