Fuerza. Lucha. Esfuerzo. Éstos son los adjetivos que le vienen a los aficionados del Reus a la cabeza cuando ven jugar a Édgar Hernández. Un jugador que lo da todo en cada partido, y que lucha cada balón como si fuera el último. En estos últimos días la vida le está sonriendo más que nunca. Acaba de ser padre y el pasado miércoles anotó el gol decisivo para que el Reus eliminará al Lleida de la tercera ronda de la Copa del Rey.

Llegó procedente la temporada pasada del Sabadell. Sobre la campana del mercado de verano. Era un refuerzo de lujo. Todos veían en él, al delantero perfecto para el equipo rojinegro. Natxo González no dudo. Édgar contó con la confianza del técnico desde un primer momento. Esto se tradujo en 31 partidos, seis goles. No fueron unas cifras goleadoras espectaculares ya que comenzó algo dubitativo. Sin embargo, la afición del Reus se rindió a su entrega. Sabían que había delantero para años.

Cinco goles en ocho partidos

Esta temporada ha sido su explosión definitiva. Ve portería con más facilidad que nunca. Y por supuesto, sigue luchando cada balón como si fuese el último. Suma ya cinco goles en lo que va de temporada. Cuatro en liga, y el conseguido ayer en copa. A seis de los conseguidos la pasada temporada, y esta llevo solo ocho partidos jugados. 0.50 goles por partido. La afición del Reus lo tiene ya en un pedestal. El pasado domingo, en los alrededores del estadio se escuchaba, si Édgar hubiera estado hoy, el Villarreal no se marcha con el casillero a cero a casa. La afición lo sabe. El jugador también. La confianza es mutua, y cuando sucede esto, el rendimiento del jugador suele ser siempre espectacular.

Frente al Lleida el sufrimiento se apoderaba de las gradas del Municipal del Reus. El partido estaba empatado a uno. El Lleida un duro rival, quería tirar por tierra el sueño de disputar los dieciseisavos de final del Reus. Sin embargo, Natxo dio entrada a Édgar. Baja en el ultimo partido. Sabia que daría resultado. Y así fue, en el minuto 97 de la prórroga, cabezazo y gol. El Reus estaba en el sorteo del viernes. El premio es claro: de rival, un equipo europeo de primera. Édgar tendrá la oportunidad de zafarse con defensas de talla mundial. El Municipal de Reus verá estrellas de la Liga BBVA sobre su césped. ¿Por qué no Real Madrid o Barça? Soñar es gratis.