El encuentro acontecido en Anoeta fue de esos de los hacen gala a la calidad del futbol español. Se vio sobre el césped a dos equipos los cuales tienen mejor ataque que defensa, pero siendo el Celta el más listo de la clase al remontar un partido en el que la Real Sociedad fue por delante en el marcador por dos ocasiones. Así los de David Moyes tras diez jornadas, siguen sin saber lo que es ganar en Anoeta

Primera parte positiva para los locales

El partido en la primera parte ya dejaba entrever que iba a ser intenso y con un ritmo alto, pues las ocasiones fueron constantes empezando con el control y el balón el equipo visitante. Es por esto, que apenas a los 10 minutos la grada de Anoeta ya mostrara cierto descontento al ver como era el Celta quien se acercaba a la meta d un Rulli el cual no ha cuajado ni mucho menos su mejor partido como txuri-urdin. Pese a ello, y gracias a un Imanol Agirretxe que sigue pletórico en lo personal, la primera ocasión de  los blanquiazules fue aprovechada por el de Usurbil para abrir el marcador gracias a un cabezazo a centro de Zurutuza.

Agirretxe con ocho goles, pichichi destacado del equipo

Estando al frente del marcador, la presencia en el campo contrario del Celta siguió siendo incesante aunque no encontraba ocasiones demasiado claras para poder marcar. Esto sucedió hasta que Iago Aspas, bien por sorpresa o en una jugada de calidad, debió dentro de la red un disparo fallido de un compañero, poniendo las tablas en el marcador.

Con el 1-1, el partido fue un continuo de ocasiones en ambas áreas haciendo que los defensas de ambos equipos se tuvieran que emplear a fondo. Es así que en una de las ocasiones, Agirretxe a pase de un Yuri que cuajó un partido muy destacable, logró poner por delante a su equipo por segunda vez en el encuentro, dándole así esa misma ventaja hasta el tiempo de descanso donde los de Moyes se fueron por delante del marcador.

Segunda parte de descontrol y efectividad viguesa

Pese a la necesidad de conseguir la victoria y habiendo cuajado una buena primera parte. Los jugadores de la Real, pese a no mostrar la caraja de otros partidos, salieron al campo sin el convencimiento total de la victoria y pareciendo algo conservadores con la escasa ventaja que tenían en el electrónico. Este sentir, fue aprovechado por un equipo como el Celta que puso una marcha más y no dejó de presenciarse una y otra vez sobre la meta de Rulli. Este ímpetu tuvo su recompensa una vez Iago Aspas marcara sin mayor impedimento y en un error de marca de los centrales blanquiazules el segundo tanto en su cuenta particular aprovechando un centro medido de su compañero Wass.

Con el empate en el marcador y a sabiendas de que los tres puntos eran fundamentales, la Real Sociedad se echó al ataque con más coraje que cabeza olvidando muchas veces el medio del campo y ofreciendo posibilidades a la móvil y peligrosa delantera gallega que en diversas ocasiones a punto estuvo de marcar el tercer gol el cuál finalmente se dio en el minuto 89, siendo un gol de muy bella factura y obra de Pablo Hernández con un zapatazo imposible de parar.

Así concluyó un bonito partido en Anoeta que deja al Celta tercero en la clasificación y con muy buenas sensaciones, mientras que los de David Moyes, pese no haber cuajado uno de sus peores encuentros, cosecharon una nueva derrota como locales, volviendo a la palestra las dudas que parecieron disiparse en parte gracias a la victoria ante el Levante.