Un derbi siempre es un derbi. La emoción de jugar contra el eterno rival por su condición de vecino inseparable, la satisfacción de compartir acera al día siguiente con la camiseta puesta tras una noche de gloria, la profunda amargura de tener que soportar al de al lado hablar del partido cuando eres el perdedor... Todo lo que rodea al duelo entre blancos y rojiblancos tiene un aura especial. Pero si a toda la magia de un choque entre vecinos se le añade la necesidad de alzar el vuelo de indios y vikingos, que no han empezado la Liga con la firmeza impecable que se les presupone, la noche del domingo 4 de octubre no puede tener más interés. El próximo es un derbi para agitar las alas o caer de bruces contra el suelo.

Reencontrarse o morir

Si hay un equipo en la Liga BBVA que puede presumir de tener una identidad propia, característica e innegociable es el Atlético de Madrid. Desde que Simeone llegó al banquillo del Calderón, el Cholismo es la única religión que profesa el feudo rojiblanco, pero ahora la doctrina no está funcionando como siempre. Cuatro victorias y dos derrotas han sembrado ciertas dudas en el equipo que hace dos temporadas fue campeón del torneo, y que sabe mejor que nadie que la regularidad y la fidelidad a sus ideas son la receta para volver a alcanzar, como mínimo, el objetivo de terminar entre los cuatro primeros. Si el Atlético gana, adelantaría a Real Madrid y FC Barcelona en la clasificación y daría un gran golpe sobre la mesa para disipar todas las dudas. Son mucho más que tres puntos.

¿Semana perfecta?

El Real Madrid visitará la orilla del Manzanares con la esperanza de marcharse al parón de selecciones en una situación inmejorable. Después de hacer los deberes en Champions League superando al Malmö, los hombres de Benítez se encuentran ante una oportunidad de oro: ganar al Atlético y aprovechar además la derrota del Barcelona en Sevilla supondría asestar un doble golpe en la misma jornada. Los culés están un punto por encima; los atléticos dos por debajo. La victoria sería óxido nitroso en una carrera donde cada tropiezo se castiga con dureza.

Con el 4-0 en la retina

El enésimo duelo entre vikingos y colchoneros estará marcado en esta ocasión por la imborrable huella del último antecedente liguero en el Vicente Calderón. El pasado 7 de febrero de 2015, el Atlético de Madrid se destapó y desmontó al Real Madrid de Carlo Ancelotti, que desde aquel día firmó parte de su sentencia como entrenador blanco, y arrolló a su rival con un contundente 4-0 que aún está muy presente.

La goleada rojiblanca fue el perfecto reflejo de las dificultades que pasa el Real Madrid en los derbis desde que Simeone está al mando de la nave india. No en vano, los blancos sólo han ganado uno de los últimos ocho duelos contra el Atlético, con cuatro victorias colchoneras y tres empates en el resto de choques. Ese solitario triunfo madridista llegó, sin embargo, en el mejor momento: en la vuelta de los cuartos de final de la Champions League del curso pasado, con un 1-0 en el Bernabéu que dio el pase a los vikingos para las semifinales. El Real Madrid volvió a ser la pesadilla europea para el Atlético un año después de Lisboa.

La clase se queda en la grada

Para desgracia del espectáculo, dos jugadores de clase mundial verán el partido en el palco, lejos del césped que les pertenece. James y Koke, dos referentes en sus respectivos equipos, serán privados del derbi por sus lesiones.

Koke es, además del único miembro junto a Godín del selecto club de "intransferibles" de Simeone, el jugador total del Atlético. Canaliza el juego, genera ofensivas, se sacrifica en defensa y lleva el escudo indio tatuado en el corazón. El técnico rojiblanco tendrá que apañarse con lo que tenga para suplir a una pieza insustituible en su puzzle.

En el otro bando, la magia de James finalmente no estará en el Calderón. El colombiano ha recaído de su lesión y no podrá formar parte del once de Benítez para el derbi. La ausencia de su zurda privilegiada, fundamental en el juego de ataque del Real Madrid por los goles que marca y regala, supondrá un quebradero de cabeza menos para la zaga local.

Convocatorias

Atlético de Madrid: Oblak, Moyá, Juanfran, Giménez, Savic, Godín, Filipe Luis, Siqueira, Óliver Torres, Tiago, Gabi, Saúl, Carrasco, Jackson, Griezmann, Torres, Vietto y Correa.

Real Madrid: Keylor Navas, Casilla, Yánez, Varane, Ramos, Nacho, Carvajal, Arbeloa, Marcelo, Casemiro, Kroos, Modric, Kovacic, Isco, Cheryshev, Bale, Ronaldo, Benzema, Lucas Vázquez, Jesé y Mayoral.

Posibles onces