El Villarreal afrontará este domingo (16:00, Canal+ Liga y VAVEL España) su salida más complicada hasta la fecha en el campeonato nacional de Liga. Visita nada menos que el feudo del actual campeón de Liga, Copa del Rey y Champions League. Un encuentro donde el conjunto de Marcelino deberá refrendar sus buenso números lejos de El Madrigal donde sólo ha perdido un encuentro y se ha convertido en el segundo equipo menos goleado de la competición por detrás del Atlético de Madrid. Frente al Submarino Amarillo estará un FC Barcelon que va recuperando las sensaciones y el juego que le llevaron a reinar la temporada pasada, a al espera del ansiado regreso de Leo Messi

Inamovible 4-3-3 con Busquets a los mandos

Sergio Busquets es, sin ninguna duda, la pieza clave para que todo el engranaje azulgrana funcione correctamente. Anclado en la posición de pivote posicional es es el encargado de dar fluidez y continuidad al juego azulgrana con su fútbol al primer toque. Sergio es el encargado de enlazar la salida de balón de Piqué con la creatividad de los hombres de arriba, evita la presión rival batiendo lineas con sus pases interiores. En un equipo tan ofensvio, Busquets da el equilibrio necesario, dando cobertura a los laterales cuando éstos se proyectan al ataque. A su lado siempre actúan dos interiores con clara vocación asociativa, normalemtente Iniesta y Rakitic pero la lesión primero del manchego y ahora del croata unida a la de Rafinha de larga duración, han hecho que Sergi Roberto se afiance en esas posiciones y esté llamando a las puerta de la selección. El canterano azulgrana está rebosante de confianza y se atreve con todo como se vio en Getafe en el último partido dando una asistencia de gol magistral a Luis Suárez. Busquets está en plena madurez futbolística, siempre bien colocado, tomando en todo momento las decisiones correctas e interpretando el juego como pocos. El mejor jugador del mundo en su puesto.

Al falta de Messi; Neymar y Suárez

La baja de Messi obligaba a sus compañeros de ataque a tirar del carro más que nunca y tanto el brasileño como el charrúa están respondiendo al reto. Entre los dos están copando la práctica totalidad de los goles del Barcelona. Desde que el astro argentino cayera lesionado en el minuto 3 del encuento ante Las Palmas, el Barcelona ha logrado 20 goles en todas la competiciones, 17 de los cuales llevan la firma de Luis Suárez (9) y Neymar (8). El extremo brasileño está en el mejor momento de su carrera, se le ve eléctrico y muy fino, marcando, asisitendo y provocando multitud de penaltis y tarjetas a sus rivales.  Sin duda será una prueba de nivel para Mario Gaspar, uno de los mejores laterales defensivos de Europa. No lo tendrá mucho más sencillo Bonera, que susituirá a Bailly, para contener el hambre goleadora de Luis Suárez. Sobre éstos dos jugadores recae prácticamente todo el caudal ofensivo del Barcelona y frenarlos implica un alto porcentaje de posibilidades de salir indemne del Nou Camp.

Problemas defensivos

Si en la parte ofensiva el Barcelona no parece tener problemas, no se puede decir lo mismo de su defensa. El conjunto azulgrana ya ha recibido 12 goles en las 10 primeras jornadas de Liga y se ha mostrado muy vulnerable. No en vano, el Sevilla, el Celta y el Atheltic han logrado anotar cuatro tantos ante los hombres de Luis Enrique en lo que llevamos de temporada, algo impensable en años anteriores. En esas diez jorndas ligueras sólo ha sido incapaz de mantener su portería a cero en tres ocasiones y, en sus dos últimos encuentros como local ante Rayo y Eibar, tuvo que remontar un tempranero gol de los visitantes. La baja por sanción de Mascherano acrenterá aún más está flaqueza defensiva pues ni Bartra, ni Mathieu ni Vermaelen llegan al nivel del argentino y, ni mucho menos, al de Piqué. Dani Alves, para el que su mejores años ya pasaron y Jordi Alba, con problmas físicos en éste arranque, completan una defensa en entredicho. Piqué tampoco ha alcanzado aún su mejor forma pero le sobra calidad y personalidad para cumplir. 

Menos control, martillo en las áreas

Éste Barcelona de Luis Enrique se caracterizó en la pasada temporada por tener un menor control del balón con respecto a otras épocas. A cambio ganó control en los dos áreas, era un martillo en la contrario con la incorporación de Suárez y un muro en la propia donde era muy difícil marcarle. Además añadió el contraatque a su repertorio aprovechando la velocidad y calidad de sus hombres de arriba. En ésta campaña se mantiene el mismo guión con un Barcelona menos protaginista en cuanto a posesión del balón se refiere, pero a perdido esa eficacia defensiva que le llevó a la glora hace pocos meses. A día de hoy parece un equipo más vulnerable, aunque la plaga de lesiones que está sufiendo también ha contribuido a ello.