Tras analizar el comienzo de temporada del FC Barcelona, con un total de 12 partidos oficiales disputados, parece evidente que el equipo azulgrana no atraviesa su mejor momento de forma. Los astros parecen haberse alineado en busca de dificultar una trayectoria culé que suma contrariedades a cada paso, jugadores de la talla de Xavi o Pedro ya no se encuentran entre los disponibles de la plantilla, las caras nuevas del grupo no pueden actuar debido a las sanción impuesta por la FIFA, y como colofón final, las lesiones se han cebado con el conjunto barcelonista llenando la enfermería de piezas fundamentales en el esquema de Luis Enrique como Bravo, Iniesta, Rafinha o Leo Messi.

De los 12 partidos oficiales disputados hasta el día de hoy, los hombres del técnico astuariano tan solo han logrado la victoria en 6 de ellos, 7 si se quiere contar el triunfo en la prórroga de la Supercopa de Europa frente al Sevilla, donde el resultado al final de los 90 minutos era de empate a cuatro. El calendario tampoco ha resultado ser un aliado azulgrana, el equipo ha tenido que visitar en sus primeros cuatro desplazamientos estadios donde resulta extremadamente difícil sumar los tres puntos. Los triunfos meritorios logrados en San Mamés y Vicente Calderón han dado paso a dos derrotas en Balaídos y el Sánchez Pizjuán, dos disgustos que obligan al equipo a afrontar el parón liguero en cuarta posición, a tan solo un punto del liderato gracias a los tropiezos de los demás ocupantes de la zona alta de la tabla.

Para encontrar el último precedente en que el Barça sumó dos derrotas en las 7 primeras jornadas de liga debemos remontarnos a la temporada 2003/04. Con Joan Laporta recién llegado a la presidencia culé y Frank Rijkaard afrontando su primera temporada como inquilino del banquillo azulgrana, los resultados no fueron los esperados durante el arranque de dicha campaña. En aquella ocasión el conjunto barcelonista tan solo pudo sumar dos triunfos a lo largo de las 7 primeras semanas de competición, cayendo hasta la posición nº11 de la clasificación debido a los tres empates y dos derrotas que desdibujaban su casillero. A pesar del decepcionante inicio de temporada, los hombres de Rijkaard lograron acabar el campeonato en segunda posición gracias a una segunda vuelta casi perfecta, un buen final de competición que, a pesar de la ostensible mejora, no se tradujo en la consecución de ningún título importante.

Desde entonces y hasta día de hoy, los inicios de campaña del conjunto barcelonista han sido generalmente positivos, a pesar de ello existe alguna clara excepción. Curiosamente dos arranques ciertamente deficientes se acabaron saldando con la consecución de dos UEFA Champions League a final de las respectivas temporadas. La Copa de Europa conquistada en París en el curso 2005/06 vino precedida de un comienzo de liga francamente decepcionante, unas 7 primeras jornadas en las que el mismo equipo que se alzaría con la segunda Champions del club tan solo fue capaz de sumar 10 puntos de los 21 disputados hasta ese momento.

Unos años más tarde, concretamente en la campaña 2008/09 y ya con Pep Guardiola en el banquillo, el conjunto barcelonista fue capaz de alcanzar la perfección sumando un triplete histórico de títulos, una proeza difícil de imaginar cuando en las dos primeras jornadas de liga el equipo cayó en Soria ante el Numancia (1-0) y fue incapaz de superar al Racing de Santander en el Camp Nou (1-1), sembrando unas dudas que con el tiempo se disiparían para dar paso al mejor Barça de la historia.

También existe un ejemplo completamente opuesto a los dos anteriores, un precedente en que el FC Barcelona inició la competición liguera sumando un pleno de victorias tras la disputa de la séptima jornada de liga. Un arranque de temporada inmaculado que no fue garantía de éxito en ningún caso, puesto que el año acabó cerrándose en blanco. Con Gerardo “Tata” Martino a cargo del equipo, los triunfos se convirtieron en la tónica dominante hasta la jornada nº9, donde el Barça fue incapaz de superar a Osasuna en su estadio (0-0), cortando un racha de 8 triunfos consecutivos que le permitían ocupar la primera posición en la clasificación. A pesar del inmejorable inicio el curso 2013/14 no tuvo el desenlace deseado, apeados de la Champions League por el Atlético de Madrid y cayendo derrotados en la final de Copa del Rey a manos del eterno rival, el Barça de Martino fue incapaz de superar a los hombres de Simeone en una última jornada decisiva para el devenir de la liga, convirtiendo al conjunto rojiblanco en el brillante campeón de la competición y cerrando la temporada sin la consecución de ningún título.

Las dos derrotas en siete jornadas cosechadas por el Barça de Luis Enrique quizás no formaban parte de las expectativas para el comienzo de campaña, pero circunstancias como la marcha de jugadores importantes, la sanción Fifa que impide jugar a los nuevos fichajes, la plaga de lesiones que asola la plantilla culé y un calendario poco benévolo, han resultado factores esenciales para que los dos tropiezos sean una realidad. No obstante, y a pesar de los dos traspiés, los ejemplos de las campañas anteriormente nombradas demuestran que lo importante no es como se empieza, sino como se acaba.

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Sobre el autor
Albert Artasona
Sección reportajes en Agendarunning.es. Comentarista fútbol femenino BarçaTv.